Nuremberg. Ancla de las Nuevas Coordenadas

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Con “Noise Signal Silence”, el Staatstheater Nürnberg y el Ballet of Difference inician una nueva historia. Ph: Pedro Malinowski.

Una nueva playa para la diferencia

El lado positivo del panorama cultural alemán –aunque últimamente está siendo puesto a prueba por las nuevas políticas de austeridad (¡y de rearme!) que recortan significativamente el financiamiento a la cultura–, es que los artistas todavía pueden permitirse ver cómo se les cae un proyecto y, relativamente pronto, encontrar nuevas “playas” donde recalar, anclar para seguir desarrollando su visión. 

El hecho de que esas oportunidades sigan surgiendo desde los escenarios de un teatro estatal, es decir, de una institución pública, es un dato significativo: aunque el tema de la crisis democrática esté en boca de todos, en Alemania parece existir todavía un conjunto saludable de anticuerpos culturales que, esperamos, no desaparezcan y sigan resistiendo.

“Oval”, el primer trabajo del programa, fue creado en 2019 para el Staatsballett Berlin. Ph: Pedro Malinowski.

Luego de las tensiones que llevaron a la compañía Ballet of Difference y a su director, Richard Siegal, a considerar concluida su experiencia en Colonia –especialmente en el Schauspielhaus– por la falta de un apoyo institucional adecuado, el elenco “se mudó” a Nuremberg y su teatro estatal (Staatstheater Nürnberg). 

La dirección buscaba una nueva visión coreográfica que pudiera tomar el relevo de Goyo Montero, quien condujo la compañía de ballet del teatro durante más de quince años: un período en el que estrenó obras de peso, consolidó una línea estética consistente y logró formar en la ciudad una verdadera comunidad de amantes de la danza.

La primera producción de la nueva compañía, estrenada el 15 de noviembre, refleja claramente los objetivos que Richard Siegal busca impulsar: continuar su investigación artística iniciada con el Ballet of Difference (que fundó como un proyecto independiente y fue institucionalizando progresivamente), sin renegar del pasado, pero usándolo como trampolín para un futuro que prevé una fusión con el ensemble del teatro de Nuremberg. Un encuentro entre los miembros de las respectivas compañías, nuevos injertos y una parte de variables e incógnitas que podrán empujar al grupo hacia perspectivas inéditas, quizás no del todo imaginadas, ni siquiera por el propio Siegal.

Con “Noise Signal Silence”, el Staatstheater Nürnberg y el Ballet of Difference inician una nueva historia, con tres coreografías firmadas por Richard Siegal, ofreciendo una muestra genial, con visión verdadera, de lo que el ballet puede llegar a ser en la era de la tecnología.

La segunda pieza “Unitxt”, fue creada en 2013 para el Bayerisches Staatsballett. Ph: Pedro Malinowski.

“Oval”, el primer trabajo del programa, fue creado en 2019 para el Staatsballett Berlin. Representa la versión más típica de la fluidez que caracteriza el lenguaje de Siegal. Una mezcla de estilos que van desde el uso de zapatillas de punta tanto para varones como para mujeres, danza contemporánea, elementos del clubbing o voguing fundidas en combinaciones intrincadas que requieren gran concentración y ductilidad. Coreográficamente resultan particularmente interesantes los tríos, donde las posibilidades compositivas se vuelven más impredecibles y dinámicas, revelando una frescura que captura la atención, incluso cuando no son el foco principal de la escena. Los bailarines, también embajadores de una fluidez y un caleidoscopio de backgrounds que igualmente no renuncian a “bailar juntos”, parecen menos cómodos en los pasajes donde los tecnicismos más marcadamente clásicos toman la delantera. Como si el vocabulario tradicional limitara momentáneamente esa ductilidad de movimiento que la coreografía busca explorar.

