Bienal de Arte Joven: Una Edición Crítica y Rebelde

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Corina Wilson:delirios físicos, danzas herejes y figuras malignas. Foto: gentileza Bienal de Arte Joven

La Bienal de Arte Joven 2019, organizada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, se desarrolló del 25 al 29 de septiembre, con sede principal en el Centro Cultural Recoleta.Una juventud diversa, con múltiples formas de hacer arte y concebir al cuerpo en el caso de las artes escénicas

 

Hoy, a sus 30 años de existencia, esta actividad que se celebra cada dos años, continúa brindando un espacio para cubrir la necesidad de los jóvenes, de expresar su opinión sobre temáticas y problemas político-sociales con los que convivimos. En tiempos de crisis, la producción escénica sigue en pie. Artistas de diferentes disciplinas siguen creando propuestas con mensajes y expresiones atravesadas por la coyuntura actual, esto fue un común denominador en varias de las obras de la programación de este año.

La Bienal de Arte Joven 2019 dispuso de espacios aledaños: Territorio Bienal, y en cinco teatros independientes que sirvieron como sedes y espacios para estrenos.

La banda Delio Valdez fue la encargada de dar inicio a una semana llena de propuestas de diferentes estilos. Lecturas, recitales, muestras de arte plástico, DJ´s, cine y por supuesto artes escénicas. Obras de danza y teatro en donde el cuerpo y el movimiento ocuparon lugares clave en esta edición dominada por creaciones que reflejaban el espíritu crítico de una juventud que cuestiona los roles de género, convive día a día con nuevas tecnologías, abraza teorías queer y reflexiona sobre el lugar del cuerpo y su rol como artistas en la sociedad contemporánea.

Interviniendo uno de los sectores de Plaza Francia (en Recoleta) la Compañía de Danza de la Universidad Nacional de las Artes (UNA)estrenóJiumanGüifi, con guiños a las redes sociales y a la comunicación virtual; como un pequeño anticipo de lo que esta edición tendría para ofrecer en cuanto a danza y movimiento. Experimentación, trap, música electrónica y cuerpos llamando al goce en una red de baile que se tejería en toda la bienal. Contracuerpo fue otra intervención cargada de mensajes evidentes. En quince minutos los adolescentes que integraban este grupo cuestionaron el rol de la mujer y la normatividad sobre los cuerpos.

Pero aun en el disfrute o goce, se encuentran interpelados por otros elementos que llaman a la reflexión o a la crítica. El recital de danza y trap de Perr1t3$ M4lv4d3$, bajo la dirección de Fiorella Álvarez Vleminchx, hizo presente con la palabra y de forma explícita los problemas que atravesamos los trabajadores de la danza, incluso criticó la precarización de la disciplina. El lenguaje directo y la destreza con la cual las intérpretesse movieron en escena les valióempatía y aplausos.

Con un lenguaje similar, acompañado de rebeldía, Rodrigo Arena volvió a presentar Mis Días sin Victoria, de gran carga personal puesto que está basada en sus diarios personales y en relación a un amor lésbico frustrado y obsesivo de su pasado (cuando era Belén). Es importante mencionar los elementos queer que tiñen esta obra.

Otra propuesta atravesada por diarios íntimos y relatos, a modo documental escénico, fue Graciela Martínez: Cosas, Cisnes, dirigida por Nicolás Licera y Sofía Kauer que logran poner a la famosa bailarina nuevamente en escena, para crear un diálogo con sus danzas pasadas.

La experimentación también tuvo su lugar dentro esta edición.Todos Tenemos un Pelo de Lucia Giannoni, con una duración de cuatro horas fue un laboratorio en escena. Cuerpo y elementos se conjugaron para crear escenas absurdas. De forma similar, pero en tono más reflexivo se vivió el Laboratorio de Experiencias Escénicas, una coproducción con el Instituto Francés en donde Federico Fontan y Ramiro Cortez interactuaron en escena junto a la artista sonora y escultora MeryllAmpe.

