El Cuerpo en Estado de Arte

Con veinticinco años en su haber, la Fundación Arte y Movimiento se ocupa de incentivar la realización de actividades artísticas, con foco en la inclusión, entendida desde diferentes aspectos. Su presidenta, Lola Brikman, reflexiona en esta entrevista sobre los alcances de la educación por el arte

 

A poco de haber sido designada con el título Académico de Honor por la Honorable Academia de Folklore de la provincia de Buenos Aires, Lola Brikman se mostró agradecida a la vez que sorprendida, pues las danzas tradicionales no son su especialidad; más allá de conocerlas en profundidad, y disfrutarlas absolutamente, como “a cualquier danza, siempre y cuando esté bien hecha”.

La Fundación Arte y Movimiento realiza numerosas acciones vinculadas fundamentalmente con la danza libre “en términos de Laban”, o danza creativa, pero no descarta por ello ningún otro estilo de danza y ballet, e incorpora actividades que suman bellas artes y música. Su tarea de formación profesional se centraliza en el Centro de Educación Corporal A-771, fundado hace más 36 años, un Instituto Superior de Formación Artística abalado por Ministerio de Educación de la Nación de la Argentina, que otorga títulos con validez oficial de alcance nacional e internacional. Allí se cursan el Profesorado de Expresión Corporal (carrera de grado) y el posgrado Arte en la Diversidad, destinada a docentes, profesores de educación física, psicólogos y maestras/os jardineras, entre otros.

“Con el tiempo hay una cosa que se me afirma más -aseguró la presidenta-: lo importante es la poética del movimiento, que en un momento de la historia de la danza estaba sólo en manos de los genios”. ¿Qué es exactamente la poética del movimiento? “Es tener el cuerpo en estado de arte, es querer transmitir cierta espiritualidad (aquello que los religiosos ponen en la religión)”. Las grandes obras de arte, “traspasan el tiempo y el espacio”, afirmó.

Para Brikman, la inclusión tiene dos alcances. Por un lado incluir en la sociedad al excluido, pero en otro aspecto es incorporar en lo cotidiano diferentes aspectos de la cultura, acercarles a los chicos otros estilos, “para mí no es mejor la danza libre que la danza clásica, ni que la folklórica”, aseguró. La idea es “tener conocimiento de lo que el arte te ofrece para vivir, que la danza es el arte del cuerpo y del espíritu. Para nosotros el cuerpo no es solamente un instrumento, estamos en el siglo XXI, y el entrenamiento en cualquier lenguaje del movimiento debe ser tomado como profesión, es decir, como gente responsable y comprometida. Tener un cuerpo entrenado en situación de arte, en situación receptiva, de dejar una huella de armonía en el otro. Recién ahora la enseñanza tradicional está entendiendo que es fundamental el cuidado de la educación artística, por lo que el arte dio, que provocó cambios, crecimientos y modos de estar en el mundo con libertad y respetuosamente. Como Isadora Duncan: cuánto hizo no sólo por el arte, sino por los derechos de la mujer, ya antes de 1910: hace un siglo.

 

Algunos Proyectos

Experiencias con personas en situación de riesgo social (inicialmente junto al gobierno de la ciudad de Buenos Aires) en Hogares de Paso, “lugares especialmente preparados para recibirlos, donde la gente va a almorzar, a bañarse”.

Hace unos quince años trabajan con la Fundación Cherry Breitman, “abocada a chicos con síndrome de down. Aunque ahora ellos ya tienen sus docentes y yo solamente los guío. Seguimos con el grupo Danza Siete, que todos los años hace muestras coreográficas y ellos también tienen talleres de expresión corporal, danza folklórica, computación, lecto escritura, están abiertos a la comunidad, con probados progresos en los chicos”.

En la Escuela 8, del distrito 5 de la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Barracas, la Fundación lleva a cabo desde hace varios años, un proyecto de inclusión con pequeños de barrios marginales. “Pero van a la escuela, el director apoya mucho esto. Los últimos dos años fue conmovedor, porque los chicos eligen venir a la clase (de expresión corporal o folklore), usan el recreo para bailar. Acompañamos esa experiencia con Educación Para la Salud, con la Dra Silvia Benasayag, que dicta charlas  a padres y chicos”.

“Pero el proyecto que más nos está ocupando, por estos próximos dos años, es el de contribuir con herramientas desde el arte y el movimiento para disminuir la violencia. Comenzamos con talleres en Bariloche donde funciona un grupo de investigación. Estamos trabajando en ver qué modo de intervención podemos implementar, en el nivel inicial y primario, para comenzar, para generar una huella en los pequeños que de pie a la armonía, al entendimiento y a la escucha de otro. No es nada sencillo, pero sabemos que tanto la danza como el canto y la música pueden contribuir. Estamos incorporando otras escuelas de capital, de la localidad de Navarro y Mar del Plata en Buenos Aires, y de otras provincias”.

Invitación

“Yo invito a que se reflexione un poco más sobre estos temas. Incluso me gustaría que se forme en la Fundación, un grupo de graduados interesados en seguir reflexionando sobre nuestra tarea, sobre diferentes estilos de la danza. Que tengan inquietud por seguir creciendo, porque uno de los riesgos es quedarse solamente con los saberes adquiridos al terminar la formación académica”.