El Ballet Estable del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino subirá a escena desde el próximo viernes 16, y hasta fines de agosto, con su segundo espectáculo de la temporada, con un jerarquizado programa que llevará la firma del gran coreógrafo. Será el regreso del artista a la ciudad de La Plata, allí donde tuvo sus comienzos en la danza y en una institución con la que generó un vínculo extraordinario. El propio Araiz y la directora del cuerpo de baile, María Fernanda Bianchi, ofrecieron detalles de la propuesta.
Difícilmente se tenga registro en una compañía de danza que la estructura de su programa presto a subir a escena se conforme por cuatro coreografías firmadas por el mismo artista. Esta excepción integra hoy Cuatro tiempos, el espectáculo que desde el viernes 16 de agosto, y hasta fin de ese mes, el Ballet Estable del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino ofrecerá bajo un trabajo de la jerarquía que lleva el sello de Oscar Araiz, un creador ligado a la vida de la institución desde principios de los ’60, en que los tiempos de cambios en la danza comenzaban a vislumbrarse desde una mirada vanguardista.
Araiz es, a través de sus trazados, un mayúsculo intérprete de toda esa vertiente inoxidable y arrebatadora del lenguaje que transcribe su inspiración en el arte de Dore Hoyer, Renate Schottelius, Ana Itelman y Élide Locardi, entre tantos otros maestros. Y se erige como un arquitecto de las sutilezas, que se entrega minuciosamente a la docencia en cada una de sus reflexiones acerca de la creatividad, la sensibilidad, la frecuencia energética, el poder de la música y la poesía de la danza.
Su relación inquebrantable con el Teatro Argentino a lo largo de los tiempos atravesó su etapa inicial como bailarín, sus visitas como coreógrafo o la estadía en carácter de director de la compañía. En noviembre último, este coliseo fue partícipe del estreno absoluto del documental Puro juego, en el que su recorrido en el arte del coreógrafo quedó retratado en un registro minucioso, preciosista y bello de la mano del documentalista Daniel Evans. Había que comenzar en el lugar donde todo se forjó, y así sucedió.
Cuatro tiempos, según Araiz, “son cuatro momentos que compartieron un lugar específico, el Grand Théâtre de Genève, durante la brillante gestión de su director Hughes Gall, recientemente desaparecido; una década de años; una compañía de danza sólida y dispuesta a combinar el espíritu académico y los juegos de la experimentación. En esa conjunción enriquecida con la presencia de la Orquesta de la Suisse Romande, se realizaron estos ejercicios coreográficos que hoy configuran una suite vinculada al momento presente del Teatro Argentino. Cantares resignificala herencia hispánica del compositor, Rapsodia es una aproximación al juego de las energías, los deseos y sus mecánicas y estrategias; L’Hirondelle (primera representación en este escenario) alude a la personalidad y el tiempo de Misia Sert, mecenas inspiradora y confidente de Serge Diaghilev, Maurice Ravel, Henri de Toulouse Lautrec, Pierre Bonard, Stéphane Mallarmé y Félix Vallotton, entre otros, y, por último, La mer, que evoca una danza como energía coral, la fluidez del aire y el agua en sus significaciones físicas, simbólicas y espirituales”.
Para la directora del Ballet Estable del Argentino, María Fernanda Bianchi, el espectáculo posee una energía especial. “Hoy poder trabajar con Oscar es un privilegio único. Los bailarines saben que no son situaciones frecuentes, por lo que entonces se generó una expectativa maravillosa desde el primer ensayo. Siempre es muy necesario abordar repertorios que alternen con lo estrictamente clásico, y hacerlo con un coreógrafo de su valía enriquece a la compañía”, sentenció.
Bianchi asumió funciones en febrero último, luego de haber cumplido durante años una impecable carrera en la institución en la que se retiró como primera bailarina. Desde que tomó posesión del cargo en la presente temporada, tuvo que abocarse a realizar un exhaustivo relevamiento de cómo estaba el cuerpo de baile y, a partir de allí, pensar en una programación. Sin dudar, explicó que “hubo y hay mucho diálogo con los integrantes, su énfasis está enfocado, fundamentalmente, en la cantidad de funciones realizadas de muchos años a esta parte. Necesitan y quieren bailar más. Contamos con el respaldo de las autoridades del teatro y del Instituto Cultural para poder armar programas con varias fechas. Tenemos en claro hacia dónde vamos y la compañía que queremos ver en el escenario”.