La segunda pieza “Unitxt”, fue creada en 2013 para el Bayerisches Staatsballett. Presenta una estructura más marcadamente heteronormada, apoyada en dinámicas de duo y en el partnering hombre-mujer. Allí los intérpretes se desplazan con mayor soltura y espíritu, como si este vocabulario —más próximo a las raíces forsytheanas de Siegal— les resultara un terreno más familiar. La danza casi marcial que recorre la pieza evoca la imagen de una sociedad atomizada, donde la precisión mecánica convive con un peso social creciente que la envuelve incluso cuando el ritmo musical desaparece. La coreografía deriva a veces en convulsiones y colapsos, pequeñas cesiones físicas que parecen revelar el sufrimiento del individuo aplastado por la dinámica del sistema.

La tercera obra, “Lilac”, creada especialmente para este debut y ubicada como cierre de la velada, muestra un costado más emocional de Siegal respecto a las piezas anteriores. Es un último cuadro casi primaveral, un contrapunto poético colectivo que funciona como pausa reflexiva y, al mismo tiempo, como apertura hacia el porvenir. La coreografía, en gran parte enrarecida pero intensa y densa, parece detenerse en un espacio meditativo: una manera de mirar lo que fue sin renegar de nada, proyectándose con decisión hacia nuevas posibilidades —tal como hace Siegal en su nuevo capítulo en Nuremberg.

El uso del texto, aunque mínimo, quizás no resulte estrictamente necesario: el creador demuestra que puede apoyarse plenamente en su artesanía coreográfica y en la solidez de sus conceptos, capaces también de tocar fibras emotivas. Las imágenes que construye llegan al espectador sin necesidad de explicaciones, mientras que la inserción de palabras corre el riesgo —en este contexto— de distraer, más que aportar significado.

La tercera obra, “Lilac”, creada especialmente para este debut. Ph: Pedro Malinowski.

Demasiado brevemente, para no extender este artículo más de lo necesario, se menciona a continuación el trabajo conceptual de Richard Siegal en colaboración con los artistas sonoros y de iluminación.

En las dos primeras piezas, Siegal se apoya en composiciones musicales de Alva Noto. En “Oval”, predomina la estrecha relación con el anillo escénico que domina el espacio y visibiliza la música electrónica a través de efectos visuales diseñados por Matthias Singer, que funcionan casi como una partitura lumínica y, al mismo tiempo, como la savia de un extraterrestre que envía señales a los cuerpos en escena, moldeando sus acciones. 

En “Unitxt, en cambio, prevalece un ritmo insistente y repetitivo que sugiere, a la vez, tribalismo y automatismo, creando un piso sonoro para una coreografía que —por momentos— roza el clubbing berlinés de estos tiempos.

Finalmente para “Lilac”, otro colaborador habitual de Siegal: Lorenzo Bianchi Hoesch, que produce un sonido más expansivo que lineal, ofreciendo una suerte de suspensión auditiva que acompaña las intenciones coreográficas y aporta un colchón sobre el cual la obra se apoya.

No queda más que desear una feliz vida artística al nuevo Staatsballett Nürnberg Ballet of Difference, una compañía que funda sus bases en la historia de 400 años de ballet, pero que también lleva consigo su propio pasado personal y que está reenergizado gracias a sus nuevas coordenadas, tanto geográficas como humanas.

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Fabio Toraldo
Nació en Taranto, Italia. Allí se formó como bailarín y en Florencia en la escuela del “Balletto di Toscana”, donde también estudió historia de la danza con Silvia Poletti, célebre profesora, periodista y crítica de danza. Empezó su carrera profesional como integrante del ballet de la Ópera de Leipzig (Alemania) bajo la dirección de Paul Chalmer, y siguió trabajando con Robert North en la compañía de los Teatros de Krefeld y Mönchengladbach. Bailó en la compañía de Ballet de la Ópera de Graz (Austria) bajo la dirección de Jörg Weinöhl (2015-2018) y de Beate Vollack (2019-2020). Desde 2020 se desempeñó en el rol de Souffleur para la ópera y ocasionalmente en calidad de Regieassistent. A partir del verano 2022 continuó evolucionando su visión artística en el Teatro de Regensburg en Alemania como Regieassistent y coreógrafo. En el verano de 2023 comenzará su labor con ese mismo rol, en el Teatro de la ciudad de Bremen.