“Si la miraras desde acá, verías su gesto titubeante, una patada que no llega a ser, y una dulce fortaleza. Si la observarías después, notarías su irreverencia, su vejez y juventud mezcladas. Si la miraras desde allá, la verías caer, veloz, insegura, desarmada hasta aquietarse”. Sinopsis Mujer Diamante
La creación de Natacha Visconti y Jéssica Alonso se presentó en el Centro Cultural Borges, en el marco de la convocatoria nacional Situar Danza. Contó con la interpretación destacable de Sofía Rypka, anteriormente realizada por Alonso en el Festival Callejón 4ta edición.
En cuanto al nombre de la obra refiere atodas las facetas que pueden convivir en una persona. Un diamante de talla brillante tiene 57 caras y cada una muestra un reflejo diferente. Este fenómeno está perfectamente representado de manera transversal. Desde un principio, Rypka aparece de golpe, como una piedra preciosa en bruto y rebota sobre su eje varias veces antes de llegar al centro de la luz.
En diálogo con Balletin Dance, la directora explicó cómo coexisten las distintas maneras de transitar el movimiento y “los universos kinéticos en una misma persona”. Además, Visconti relató parte del proceso de creación: “Desde la improvisación, buscamos nuevos modos que no son los que estamos habituadas y tratamos de jugar en ese lugar donde el cuerpo no responde de la manera más inmediata”.
El trabajo creativo se hace visible en escena. La intérprete se acomoda bajo el único reflector, una luz blanca y brillante que pone al descubierto su primera cara: un cuadro contemporáneo rítmico, en ocasiones es intenso, veloz y cambiante. Pero por momentos se vuelve delicada y se apacigua.
La perspectiva litúrgica puede devenir en drama, fatalidad, comedia o melancolía, según la cara del diamante que la iluminación refleje. De esta manera comienza el suspenso: hay una lucha interna que se externaliza, una riña que concluye en asesinato. El acto es digno de un cuento de Edgar Allan Poe.
En adelante aumenta la tensión, se establece un ritmo sofocante para transitar entre los estados hasta que surge un escenario totalmente opuesto. La bailarina se ríe, es una niña alegre que narra una historia. Es un recuerdo feliz con caída del precipicio incluida: “no tiene más pelo, no tiene más cara (…) y se murió -estira el cuerpo burlona-, final trágico”, relata.
Visconti, que cuenta con una extensa trayectoria en su haber, mencionó que la obra trata acerca de la diversidad, conjuga matices, modos de estar, moverse y accionar, ”trabajamos sobre los universos que conviven a la par, se retroalimentan y nos forman como individuos. Buscamos aceptar aquello que no está a flor de piel: estados, deseos, cosas reprimidas. Un caudal de personalidades habitan dentro de la misma persona”.
Una parte fundamental de este trabajo es la iluminación, a cargo de Sebastián Francia, que realza cada situación. Una creación conjunta por demás recomendable, con imágenes muy bien logradas, que demuestran trabajo, dedicación y técnica.
Próxima función: 12 de Agosto en el Centro Cultural Haroldo Conti
http://conti.derhuman.jus.gov.ar/areas/agenda/actividades-v2.php?d=danza
(Entradas disponibles con aproximación a la fecha del evento)