Se pone en marcha la Máquina Argentina de Danzas

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La Máquina Argentina de Danzas estará integrada por catorce bailarines, con dos maestros estables y el concurso de docentes de diversos estilos, contó Ricky Pashkus. Ph: gentileza de la producción.

Se trata de una compañía rentada que interpretará obras inéditas de coreógrafos nacionales, con foco en la danza jazz, el teatro musical y los ritmos populares.

El coreógrafo, director teatral y docente Ricky Pashkus y la Secretaría de Cultura de la Nación, que encabeza Leo Cifelli, se unieron para crear la Máquina Argentina de Danzas, una nueva compañía artística orientada a la creación y puesta en escena de obras originales dentro del lenguaje de la danza jazz, el teatro musical y los ritmos populares.

En diálogo con Balletin Dance, Pashkus cita como antecedente de este proyecto uno de características similares que impulsó la coreógrafa estadounidense Lee Theodore en los años ’60 y ’70 del siglo pasado: The American Dance Machine. “Fue una compañía muy famosa -cuenta-, que viajó por todo el mundo y que yo llegué a ver a principios de los ’80. Siempre me impresionó porque, a diferencia de las compañías de danza clásica o moderna de esa época, esta se dedicaba a reponer musicales, pero no como obras teatrales completas sino sólo los números coreográficos. Todos sus espectáculos eran de una enorme vitalidad”, recuerda.

Algo de ese formato copió Pashkus cuando creó la carrera de Comedia Musical en el IUNA (hoy Universidad Nacional de las Artes, UNA) y se puso al frente de la Compañía de Teatro Musical de esa casa de estudios. Y también más adelante, en otros dos proyectos de carácter independientes: la Compañía de Teatro Musical Juvenil (CTMJ), que aún hoy conduce junto a Paula Schapiro, y un elenco que conformó y dirigió a comienzos de los años 2000 con su admirado Chet Walker. “Por múltiples razones, siempre pensé que eso ya no podría volver a repetirse -admite-, pero después de muchos años de espera e insistencia empiezo a conseguirlo”.

Luego de las audiciones en ciudades del interior, todos los preseleccionados coincidirán en febrero en Buenos Aires para la instancia final. Ph: gentileza de la producción.

Uno de los condicionantes que más lo desanimaba era que no quería embarcarse en un proyecto donde el trabajo de los bailarines no fuese rentado: “Sabía que si era así no iba a prosperar”. Fue entonces cuando entró en escena la Secretaría de Cultura de la Nación para apuntalar la idea y otorgarle un carácter federal a la convocatoria llamando a audiciones a artistas de todo el país.

El propio Pashkus asumió el compromiso de seleccionar a los postulantes viajando a las provincias. Ya pasó por ciudades como Ushuaia, Rosario, Córdoba, Posadas, Mar del Plata y San Miguel de Tucumán, y en las semanas venideras lo hará en Bahía Blanca (el sábado 15) y Salta (el 29). Los preseleccionados confluirán en Buenos Aires para una prueba final, a la que se sumarán los candidatos de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, el 26 de febrero en el Palacio Libertad. La inscripción permanece abierta a través del link https://bit.ly/MADCaba.

ACOMPAÑAMIENTO

La Máquina Argentina de Danzas estará integrada por catorce bailarines que tendrán asegurado un contrato por un año. Desde la dirección del proyecto se prestará colaboración a quienes lleguen desde el interior para que puedan instalarse en Buenos Aires. “Claro que no podemos hacernos cargo de mantenerlos”, aclara Pashkus. “Supongamos que se les pagan uno o dos millones de pesos mensuales, no lo sé. Bueno, nosotros nos comprometemos a acompañarlos para conseguir un lugar donde vivir, o a conectarlos para que entre dos, tres o cuatro puedan compartir un departamento”.

La búsqueda artística está orientada a bailarines mayores de 18 años que más allá de su formación específica tengan una buena base de danza clásica (“es el punto de partida y a partir de ahí todo lo demás va a fluir bien”). La compañía trabajará lenguajes como la danza jazz, el teatro musical, el tango, el folklore y los ritmos urbanos, “en versiones coreográficas nuevas, esa es la diferencia: no haremos reposiciones de obras preexistentes, no es el objetivo de este proyecto”, advierte el creador. Aunque todavía no hay nombres confirmados, imagina para la audición final en el ex CCK un jurado conformado por Noemí Coelho, Gustavo Carrizo y Vanesa García Millán, entre otros referentes de la danza argentina.

-¿Con qué coreógrafos aspiran a trabajar?

-Habrá dos vías: nosotros convocaremos a aquellos maestros que nos interesen y aceptaremos también que los nuevos puedan acercarnos proyectos. Es sabido que la obra coreográfica de nuestro género no es tan frecuente. Hablo de obras como las que crean Elizabeth de Chapeaurouge, Analía González, Juan Martín Delgado, Gustavo Wons, Vero Pecollo, Alejandro Ibarra. A ellos vamos a tratar de interesarlos en ser parte, y también a los nuevos.

-¿Imagina cuáles pueden ser los primeros títulos?

