‘Come From Away’ a España: un hito del teatro nacional

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El equipo creativo en pleno: Sergio Albertoni, Patricio Witis, Sebastián Mazzoni y Tadeo Jones (arriba), Agustín Pérez Costa, Carla Calabrese y Santiago Rosso. Ph: Gabriel Machado.

Nunca antes la puesta local de un musical de Broadway había conseguido el aval para presentarse durante una temporada prolongada en Europa. Lo hará ahora la creación dirigida por Carla Calabrese, ¡y con el elenco y equipo creativo argentino completo!

Sin duda, se trata de un hito para el espectáculo nacional. Nunca antes una compañía teatral argentina había exportado su versión de un musical de Broadway para ser representada durante una temporada de varios meses en Europa. Lo hará la productora The Stage Company cuando instale -a partir del 12 de septiembre- sobre el escenario del Teatro Marquina de la capital española la puesta de ‘Come From Away’ que dirige Carla Calabrese.

No sólo eso: la obra se verá con el elenco argentino casi completo (con la única salvedad de una actriz que no podrá viajar), con sus nueve músicos porteños y su equipo creativo a pleno.

A días nada más de emprender un desafío que se prolongará por al menos seis meses, Calabrese se declara “contenta y emocionada porque, si bien esto es algo que buscamos, porque nosotros pedimos los derechos de la obra para España, el hecho de que hayan valorado nuestra adaptación y que nos hayan propuesto que las direcciones sean las mismas demuestra que los dueños de la obra nos estiman como profesionales”.

“Nosotros generamos esta posibilidad -se enorgullece-. Les dijimos a los propietarios de los derechos: ‘Nos encantaría poder trasladar esta adaptación que hicimos Marcelo Kotliar y yo a España’, pensando en que The Stage Company la produzca. En 2022 habían venido a vernos los autores (los canadienses Irene Sankoff y David Hein) y la versión les encantó. De manera que enseguida que les acercamos esta propuesta aceptaron. ‘Queremos que la versión que vea España sea la argentina, y con los mismos directores en todas las áreas’, nos dijeron. Eso fue emocionante”.

‘Come From Away’ se despide de su tercera temporada en Buenos Aires hoy 17 de agosto. El 12 de septiembre el mismo elenco debutará en Madrid. Ph: gentileza prensa.

No es la primera vez que Carla Calabrese lleva una producción propia a España: en 2018 lo hizo con su versión de ‘Sueño de una noche de verano’. “Pero esto es diferente porque viene acompañado de la posibilidad de abrir una sucursal de The Stage Company en España; aquello había sido una puesta en gira”, admite.

-Es decir que ésta puede ser la primera de una serie de producciones suyas que lleguen a Madrid.

-Esa es la idea. Lo que hoy queremos es instalarnos como productora allá, porque a veces las cosas nos resultan tan caras que poder armar una obra que funcione en dos mercados es una ventaja. Gente que conoce del tema me decía que nunca antes pasó que Broadway avalara una puesta entera, con producción, elenco y dirección argentinos, para presentarla en otro país. En cuanto a la posibilidad de llevar otras obras a Madrid, ya me están pidiendo ‘Shrek’, pero vamos a ir de a poco.

IMBATIBLE

La directora y actriz cree que el público que puede sentirse atraído por ‘Come From Away’ en España es bien amplio, tanto como en la Argentina. “Lejos está de ser una obra intelectual, es muy humana”, dice sobre esta pieza que narra los acontecimientos suscitados en un remoto pueblo canadiense a raíz de la tragedia del 11S en Nueva York. “Naturalmente, existe un público de nicho que al enterarse que llega este título a España correrá a verlo, pero aun aquellos que tienen prejuicios respecto del género, cuando buscan un poco de información se animan y terminan diciéndonos ‘esto sí me gustó’. Cuando todo funciona bien el musical es imbatible. Pero, claro, es un género muy demandante al que a veces, por algún motivo inexplicable, se lo considera como algo menor” analiza.

-¿Qué fue lo más difícil de su trabajo como directora?

-El traspaso natural del texto hablado a la canción es fundamental. Y eso es algo muy complejo de lograr, que cuesta a veces; pero hay que trabajar en ese traslado armónico para que el género funcione como debe ser.

