Una despedida con honores en la última función del Teatro Argentino

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Miguel Moyano cierra su carrera en las alturas. Ph: Guillermo Genitti.

Miguel Moyano cierra su carrera en las alturas mientras el ballet platense despliega un programa de luces y sombras

La última función del programa en el Teatro Argentino de La Plata tuvo el sabor agridulce de las despedidas significativas. Entre aplausos y emociones contenidas, el público asistió no solo al cierre de una temporada sino al final de una era: la despedida de Miguel Moyano, bailarín de la casa que durante años ha sido sinónimo de excelencia técnica y magnetismo escénico. Su última aparición, elevado en las alturas del cuadro final de “Bolero”, se convirtió en la metáfora perfecta de una carrera que siempre supo encontrar la grandeza en cada salto al vacío.

Moyano, poseedor de un gran dominio técnico y un histrionismo natural que lo convirtió en uno de los intérpretes más queridos del público platense, eligió despedirse desde lo alto, literalmente. En esa imagen final del “Bolero” de Simeone, suspendido sobre el escenario como una figura mítica, se condensaron años de entrega artística y la capacidad única de este bailarín para transformar cada interpretación en un momento de encuentro genuino con la audiencia.

El invierno, uno de los momentos más potentes de Vivaldi x 4. Ph: Guillermo Genitti.

El programa que acompañó esta despedida ofreció un panorama diverso de la danza contemporánea, con resultados dispares que reflejaron tanto las fortalezas como los desafíos del ballet del Teatro Argentino. “Vivaldi x 4”, la obra de Alejandro Cervera, mostró momentos logrados donde los bailarines estuvieron claramente a la altura de lo propuesto por el coreógrafo. Sin embargo, la pieza no terminó de materializar los contrastes y matices dancísticos que deberían haber acompañado la riqueza musical de “Las Cuatro Estaciones”. La partitura de Vivaldi, con sus cambios climáticos y emocionales tan marcados, parecía pedir una respuesta coreográfica más contrastante que la que finalmente se plasmó en escena.

Diferente fue la experiencia con el “Adagietto” de Oscar Araíz, en reposición de la directora del ballet María Fernanda Bianchi. Esta obra, que forma parte del repertorio emocional fundamental de la danza argentina, volvió a demostrar por qué mantiene su capacidad de conmover al espectador después de tantas representaciones. El dúo fue interpretado con notable solvencia por Elizabeth Antúnez y Miguel Ángel Klug, siendo este último quien se destacó por su precisión tanto técnica como interpretativa.

El dúo fue interpretado por los bailarines: Elizabeth Antúnez y Miguel Ángel Klug. Ph: Guillermo Genitti.

Klug demostró su capacidad para sostener la complejidad técnica del “Adagietto” sin perder nunca la línea expresiva, habla de una madurez artística que encuentra en este tipo de obras el territorio perfecto para desplegarse. Junto a Elizabeth Antúnez, construyó ese diálogo íntimo que la coreografía de Araíz requiere, creando momentos de verdadera comunión entre intérpretes y audiencia.

El “Bolero” de Simeone cerró la noche con la fuerza dramática que caracteriza a esta obra emblemática. Más allá de su valor coreográfico intrínseco, la pieza adquirió en esta ocasión un significado especial por ser el marco elegido para la despedida de Moyano. Ver al bailarín en ese final apoteósico, elevándose sobre el escenario mientras la música de Ravel alcanza su clímax, generó una emotividad que trascendió lo meramente artístico para convertirse en homenaje viviente.

El “Bolero” de Simeone cerró la noche con la fuerza dramática que caracteriza a esta obra emblemática. Ph: Guillermo Genitti.

La elección del “Bolero” como obra de despedida no fue casual. Esta pieza, que demandó de los intérprete una resistencia física y una intensidad dramática sostenidas durante toda la obra, se convirtió en el vehículo perfecto para que los 39 bailarines en escena junto a Moyano demostraran una última vez todas sus cualidades artísticas. El crescendo musical y coreográfico de la obra funcionó como metáfora de una carrera que siempre supo encontrar en cada desafío una oportunidad para crecer.

Miguel Moyano se despidió con emoción de la escena platense. Ph: Guillermo Genitti.

La Orquesta Estable del Teatro Argentino, bajo la dirección de Nicolás Favero Urbiztondo (Vivaldi x 4) y Carlos Vieu (Adagietto y Bolero), acompañaron con solvencia todo el programa.