Cómo resignificar a Cenicienta

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En los roles principales: Laura Rauber y Fabio Roblejo. Ph: Carlos Villamayor.

El periodo de ensayo, producción y armado de una obra es extenso e implica un arduo trabajo. Sin embargo, cuando los resultados son los deseados o bien, superan las expectativas, todo el esfuerzo habrá dado sus frutos. Es por eso que reconfortan los aplausos efusivos en cada escena y al finalizar Cenicienta.

La representación del clásico cuento de Charles Perrault, está presente durante los primeros dos actos. El marcado estilo de conducción de Guido De Benedetti se refleja a través de guiños humorísticos. Podría decirse que toma el drama con una mirada más descontracturada y sin llevarlo al extremo. Incluso, cuando la trama comienza con una ceremonia fúnebre, por la muerte del padre de la protagonista.

La labor de la compañía es realmente valorable. Ph: Carlos Villamayor

La labor de la compañía es realmente valorable. La composición de escenografía estuvo a cargo de Víctor de Pilla, cumplió con los parámetros para aportar a la imaginación y, a su vez, permitió al público introducirse en la historia con encanto e ingenio. Además, la estética remontaba a la perfección aquellos detalles identificativos de la narración original. La puesta en escena se complementó con el muy acertado vestuario, que fue asistido por Laura Torrecilla.

Por su parte la capacidad del elenco se hizo visible en todo momento. Laura Rauber se adueñó de su personaje con plena dedicación, una Cenicienta que logra sonreír a pesar de las circunstancias que se le presentan. Rauber estuvo muy bien acompañada por su partenaire, Fabio Roblejo (príncipe). Cabe destacar el trabajo de Rodrigo Malpezzi (perro), Sofía Sciarata (madrastra), Aldana Jiménez y Sol Infer (hermanastras).

Impecable interpretación de Sol Infer y Aldana Jiménez como las hermanastras. Ph: Carlos Villamayor.

Malpezzi realizó variaciones complejas y con gran calidad interpretativa. Demostró su habilidad para causar asombro a través de saltos repletos de carisma y velocidad. Durante el segundo acto, en uno de los momentos más oscuros del relato, el bailarín se adueñó del escenario y abrió sus vestiduras en lealtad a la protagonista, seguida por varios fouettes que movilizaron al espectador.

Liliana Belfiore (hada) recibió el afecto de la sala en cada presentación. La étoile argentina, de relevancia internacional,hizo arte con su presencia escénica. Interactuó con los miembros del elenco y se volvió parte del mismo. Sin embargo, no hay forma de sacarla del foco visual cuando actúa. Belfiore es admirable y un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones.

Laura Rauber, Rodrigo Malpezzi y Liliana Belfiore (hada) quién recibió el afecto de la sala en cada presentación. Ph: Carlos Villamayor.

Anteriormente, en diálogo con Balletin Dance, el director, coreógrafo y ex primer bailarín delTeatro Colón, Guido De Benedetti, hizo referencia a las implicancias de realizar una producción completa, en tres actos y como responsable de una compañía no oficial. La tercera parte de esta obra fue realmente esperada, prometía ser original y con un lenguaje propio dentro de los márgenes de la trama convencional.

Efectivamente, cumplió con las expectativas: el príncipe navegó en un mar de doncellas para encontrar a su amada, las “antagonistas” de la historia tuvieron su derecho a réplica, y hubo lugar para desarrollar el desenlace en la vida de los personajes. Estos detalles extras, entre otros, le dieron la particularidad tan esperada.

Sofía Sciarata junto a todo el elenco masculino. Ph: Carlos Villamayor.

En el nombre de esta pieza se agregó la frase “un cuento que no es un cuento” y puede tener diversas interpretaciones. Quizás, a algunos espectadores que se hicieron presentes durante las funciones que tuvieron lugar en el Teatro Avenida, durante septiembre, los rememore a la infancia, hay quienes encuentran un matiz más psicológico o de carácter social en la fábula y en la inocencia están los niños. Una buena parte del público no había superado la primera edad y eso le dio otro tinte al espectáculo.

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Camila Hassan
Periodista recibida de TEA. Actualmente curso en UNDAV con el fin de ampliar mis conocimientos en periodismo. Con formación en danza jazz y clásica desde temprana edad, me considero una apasionada del género. Realicé notas en diversos medios digitales, como Bikini Burka (Madrid, España), plataformas con perspectivas medioambientales y colaboré en redacciones para temáticas de sociedad.