El debut soñado: primeros bailarines en Giselle

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Giselle en versión de Ivan Nagy y Marilyn Burr para el Ballet de Santiago. Ph: Patricio Cortés.

Laleska Seidel y Felipe Arango asumen por primera vez los roles principales de la obra cumbre del romanticismo en el Teatro Municipal de Santiago

El Ballet de Santiago vive un momento de renovación y confianza. Entre hoy miércoles 10 y el martes 16 de septiembre, el Teatro Municipal presentará “Giselle” con una particularidad que marca época: por primera vez, Laleska Seidel y Felipe Arango interpretarán los roles de Giselle y Albrecht como protagonistas, tras haber sido promovidos a primeros bailarines a inicios de año. Esta decisión de César Morales confirma la apuesta por el talento local y la continuidad generacional que caracteriza su gestión artística.

La elección no es casual. Ambos bailarines han transitado el exigente camino formativo del Ballet de Santiago, demostrando clase tras clase, función tras función, que poseen no solo la técnica necesaria para abordar uno de los roles más desafiantes del repertorio clásico, sino también la madurez artística para sostener el peso dramático de esta obra cumbre del romanticismo. Su ascenso representa más que un reconocimiento individual; simboliza la vitalidad de una compañía que encuentra en sus propias filas los intérpretes capaces de dar nueva vida a los grandes clásicos.

Junto a los nuevos protagonistas, el público podrá ver alternativamente a la primera bailarina Katherine Rodríguez, la solista María Lovero y los primeros bailarines Emmanuel Vázquez y Gustavo Echevarría, configurando un reparto que combina experiencia consagrada con energía renovada. Esta rotación de elencos es característica de las grandes compañías internacionales y demuestra la profundidad artística del Ballet de Santiago.

“Nos alegra mucho volver a recibir a nuestros públicos con la magia de Giselle”, expresa César Morales. “Sin duda uno de los títulos imprescindibles del repertorio del Ballet de Santiago, que además presentaremos en la querida versión de Iván Nagy y Marilyn Burr. Por su tremenda exigencia técnica, expresiva y artística, esta es una muy buena oportunidad para apreciar el gran nivel de los bailarines de nuestra compañía.”

La versión que verá Santiago es aquella creada específicamente por Ivan Nagy y Marilyn Burr para el Ballet, una adaptación que ha sabido dialogar con las características particulares de la compañía chilena. Pablo Aharonian se encarga de la reposición, garantizando la fidelidad a esta puesta que ya forma parte del ADN artístico de la institución. La escenografía y vestuario de Pablo Núñez, junto con la iluminación de Ricardo Castro, recrearán los contrastes entre el mundo bucólico del primer acto y la atmósfera sobrenatural del reino de las Willis.

La música de Adolphe Adam sonará bajo la batuta de Pedro-Pablo Prudencio al frente de la Orquesta Filarmónica de Santiago, que continúa celebrando sus 70 años con interpretaciones de primer nivel. Esta partitura, que transita desde la alegría campesina hasta el misticismo sobrenatural, encuentra en esta orquesta una aliada excepcional para crear las atmósferas que la obra demanda.

Giselle mantiene una relación particular con Chile. La obra arribó al país en 1850 de la mano de la Compañía Francesa de Canto y Baile, que la presentó en Valparaíso, pero fue en 1918 cuando verdaderamente marcó historia en el Teatro Municipal de Santiago con la legendaria Anna Pavlova. El momento fundacional para el ballet chileno llegó en 1961, cuando el Ballet de Arte Moderno—predecesor del actual Ballet de Santiago—realizó la primera presentación con intérpretes locales, iniciando una tradición que se renueva ahora con Seidel y Arango.

La obra de Théophile Gautier, inspirada en las leyendas de Heinrich Heine sobre las Willis y en el poema “Fantômes” de Victor Hugo, sigue siendo extraordinariamente contemporánea. La historia de la joven campesina que muere por amor y encuentra en la muerte una forma de redención habla de temas universales que trascienden épocas y geografías. Es, como toda gran obra romántica, una exploración sobre la capacidad humana de trascender el dolor a través del perdón.

La coreografía original de Jules Perrot y Jean Coralli, estrenada en 1841 en la Salle Le Peletier de París, estableció códigos que aún rigen el ballet contemporáneo. El famoso segundo acto, con su corps de ballet de Willis danzando en formaciones etéreas, sigue siendo una de las pruebas de fuego para cualquier compañía que aspire al reconocimiento internacional. La capacidad del Ballet de Santiago para sostener estos desafíos técnicos y expresivos será puesta a prueba una vez más.

Esta reposición llega en un momento significativo para la danza chilena. El Ballet de Santiago, bajo la dirección de César Morales, ha demostrado una creciente ambición artística que se refleja tanto en la selección de repertorio como en la promoción de sus bailarines. La decisión de confiar roles principales a intérpretes recién ascendidos habla de una institución que mira hacia el futuro con confianza en su capacidad formativa.

Para Laleska Seidel y Felipe Arango, este debut en los roles de Giselle y Albrecht representa no solo el reconocimiento a años de trabajo sino también la responsabilidad de encarnar personajes que han sido interpretados por las más grandes figuras de la historia del ballet. Giselle, considerada la “Hamlet” del repertorio femenino, demanda de sus intérpretes una combinación única de virtuosismo técnico y profundidad dramática. Albrecht, por su parte, debe transitar desde la frivolidad aristocrática hasta el arrepentimiento más profundo, mostrando toda la gama expresiva del ballet masculino.

El público de Santiago tendrá la oportunidad de presenciar un momento histórico: el nacimiento de nuevos intérpretes principales en una de las obras más exigentes del repertorio mundial. Es el eterno milagro del ballet clásico, donde cada nueva generación redescubre los grandes roles y los recrea desde su propia sensibilidad, manteniendo viva una tradición que ya cumplió más de 180 años de existencia.

Miércoles 10 de septiembre a las 19:00 horas, viernes 12 de septiembre a las 19:00 horas, sábado 13 de septiembre a las 17:00 horas, lunes 15 de septiembre a las 19:00 horas y martes 16 de septiembre a las 19:00 horas.

Entradas disponibles en boleterías del Teatro Municipal de Santiago y en www.municipal.cl