Finalmente, las obras coproducidas por la Bienal, contaron con tutoría y fondos económicos para ser llevadas a escena y estrenadas en esa fecha (siguen en cartel durante octubre y noviembre):Adiós (Un Ensayo Sobre el Recuerdo o la Despedida) de Tiziano Cruz, Las Leguizamo. Epopeya Selvático Literaria de Micaela Racciatti, DarioPianelli y Joel González Roch, Kerosén de Cristian Cabrera, Hijas de Leticia Coronel y Federico Pereyra, y Corina Wilson.Éxtasis y Demonios de Corina Wilson. Siendo estas últimas propuestas atravesadas por la danza.

Corina Wilson. Éxtasis y Demonios,fue el único estreno de danza de la Bienal. Con humor, lo absurdo y los cuerpos accionan en una fina línea entre la tontería y lo escénico, aquí se ven temáticas sobre lo femenino relacionada con brujas, videntes e histéricas. Mediante un lenguaje inventado y único, las intérpretes abordan de forma estratégica usos políticos mediante delirios físicos, danzas herejes y figuras malignas.

Coronel y Pereyra: rebeldía en Hijas. Foto: gentileza Bienal de Arte Joven

Si bien Hijas es una obra de teatro, posee gran trabajo en las corporalidades de los intérpretes que interactúan entre sí con el espacio, aunque no existan estructuras coreográficas en sí mismas. Coronel y Pereyra arman equipo con Hugo Martínez y Carla DiGrazia(asistente coreográfica) para llevar adelante una propuesta concisa,en tono irónico y rebelde.

Hace tres décadas la Bienal de Arte Joven es un espacio que da soporte a esta juventud recalcitrante que necesita expresar su opinión mediante el arte. En esta edición hubo 336 postulaciones de obras escénicas y 428 para creaciones escénicas. Las obras seleccionadas, además de participar en el evento celebrado en septiembre, tuvieron la oportunidad de integrar el Campus Bienal, un espacio de reflexión, integración e intercambio entre diferentes disciplinas. Por su parte sirvió como clínica de obra, con formadores de la talla de Celia ArgüelloRena, Grupo Krapp (Luciana Acuña, Gabriel Almendros, Luis Biasotto, Edgardo Castro y Fernando Tur) y Gustavo Tarrio, entre otros.

Por ultimo Gustavo Lesgart, Pilar Gamboa y Nora Moseinco integraron el comité de premiación que seleccionó a los ganadores entre los directores teatrales y coreógrafos que participaron a través de una obra terminada que accederán a becas de formación, nacionales e internacionales. Lucía Giannoni(1988) irá alImPulsTanzde Viena, Austria, por Todos Tenemos un Pelo; Eugenia M. Roces(1988) irá aCasarrodanteen Montevideo, Uruguay, por Pulso (el año pasado también a través de la Bienal participó en el ImpulsTanz), y Rodrigo Arena(1991) alDirector’sLabdel Lincoln Center de Nueva York, Estados Unidos, por Mis Días sin Victoria.

Estructuras rebeldes, críticas y conscientes de los temas sociales parecieron ser el eje temático de esta edición. CristianScotton, asesor de artes escénicas dentro de la Bienal, mencionó a Balletin Dance que gracias a la organización dentro del evento los participantes pudieron trabajar en óptimas condiciones. Sobre las temáticas que parecían rondar dentro del evento mencionó: “Una de las gratificaciones más grandes que tiene nuestro rol como asesores de la Bienal es poder tener una mirada sobre los jóvenes creadores de las artes escénicas que vienen desarrollando su obra. Hay mucho teatro y danza en Buenos Aires y muchas maneras de hacerse y la Bienal buscarepresentar de la mejor manera posible esa diversidad. Hay temáticas que se imponen más que otras en cada edición y que sería necio no ver porque son las preocupaciones e ideas sobre las que desean hablar. Desde nuestra parte siempre nos interesa que encuentren la libertad para poder hacerlo sin ninguna restricción”.

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Egreso en como periodista en el año 2013 de la Universidad Católica de Santiago del Estero. Trabajo en la revista empresarial Panorama jujeño del año 2012 al 2014. Colaboró en revistas culturales como Circo Cromático, Danza Europa y Américas y Giro Cartelera. Desde 2014 escribe en la revista Balletin Dance. En 2015 colabora como asistente de prensa para el grupo Una Constante. Recibe su formación como bailarín de estudios como Nuevo estudio Danza y FACE.