Ballet del Teatro Colón: Entre la renovación y la controversia

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Equipo directivo del Teatro Colón 2024. Ph: Juanjo Bruzza.

El 12 de noviembre de 2024, el Teatro Colón de Buenos Aires anunció a su nuevo equipo directivo, marcando “el comienzo de una nueva etapa” en la gestión de la institución. Gerardo Grieco como director general y Julio Bocca al frente del Ballet Estable asumieron oficialmente sus funciones este mes (junto al resto de los directores).

A partir del 18 de febrero de 2025, comenzará a implementarse una serie de cambios estructurales que han generado tanto expectativas como preocupaciones dentro de la comunidad artística.

Este año es particularmente significativo, ya que los cuerpos estables del Teatro Colón cumplen cien años desde su fundación. La temporada centenaria del Ballet Estable dará inicio en abril con el estreno de Carmen, de Marcia Haydée. Sin embargo, la celebración de este hito se ve opacada por un profundo debate sobre el futuro de la compañía.

Julio Bocca al frente del Ballet Estable. Ph: Robert Yabeck.

En una entrevista exclusiva con Balletin Dance realizada en La Habana hace algunos meses, Julio Bocca anticipaba los desafíos que implicaría su nuevo rol, destacando su compromiso con la excelencia artística y la necesidad de modernizar la estructura del Ballet Estable. “Si hay complicaciones, tendré la mejor disposición para solucionarlas”, afirmó. Ver la entrevista completa aquí.

Pero antes del comienzo de esta nueva gestión, el Teatro Colón emitió un comunicado de prensa que, lejos de generar consenso, despertó malestar entre los bailarines del Ballet Estable. La institución anunciaba “una nueva etapa hacia la excelencia y la proyección internacional”, mientras que los artistas del elenco respondieron con una declaración contundente: “Desde hace 100 años, los bailarines del Ballet Estable perseguimos la meta de la excelencia. Somos profesionales e internacionales. Somos parte de la rica historia del Teatro Colón”.

El comunicado institucional estaba bien planteado y era muy completo, abarcando áreas artísticas, legales y administrativas. Y ya pasamos a hablar en pasado porque el Teatro lo ha eliminado de sus medios oficiales de difusión en internet, por el revuelo que causó. Por si te lo perdiste, te dejamos aquí algunos aspectos.

“El Teatro Colón atraviesa un proceso de transformación y crecimiento con el objetivo de potenciar la calidad artística y fortalecer la proyección internacional de su Ballet Estable. Con la conducción del maestro Julio Bocca y en el marco del centenario de nuestros elencos, celebramos un legado de excelencia, disciplina y compromiso, reafirmando nuestra misión de impulsar el desarrollo profesional de nuestros artistas y consolidar al Ballet del Teatro Colón como un referente mundial”.

Será a partir de hoy 18 de febrero, cuando estas medidas comenzarían a funcionar.

A continuación mencionaba la ampliación del horario laboral “(de 10 a 17 h en días regulares) permitirá aprovechar mejor el tiempo de ensayo y formación”. La clase diaria pasaría a ser obligatoria, “garantizando el cuidado físico y técnico de los bailarines, fundamental en una disciplina de alto rendimiento. Además, esta instancia será remunerada como parte del salario básico, asegurando el reconocimiento económico de este compromiso diario”.

Y también iba un poco más allá, al informar sobre un Programa de Retiro Voluntario. “Conscientes de la importancia de acompañar el desarrollo profesional y personal de cada artista, se ha implementado un programa de retiro voluntario para aquellos bailarines que cumplan con los años de servicio establecidos. Este proceso se llevará a cabo en dos etapas (diciembre 2024 y marzo 2025) y contará con un equipo especializado en Recursos Humanos para asesorar a quienes deseen acogerse a esta opción.

Para quienes elijan continuar en la compañía, se abrirán diversas posibilidades, entre ellas:

  • Bailarines activos: Evaluaciones anuales asegurarán que cada artista pueda desarrollar su talento en su mejor momento profesional.
  • Nuevos roles y oportunidades: Para quienes deseen explorar otros caminos dentro del Teatro Colón y el Ministerio de Cultura, se ofrecerán opciones como la docencia en el Instituto Superior de Arte (ISA) o la participación en proyectos especiales”.

Uno de los puntos más controvertidos de esta reforma es la introducción de un sistema de revisiones y contratos anuales a través de audiciones (que ya se realizaron el mes pasado, ver el listado de los 20 nuevos bailarines en esta nota), lo que pone en duda la continuidad de la compañía como “estable”. Durante estos primeros cien años de vida el Ballet ha fomentado la estabilidad de sus bailarines. El nuevo modelo podría alterar esta tradición, generando incertidumbre sobre el futuro de los artistas.

Lo que no decía por ningún lado el comunicado oficial, es que para lograr este sistema de contratación, el aspecto más polémico, es la creación de un nuevo “Cuerpo Artístico de Ballet” dentro del propio teatro, según el decreto 71/2025 del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Esta medida podría interpretarse como una sustitución progresiva del actual Ballet Estable por un elenco con condiciones contractuales más flexibles (al punto de permitir que el teatro rescinda el contrato en cualquier momento), lo que ha encendido las alarmas dentro de la comunidad artística.

Fue sobre todo esta parte de la información, que puede parecer de lo más inocua a cualquier lector que no conozca la historia del Ballet Estable del Teatro Colón, la que ha generado mayores sobresaltos, porque ciertamente con este sistema de revisiones y contratos anuales, la compañía perderá su estabilidad. Ya ni en su nombre podríamos mencionar Ballet “Estable”. En este aspecto, se pueden escribir miles de párrafos, pues es un tema delicado y sin solución que ya lleva más de 30 años sobre la mesa. No hay que olvidar que el Teatro Colón (como tantos teatros de ópera del mundo de esta altísima calidad artística) es un organismo público, y sus empelados son funcionarios públicos.

Luego el comunicado hablaba de los objetivos a largo plazo, que si nos remontamos a la historia nacional, poco caso podemos hacer a ello. “El plan a largo plazo contempla un aumento en la cantidad de funciones anuales, giras nacionales e internacionales y una formación técnica de excelencia, consolidando al Teatro Colón como epicentro de la danza en la región”. y se informó que ya “se han realizado mejoras en las instalaciones, incluyendo la incorporación de un gimnasio y el fortalecimiento del equipo de kinesiología, brindando a la compañía las mejores condiciones para su desarrollo artístico y profesional”.

El riesgo real es que la compañía pierda su identidad histórica (además de su estabilidad laboral) y por tanto este debate está abierto (entre renovación y legado único). Su resolución impactará no solo en el Ballet Estable, sino en el resto de los cuerpos estables de nuestro primer coliseo, y en la cultura toda de nuestro país.

La información de prensa finalizaba con una frase contundente: “…seguimos trabajando para que este icónico ballet continúe siendo un orgullo nacional y un emblema de la cultura argentina en el mundo”.

Si te interesa conocer más, podrías leer el artículo publicado por el medio Prensa Obrera, titulado “El Ballet Estable del Teatro Colón en peligro de extinción”, en este link.