En opinión del director musical Santiago Rosso, esta propuesta “requiere de una exactitud poco frecuente en términos de coordinación de todas las partes: el texto de los actores, los movimientos, las luces, la ruta de los elementos en el escenario y la música siempre presente. Todos ellos en un continuo y constante equilibrio de aparecer, desaparecer y acompañar el relato que se da en la conjunción de todos esos elementos y no individualmente. Creo que el verdadero desafío es mantener el tempo vivo de la obra sin perder la energía”, afirma.

Desde lo musical estrictamente, añade, las dificultades son los constantes cambios de compás, el vértigo que plantean las entradas y salidas de tantos personajes (son quince los actores) y la concertación entre músicos que estamos separados espacialmente y con restricciones visuales”.

A LOS SALTOS

Nunca imaginó Calabrese que el elenco casi completo de la puesta argentina aceptaría la propuesta de realizar una temporada de seis meses en Europa. Pero tanto actores y actrices como músicos dieron el sí. También el equipo creativo que, además de Santiago Rosso, integran Sebastián Mazzoni como director vocal, Tadeo Jones en arte y escenografía, Agustín Pérez Costa a cargo del diseño coreográfico y el director de producción Sergio Albertoni.

El grupo de actores y actrices que viajará a fines de este mes para instalarse en Madrid está compuesto por Mela Lenoir, Edgardo Moreira, Patricio Witis, Gabriela Bevacqua, Manuel Victoria, Lali Vidal, Argentino Molinuevo, Fede Couts, Silvana Tomé, Fernando Margenet, Agustín Pérez Costa, Silvina Nieto, Sebastián Holz y Fátima Seidenari. Marisol Otero, que no viaja, será reemplazada por la española Pepa Lucas.

Sebastián Mazzoni y Santiago Rosso junto a la directora general de ‘Come From Away’, Carla Calabrese. Ph: Gabriel Machado.

Desde hace semanas el equipo completo ensaya en los altos del Maipo como si fuese la primera vez. “Para la temporada en España lo que más se está trabajando son los acentos que vamos a utilizar, tanto en la parte actoral como en lo coral-vocal. A partir de esos nuevos acentos debemos ir modificando las rítmicas y métricas sin salirnos de la partitura original”, le explica Mazzoni a Balletin Dance.

En lo estrictamente musical “no se han realizado cambios ni modificaciones, se han respetado todas las orquestaciones y arreglos musicales originales”, aporta Rosso. “La obra mezcla un folk-pop estadounidense con bases de la música irlandesa”.

-Hay participación de los músicos en escena. ¿En qué medida pesó eso al momento de elegirlos?

-Los músicos de ‘Come From Away’ deben tener un gran dominio técnico de su instrumento. También cierto manejo del estilo y una sólida formación musical para responder a las necesidades de la ejecución teatral. Pero además, es necesario contar con habilidades escénicas para las dos apariciones que tenemos durante el desarrollo de la historia, lo cual requiere poder tocar el instrumento literalmente a los saltos.

“No hay duda de que esta obra es la más difícil que dirigí, es muy rápida y ajustada, y este elenco de actores y músicos funciona como un reloj. Por eso pensamos en darles la posibilidad de instalarse en España por un tiempo, aún sabiendo que es difícil porque varios tienen chicos y cuestiones personales que atender. Estaba segura de que varios me dirían que no, pero sólo Marisol no puede viajar”, relató Calabrese.

-Desde el estreno en la Argentina hasta esta tercera temporada que ya se despide el país ha cambiado. ¿Qué tiene para decirle hoy la obra al espectador?

-Es muy cierto eso. Cuando estrenamos se vivía una euforia por la salida de la pandemia, estábamos todos más contentos. Hoy, en cambio, existe una congoja general por la crisis económica y por lo que ocurre en el mundo. La guerra en Gaza y la imposibilidad de que les llegue ayuda humanitaria a los civiles nos habla de una deshumanización tremenda que a mí me causa una impotencia enorme. En la obra hay una parte en la que se menciona la religión y creo que ahora eso va a adquirir una profundidad mucho mayor. Porque el conflicto en Gaza, particularmente, está basado en el odio entre los pueblos. En el fondo no debería importar si son palestinos o israelíes, son personas y es un desastre lo que está pasando con ellos. Todo eso, sumado a la violencia que se respirar hoy en la Argentina, me hace pensar que la empatía es lo único que nos puede salvar. Los países con crisis, como el nuestro, son los que más necesitan obras como ‘Come From Away’ porque ayudan a seguir creyendo que es posible salir adelante.