El martes 22 de octubre de 2024, murió la maestra de danza Mabel Silvera.
Había nacido en Uruguay. Fue integrante del Ballet del Sodre de Montevideo, donde estudió con los maestros Albert Pouyanne y Vaslav Veltchek.
Durante cinco años fue bailarina del Ballet Nacional de Cuba, en los albores de la compañía. Allí se perfeccionó bajo la guía de Fernando Alonso, Loipa Araujo, José Parés, Olga Krilova y Azari Plitsetsky, y en danzas de carácter recibió las enseñanzas de los maestros Guroff y Manzur. Con ellos realizó extensas giras por Europa y Asia.
Integró el Ballet Municipal de Chile (actualmente Ballet de Santiago) bajo la dirección de Genovaites Sabaliuskaites y Alexander Prokofiev, con este último se especializó en pedagogía y didáctica del ballet ruso. Llegó formar parte de la dirección artística de esta compañía.
Como docente ha sido invitada a trabajar en la Escuela de Danza del Instituto del Teatro Colón y del Ballet Estable, en la Diputación de Barcelona (España), Ballet Estable del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino (La Plata), Ballet de Santiago y Nacional de Chile y en el Ballet Nacional de Paraguay.
Asimismo, dictó cursos invitada por el Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile (Santiago), Ministerio de Educación de Paraguay (Asunción) y Secretaria de Cultura de la Nación en varias provincias argentinas.
Fue directora del Ballet Estable de Tucumán y regente de la carrera de danza del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Fue en esta época cuando su fascinación por la metodología de la escuela rusa de ballet, traspasó a la propia institución, llegando a maestros de danza de toda la Argentina.
Su trabajo como coreógrafa incluye los títulos Cuadros de una exposición, Carmina Burana, A la manera de Fragonard, Danzas Rumanas, Medea, Concierto Barroco, John Cage + Danza y Estampas.
En el Ballet Estable del Teatro Argentino asumió el rol de maestro de baile, coreógrafa y durante un breve período asumió la dirección de la compañía.
Luego de su retiro profesional, mantuvo un perfil reservado, confidencial, desconectándose por completo del ambiente de la danza e incluso del mundo digital.
La sucede su hija Ana Rosenthal, también maestra de ballet, quien fue la encargada de notificar su partida a través de las redes sociales. Allí pudieron leerse mensaje de cariño y agradecimiento, de exalumnos y compañeros de tantos años de trabajo.
Agradecemos la información obtenida para este artículo, a la gentileza de Marcos Napoli, jefe del archivo histórico artístico del Teatro Argentino de La Plata