-No, porque no quiero condicionar a los coreógrafos que vayan a acompañarnos. Quiero que creen con libertad sus propias obras, originales e inéditas.

-¿Catorce bailarines es un buen número para un proyecto como este?

-Es el mejor número posible al día de hoy. Naturalmente, si tuviéramos veinte o treinta podríamos avanzar con proyectos más grandes y fuertes. Ojalá que eso se dé a través de los años.

-No hay una edad máxima para presentarse a audicionar. ¿Están abiertos a recibir bailarines senior?

-¿Y por qué no? Claro…Si yo veo un buen bailarín de 45 años, ¿por qué habría de dejarlo de lado? Pero tiene que estar muy entrenado.

-¿Con qué nivel de artistas se encontró en los lugares que visitó?

-Hay gente muy talentosa, con mucha vitalidad. Es eso lo que necesitamos porque este tipo de danza es muy kinética, demanda mucha energía. Naturalmente no habrá lugar para todos porque necesito armar el mejor grupo posible para pegarla. En el mundo, este tipo de compañías no son tan frecuentes. En su momento estaba Les Ballets Jazz de Montreal, pero han ido abandonando el jazz de a poco. Yo creo que hay mucho para hacer con este lenguaje teatral de la danza.

PRIMEROS PASOS

Puesto a proyectar, Pashkus sueña con un gran debut de la Máquina Argentina de Danzas en el Palacio Libertad, dando inicio a un recorrido por salas públicas y privadas de todo el país. Se atreve a fantasear, incluso, con una temporada breve del elenco en algún teatro de la calle Corrientes. “Eso ya lo hablé. Quiero hacer con nuestros artistas algo como lo que fue ‘Nine Sinatra Songs’, de Twyla Tharp. Convocar a Nahuel Pennisi, a Soledad, a Fer Dente, no lo sé, y hacer una o dos semanas de funciones acá”.

La Máquina Argentina de Danzas tendrá a Pablo Juin (baile) y Agustín Vidal Rossi (teatro) como maestros estables, y contará con el concurso de docentes de los estudios de danza nucleados en Ceadytem (Colectivo de Educación Artística en Danza y Teatro Musical), asociación de la que Pashkus es presidente. La nueva compañía tendrá como sede el ex Palacio de Correos porteño.

Ricky Pashkus en la última entrega de los Premios Hugo, uno de los múltiples proyectos que lleva adelante. Ph: gentileza de la producción.

LO QUE VIENE

Los viajes y preparativos vinculados a este nuevo proyecto conviven en la abultada agenda de Ricky Pashkus con sus compromisos como director de escena. El 6 de diciembre reestrenará el musical ‘Pretty Woman’, con Florencia Peña y coreografía de Vero Pecollo, en el Teatro Mar del Plata. Y el 9 de enero hará lo propio con el drama ‘La ballena’, protagonizado por Julio Chávez y Laura Oliva, en la sala Tronador de La Feliz. En febrero, en tanto, ‘La ballena’ desembarcará en el Teatro Comedia de Córdoba.

En paralelo, en las audiciones que Pashkus viene tomando para conformar la Máquina Argentina de Danzas selecciona jóvenes talentos y les otorga becas de estudio en el Instituto Argentino de Musicales (IAM), proyecto de formación que comparte con Fer Dente. “Me lo propuse desde que estuve al frente de la escuela de la Fundación Julio Bocca y lo mantengo. Este tipo de iniciativas de formación no pueden tener menos de un diez por ciento de alumnos del interior becados. Todos sabemos lo que le cuesta a la gente de las provincias acceder a estos lugares, y a la vez somos conscientes de que generar un intercambio cultural es muy necesario”.

-¿De dónde saca la energía para estar tan activo?

-Me rodeo de muy buenos equipos. Además, si no hiciera esto estaría tirado en la cama todo el día, triste. Tengo setenta años y si bien alguno puede pensar ‘bueno, ya es hora de soltar’, yo no tengo esa sensación. Necesito seguir haciendo lo que amo, que hoy no es coreografiar o dirigir; eso fue en otra etapa de mi vida. Hoy amo coordinar, organizar, gestionar. Me gusta sentarme con el político y conseguir un apoyo, el respaldo para una beca. En ese sentido, la edad tiene algo a favor: te abre puertas porque ya te conocen de antes. ¿Cómo no voy a aprovechar este poder que me han dado los años?

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Daniel Sousa
Licenciado en Periodismo (USAL). Es Subjefe de Redacción y Editor de la sección Espectáculos del Diario La Prensa, de Buenos Aires. Además, es responsable del sitio web de noticias de Radio Meridiano (Mercedes, BA). Escribió en las revistas Fortuna, Danza Europa y Américas (Reino Unido), Destino Zero (España), Buenos Anuncios, Ohlanda, Buzz, OrientAr, TravelArg, Off, y en el Diario Perfil. Ligado a la danza desde su niñez, fue integrante del Ballet Salta y realizó giras al exterior con distintas compañías de tango y folklore. Es jurado de los Premios Hugo al Teatro Musical y miembro de la Asociación Premios Chúcaro a la Danza Folklórica.