El coreógrafo YoungJun Choi elevó el nivel técnico del K-pop porteño

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Choi YoungJun conquistó a más de 3000 personas en la Usina del Arte. Ph: gentileza prensa.

El coreógrafo coreano conquistó a más de 3000 personas en la Usina del Arte con masterclasses y performances que elevaron el nivel técnico del evento organizado por el Centro Cultural Coreano.

La Usina del Arte se transformó en epicentro de la danza urbana durante el fin de semana cuando YoungJun Choi, uno de los coreógrafos más reconocidos de la escena K-pop coreana, llegó a Buenos Aires para participar del 16° Concurso K-pop. Su presencia no solo jerarquizó el nivel artístico del evento, sino que demostró cómo este género musical ha desarrollado un lenguaje coreográfico propio de alta complejidad técnica.

Choi, responsable de coreografías para grupos como Seventeen y Riize, ofreció una masterclass que colmó el Salón Mayor con bailarines de todos los niveles. Durante el workshop, desglosó paso a paso sus creaciones para “Plot Twist” de TWS y “Same Age” de HOSHI X WOOZI, revelando la sofisticación técnica que subyace tras la aparente espontaneidad del K-pop.

YoungJun Choi como jurado. Ph: gentileza prensa.

“Lo que más me impresionó fue la precisión en los detalles”, comentó uno de los participantes del workshop. “Cada gesto tiene una intención específica, cada transición está calculada para crear un efecto visual determinado”. La metodología de Choi evidenció cómo el K-pop ha desarrollado códigos coreográficos tan específicos como los del ballet clásico o la danza contemporánea.

Una competencia de alto nivel

El concurso reunió a 11 grupos, ocho en la categoría danza y tres en canto, ante un jurado integrado por Yami Arias, Carolina Cuellar y el propio Choi. El grupo “Blaze” conquistó el primer puesto con una presentación que demostró no solo dominio técnico, sino también comprensión profunda del lenguaje corporal específico del género. Por su parte, el grupo “Cyclone” obtuvo el segundo lugar, mientras que el dúo “GC” se consagró en la categoría canto.

Blaze, conquistó el primer puesto en baile. Ph: gentileza prensa.

Antes de evaluar a los concursantes, Choi protagonizó dos performances con “Super” de Seventeen y “Fly up” de Riize, demostrando frente a las 750 personas del auditorio la diferencia que marca la formación profesional. Sus movimientos combinaron la precisión geométrica característica del K-pop con una fluidez orgánica que reveló años de entrenamiento en técnicas de danza contemporánea y urbana.

La directora del Centro Cultural Coreano, Misuk Kim, reflexionó sobre la evolución del fenómeno: “Cuando llegué a Buenos Aires, veía grupos de jóvenes bailando K-pop en Puerto Madero cada fin de semana. En ese momento pensé: ‘Tenemos que darles un escenario donde puedan brillar y sentirse reconocidos'”.

La observación de Kim toca un punto clave: el K-pop ha generado una comunidad de bailarines autodidactas que, sin formación académica tradicional, han desarrollado un nivel técnico considerable. La presencia de Choi funcionó como puente entre esa pasión amateur y los estándares profesionales de la industria coreana.

“Cyclone” obtuvo el segundo lugar. Ph: gentileza prensa.

El evento, que convocó a más de 3000 personas durante todo el fin de semana, confirmó que el K-pop ha trascendido la moda para establecerse como una disciplina coreográfica legítima, con códigos, técnicas y una estética propia que merece ser estudiada con la misma seriedad que cualquier otra forma de danza urbana contemporánea.