“Aprendizajes en Acción” revela el talento emergente del Taller de Danza Contemporánea
Durante tres días consecutivos, el 4, 5 y 6 de julio, el hall del Teatro San Martín se transformó en un laboratorio de expresión donde 57 jóvenes artistas demostraron que la danza contemporánea argentina tiene futuro asegurado. El cierre cuatrimestral del Taller de Danza Contemporánea, bajo el título “Aprendizajes en Acción”, fue mucho más que una simple muestra académica: fue una declaración de principios sobre la formación integral y el compromiso artístico.

Primeros Pasos con Maestría
La apertura con “Presentación A” marcó el tono de la velada. Los estudiantes de primer año, guiados por la mano de Ramiro Soñez, transformaron sus propias secuencias coreográficas en un diálogo fluido con la música de NGO-Bitmix de Ryuichi Sakamoto. La fusión entre creatividad estudiantil y dirección docente resultó en una pieza que desafió cualquier expectativa sobre lo que significa “estar en primer año”. Aquí no había principiantes, sino artistas en formación que ya comprenden el lenguaje del cuerpo en movimiento.
Cuando la Técnica se Vuelve Visceral
La reinterpretación de la Técnica Graham por parte de Inés Armas y Renata Cardelli alcanzó su punto más alto en “Los dinosaurios”. Con la música de Charly García como banda sonora, los estudiantes de segundo año no solo ejecutaron movimientos: habitaron la técnica, la hicieron suya, la transformaron en narrativa corporal. El resultado fue una demostración de que la danza contemporánea argentina puede dialogar con nuestros íconos culturales sin perder un ápice de rigor técnico.

Sincronía y Matemática del Movimiento
Sergio Villalba demostró en “Música y Movimiento” que la coreografía puede ser arquitectura sonora hecha cuerpo. Utilizando un fragmento de la Sinfonía Nº25 de Mozart, logró que sus estudiantes de primer año tradujeran cada acento, cada pausa, cada crescendo en un vocabulario corporal preciso. La música clásica encontró en estos jóvenes intérpretes una nueva forma de ser leída, escuchada y sentida.
La misma maestría se evidenció en “Pasar”, donde Villalba, junto a Dalilah Spritz y Candela Navarro, creó una reflexión sobre el espacio y el contacto que fue ejecutada con una sincronización que habla de horas de trabajo, de compromiso, de entendimiento mutuo entre cuerpos que aprenden a dialogar.

El Humor Como Herramienta Expresiva
Damián Malvacio demostró que la danza contemporánea no teme al humor cuando creó “Primer gesto” sobre la canción “Piensa en mí” de Luz Casal. Los estudiantes de primer año navegaron con destreza entre la técnica y la ironía, probando que la expresión artística puede ser profunda sin ser solemne, rigurosa sin ser rígida.
Fusión y Diálogo de Estilos
El trabajo de Laura Roatta brilló en dos momentos distintos pero complementarios. “Drum Jack” llevó a los estudiantes de tercer año a explorar la fusión entre jazz y danza contemporánea con una energía que contagió al público, mientras que “Jumping Jack” permitió a los de segundo año adentrarse en el theater-jazz con una naturalidad que habla de versatilidad y adaptabilidad.

La Madurez Artística Como Meta
Las obras de cierre mostraron estudiantes que ya no solo ejecutan sino que interpretan. “Pulso” de Federico Fontán y Agustina Norese como adscripta con música de Jiva Velázquez, “Travesías” en la reposición de Sol Rourich del clásico de Mauricio Wainrot, y “Mirarse” bajo la dirección de Jimena Visetti y Rodrigo Colomba, ya fueron comentados resaltando en esa oportunidad su alto nivel técnico y expresivo. El camino formativo del Taller trasciende la técnica para adentrarse en la construcción de artistas integrales.

Un Ecosistema de Excelencia
El éxito de “Aprendizajes en Acción” no es casualidad. Detrás de cada movimiento se encuentra el trabajo sostenido de Norma Binaghi y Damián Malvacio en la dirección, y de un cuerpo docente que entiende que enseñar danza es formar personas, no solo bailarines. La propuesta pedagógica del Taller demuestra que es posible combinar rigor técnico con libertad creativa, disciplina con disfrute, tradición con innovación.
La muestra del Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martín no solo cerró un cuatrimestre: abrió una ventana al futuro de la danza argentina. En esos tres días, 57 estudiantes demostraron que el arte del movimiento está en excelentes manos, y que la formación de nuevos talentos continúa siendo una prioridad en uno de los espacios más emblemáticos de la cultura porteña.


Estudiantes protagonistas:
Primer año: Lucía Acosta, Alma Alcapan, Antonella Alvarenga, Ximena Quimey Aragón, Aylén Arcadigni, Maitena Bustos, Sofía Castagnola, Marcel Coniglio Pucheta, Fernando D’Ambrosio, Ámbar Echeverz, Lovely Felici, Priscila Guerrero, Valentina Gullotta, Amparo Kesler Sánchez, Gabriel Mengos Ruiz, Lucas Puy D’ Abreu, Malena Riveira, Gennaro Rodríguez, Alfonsina Rodríguez Ibáñez, Lara Werbach.
Segundo año: Morena Arce, José Ignacio Bárcena, Eugenia Brizzi, Zoe Martina Centeno, Agustín Crincoli, Constanza De Angeli Bordin, Gerónimo Delocca, Fiamma Ferrari, Bernarda Feuillade, Victoria Belén González, Ignacio David Herrera Chaves, Valentín Leuze, Facundo Valentino Lucero Vera, Pahola Rivas, Ulises Ismael Romano, Lucía Rolón Anselmo, Pablo Sandoval.
Tercer año: Tomás Isaías Aimaretti, Alejo Burgos Palacios, Mailén Covelo Durán, Victoria Manuela De La Barra, Gonzalo Galarza, Luciano Valentín Garro Leyes, Victoria Gavilán, Camila Rosario Hernández, Abril Istilart, Juan Manuel Jáuregui, Luciano Leiter Marangoni, Franco Daniel María, Valeria Mindiola Pedraza, Lucas Olmedo Sanabria, María de los Ángeles Padilla Pasieczny, Sol Magalí Paulli, Luciana Camila Pérez, Isaías Ezequiel Sajama, Miel Solá, Isabella Stagnani.