Más adelante, resaltó el desafío que representa Cuatro tiempos, por la conformación del cuerpo de baile en el que no todos los miembros tienen experiencia en obras contemporáneas. “Quiero que experimenten y puedan desarrollar repertorios variados, si bien la base siempre es clásica, tienen que estar preparados para afrontar compromisos que revitalicen, incorporen nuevos títulos y fortalezca un cuerpo de baile capaz de ofrecer espectáculos a la altura de su rica historia”, reflexionó.
La propuesta tendrá, además, a la orquesta estable del Teatro Argentino dirigida por el maestro Carlos Calleja y un destacado staff técnico, en una producción realizada íntegramente en los talleres del primer coliseo de la provincia de Buenos Aires.
Cantares, sobre la Rapsodia española de Maurice Ravel (1875-1937), es una pieza breve para mujeres solas, sobre la temática de lo femenino e hispánico. Aparecen en ella esbozos de retratos lorquianos: los sentimientos reprimidos en Preludio a la noche, la alegría y las confesiones en Malagueña, la sensualidad arábiga en Habanera, la explosión de color y libertad en Feria. Cantares formó parte del espectáculo Ibérica, inspirado en la poesía, la pintura y la música peninsulares. El Ballet Estable del Teatro Argentino lo llevó a escena por primera vez en la temporada 1995 y lo reprogramó en 1996 y 2018.
Acerca de Rapsodia, con partitura de Rapsodia sobre un tema de Paganini de Sergei Rachmaninov (1873-1943), Araiz expresó que “su opción formal y abstracta se dispara a partir de una impulsión generatriz de energía que desencadenan diferentes tipos de comunicación, acciones y consecuencias. Diversas formas de ataque, impacto y respuestas, crean situaciones dramáticas. Con ello, la opción abstracta se acompaña con la teatral. La obra es un intercambio lúdico de energías tal como pueden ser percibidas alrededor de una mesa de juego o en las relaciones de los diferentes timbres de la orquesta. Siempre hay un coordinador de estas energías: un croupier, un director musical, pero el factor externo (la fortuna, la suerte) tienen también su rol jugador. Frente a esta estructura, el espectador queda libre de intervenir, identifica las imágenes que le son propuestas con su propio registro interior. Juego de cartas, juego de manos, trucos, todas actividades donde cada uno de los participantes se esfuerza en alcanzar su propio objetivo, frente a otros o de los otros. Apostadores, ganadores o perdedores. Mesa de juego, sala de concierto o escena, el juego dramático de la vida es permanente”.
La obra se conoció en este teatro en la temporada 2002, en un programa que la integraban otros dos trabajos del artista, Adagietto y Magnificat.
Dentro de Cuatro tiempos, aparece el estreno para el Argentino: L’Hirondelle, con música del citado Ravel (Valses nobles y sentimentales), que revela detalles emocionales de la vida de Misia Sert -1872/1950- considerada uno de los símbolos del París de la Belle Époque, quien se relacionó con Sergei Diaghilev, Maurice Ravel, Henri de Toulouse-Lautrec, Pierre Bonnard, Stéphane Mallarmé y Félix Vallotton, entre otros, y se convirtió en la musa y mecenas de muchos artistas. El coreógrafo desarrolla aquí un torrente de matices emocionales en los vínculos que la protagonista de la historia generó con los hombres. Su primera representación tuvo lugar en Ginebra en 1986.
Por último, La mer (El mar) tiene por música los tres bocetos sinfónicos del mismo nombre, que Claude Debussy (1862-1918) compuso en el período 1903/1905, sonidos sobre los que el Araiz gestó entre 1984 y 1985. Se incorporó al repertorio del primer coliseo de la provincia de Buenos Aires en 2018 y en esa oportunidad el artista señaló que en este trabajo “la construcción de un juego teatral y coreográfico, las leyes de la física y la naturaleza se confunden íntimamente con el mundo anímico de los jugadores”.
————————————————————————————————————–
Cuatro tiempos: viernes 16 y 23; jueves 22 y sábado 24, a las 20; domingos 18 y 25, a las 17.
Más información
Las entradas gratuitas, con reserva online, se podrán obtener a partir del miércoles 14, para las dos primeras funciones; el miércoles 21, para las funciones del 22 y 23 de agosto; y por último, el viernes 23 para las funciones del 24 y 25 de agosto, siempre a las 12, y a través del link (https://www.gba.gob.ar/teatro_argentino/programacion) publicado en la Web y en las redes sociales del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Teatro Argentino.
Las personas mayores de 65 años tendrán además la opción de reservar sus entradas de forma presencial el miércoles 14 de agosto, para las dos primeras funciones, el miércoles 21, para las funciones del 22 y 23 de agosto; y por último, el viernes 23 para las funciones del 24 y 25 de agosto, siempre entre las 12 y las 18, en la boletería del Teatro, presentando su DNI.