La imponente Bailarina Sentada, en acero coloreado, estará en la explanada del MALBA hasta principios de septiembre Foto . Ivana Slipakoff

Comentario

Una Visita Bailada

Por Jessica Zilberman

La compañía Decilo Bailando celebró a través de la danza la llegada de la escultura Bailarina Sentada (Seated Ballerina) del artista estadounidense Jeff Koons, en el marco del ciclo Esto no es una Visita Guiada

 

Algunos edificios, el cielo, las nubes y los árboles se vieron reflejados en el cuerpo de la imponente danzarina ubicada en la explanada del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Se trata de la escultura Bailarina Sentada (Seated Ballerina) del estadounidense Jeff Koons, el artista contemporáneo mejor cotizado. La delicada y al mismo tiempo rígida bailarina clásica de acero inoxidable pulido fue el punto de inspiración para la “visita bailada”, que organizó MALBA Joven. En ese contexto, el 7 de mayo, la compañía Decilo Bailando dialogó con la figura a través del movimiento.

El grupo que fue elegido para festejar la primera obra de gran tamaño de Koons que se exhibe en el espacio público en Argentina, nació hace tres años en una escuela de arte que lleva su mismo nombre. “La escultura, nos despierta las ganas de bailar y de celebrar que la obra de Jeff está acá en el país”, explicó a Balletin Dance la directora del elenco, Matilde Barceló. Eso se vio plasmado en la sonrisa que los protagonistas mantuvieron a lo largo de toda la performance, que fue ideada especialmente para la ocasión (al igual que la música).

La coreografía, “fue un proceso creativo desde cero, que es lo que más nos gusta a nosotros: trabajar desde ese lugar”, detalló la directora, más conocida como Tini. Asimismo, comentó que los integrantes del conjunto trabajaron viendo las imágenes y leyendo acerca de la obra de Koons. De ahí que el baile incluyó elementos que están presentes en otras de sus invenciones, como las pelotas de básquet o algún paso de Michael Jackson. Entonces, si bien una de las intérpretes representó a la bailarina clásica, ese no fue el eje central de la performance. Más aún, los estilos urbanos fueron los que primaron.

Como en un flashmob, la “visita bailada” atrajo transeúntes ocasionales además de los que concurrieron especialmente. Lo cierto es que el público presente se ubicó alrededor de la entrada y también en la calle Figueroa Alcorta, dejando libre el mayor espacio posible para el relámpago artístico. “Koons es un artista pop y lo pop es como que se aparece de repente: es corto, intenso, breve”, dijo la coordinadora general de MALBA Joven, Tatiana Becco a quien escribe. Por eso, el evento duró unos pocos minutos. No obstante, quienes no asistieron, podrán apreciar la escultura hasta el 7 de septiembre.

En fin, mediante esa danza fugaz, jugando con el maquillaje de los bailarines a tono con la escultura y con globos en las barandas del museo haciendo alusión a las otras creaciones de Koons, el MALBA logró romper el esquema tradicional de sus visitas.

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Me formé en danza desde muy pequeña. A lo largo de mi vida, tomé clases de jazz, hip hop, contemporáneo y árabe, entre otros estilos. Soy periodista, egresada de TEA. Además soy estudiante de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad de Buenos Aires. Cuento con experiencia como redactora en medios digitales y también como columnista en radio.