Esencia Flamenca

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María Juncal, pasó por Buenos Aires. Ph: YKE.

Nacida en Canarias, donde dio sus primeros pasos en el mundo de la danza, María Juncal se convirtió en una destacada bailaora que desarrolló buena parte de su formación profesional en la reconocida escuela madrileña de flamenco “Amor de dios”.

Con varios espectáculos en su haber, la artista pasó por Buenos Aires en el marco de una gira que incluyó clases y presentaciones en ciudades con gran afición a este arte como Panamá, Lima, Rosario, Mendoza y San Juan.

Dueña de una sensualidad cautivante, Juncal desplegó todo su virtuosismo y precisión, y una sorprendente destreza en el manejo de la bata de cola. Ph: gentileza prensa.

En su paso por la capital porteña, la Sala Mediterránea fue el espacio elegido para dictar sus cursos y las dos presentaciones que tuvieron lugar el sábado 27 y el domingo 28 de septiembre.

Acompañada por los talentosos Maxi Serral y Álvaro González al cante, Juan Romero Cádiz en la percusión, y Esteban Gonda a la guitarra, el cuarteto supo estar a la altura de un espectáculo bastante más sofisticado que lo que podría esperarse de un tablao tradicional, dejando ver una cantidad de arreglos y detalles que, considerando el breve período de ensayos, debieron suponer un compromiso y un desafío por parte de nuestros músicos locales.

Si bien el espectáculo comenzó con la interpretación de un poema leído y cantado por Maxi Serral, no puede decirse que hubiese una línea argumental regente que lo atravesara musical o coreográficamente convirtiéndolo en “obra”. En todo caso, se podría intuir que la puesta en escena propuesta por Juncal, fue diseñada para escenarios de mayor tamaño y acompañamiento lumínico. Sin embargo es justo decir que la cercanía impuesta por la sala de la bailaora Marcela Suéz -con entradas agotadas en la función del sábado 27-, imprimió a la pieza un ambiente de profunda intimidad y calidez, haciendo sentir al público una parte propia e irrefutable de la magia producida sobre el tablao.

En cada baile, la artista lució un traje diferente. Ph: YKE.

La artista desarrolló tres bailes comenzando con unas seguiriyas, para luego dar curso a una soleá con bata de cola y rematando la noche por cantiñas. Dueña de una sensualidad cautivante, Juncal desplegó todo su virtuosismo y precisión, y una sorprendente destreza en el manejo de la bata de cola que logró desplegar en un espacio verdaderamente reducido. Con un inolvidable cambió a bulerías, este cuadro se convirtió, sin dudas, en una de las estrella de la noche, que también se caracterizó por su especial glamour. En cada baile, la artista lució un traje diferente, que, en mayor o menor medida se alejaban de los vestuarios arquetípicos ganándose cierto protagonismo, a la vez que transfiriendo a la pieza un toque de sofisticación y elegancia que la bailaora supo hacer parte de su baile.

La velada culminó con cálidas palabras de agradecimiento por parte de la artista y una platea feliz de recibir visitas y de formar parte del encuentro.