La obra que conmovió en su estreno retorna con la pregunta más urgente de nuestro tiempo: ¿cómo seguir viviendo después del colapso?
“Para sobrevivir (o cómo vivir de nuevo)” de Daniela García regresa a la Sala B de Fundación Cazadores todos los sábados de julio, confirmando que su interrogante central sigue siendo dolorosamente actual. Hay obras que llegan en el momento justo, cuando la realidad social y las heridas individuales se encuentran en un punto de ebullición.
El arte como supervivencia
García no esquiva la crudeza de nuestro tiempo. Su propuesta interdisciplinaria parte de tragedias personales para construir un territorio escénico donde el dolor encuentra forma sin autocomplacencia. La instalación devastada que habitan Milagros Muñoz, Emilia Claudeville, Camila Vega y Luciana Berti se convierte en metáfora de una época: todos conocemos esa sensación de caminar entre ruinas.
“Sacar lo privado a lo público a través de la ficción es, en sí mismo, un gesto político”, reflexiona la directora. En esta coyuntura de crueldad política, la obra funciona como un espejo que refleja el clima de época, transformando el dolor individual en material poético que nos habla a todos.

Entre el abismo y el absurdo
Lo que distingue a “Para sobrevivir” es su capacidad para encontrar la ridiculez y el absurdo que se cuelan cuando la humanidad duele. Esa mezcla de registros – de la violencia a lo fantástico, de la tristeza profunda a la risa incómoda – hace que los 40 minutos se sientan como un viaje completo por los estados emocionales que definen nuestro presente.
El trabajo se sostiene en un equipo creativo que entiende la complejidad de la propuesta: la música original de Dylan Lerner, el diseño de iluminación de Paula Fraga y el vestuario de Mia Soifer Estudio construyen sentido junto con los cuerpos de las intérpretes.
Volver a empezar
El regreso de “Para sobrevivir” no es solo una reposición: es una oportunidad para enfrentarse a esa pregunta que late en el centro de la obra. En un momento donde esta interrogante parece más pertinente que nunca, la propuesta de García ofrece no respuestas, sino la posibilidad de habitar la pregunta junto con otros.
La Sala B se convierte en un refugio para la vulnerabilidad, donde el teatro, la danza, la música y las artes visuales se funden para crear una experiencia que va más allá del entretenimiento. Es arte como necesidad, como herramienta de supervivencia, como forma de resistencia.
Sábados 5, 12, 19 y 26 de julio, 21:30 hs en la sala B de la Fundación Cazadores, Villarroel 1438, CABA.
Entradas en la boletería de la sala y a través de Alternativa Teatral (incluye consumición).