In Memoriam: Dos diseñadores escenográficos que marcaron la historia del ballet

0
1
Salvador Fernández, Sergio Massa, capacidad de transformar la danza con una experiencia visual inolvidable. Sus legados perdurarán como inspiración para las futuras generaciones de creadores.

Salvador Fernández (1937-2024)

Salvador Fernández. Foto del portal Cuba en Escena. https://cubaescena.cult.cu/fallecio-el-disenador-cubano-salvador-fernandez/

Este 21 de diciembre falleció en La Habana el destacado diseñador cubano Salvador Fernández, figura central del diseño escénico en el Ballet Nacional de Cuba. Su legado incluye más de 300 producciones en danza, teatro, ópera y cine. Su icónico vestuario para el ballet Carmen y los diseños de Giselle, La bella durmiente del bosque y Don Quijote se destacan entre sus contribuciones más aclamadas.

Nacido el 10 de noviembre de 1937, Fernández combinó estudios de arquitectura con una profunda pasión por el diseño escénico, que lo llevó a formarse en Checoslovaquia. A lo largo de su carrera, recibió múltiples reconocimientos, como la Medalla Alejo Carpentier y la Orden Félix Varela.

Casado con la bailarina María Elena Llorente, Salvador Fernández fue mucho más que un escenógrafo: fue un narrador visual que transformó la escena cubana con su sensibilidad y creatividad.

Sergio Massa

Saludo final de Romeo y Julieta, en 2023, en el Teatro Argentino de La Plata. Foto tomada de la página de Facebook de María Massa

La escena argentina también perdió recientemente a Sergio Massa, destacado regisseur, escenógrafo y vestuarista. De familia de artistas (su madre y su hija bailarinas) había nacido en Buenos Aires, Massa se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Desde 1970, dedicó su carrera a la producción escenográfica y de vestuario para óperas y ballets.

Coordinó la producción escenográfica general del Teatro Colón de Buenos Aires entre 1991 y 1997, marcando un período de gran esplendor. Ha trabajado en salas de ópera de todo el país y también en Uruguay. Para preparar sus producciones, viajó a Europa en varias ocasiones. Entre sus obras más destacadas para ballets, se encuentran los diseños para Don Quijote, La Bayadera, Romeo y Julieta, Baile de Graduados, El Cascanueces, Estancia, El Amor Brujo, María de Buenos Aires y Carmina Burana.

Su creatividad abarcó desde ballets clásicos como Cascanueces y Coppelia hasta óperas de cámara y producciones experimentales, dejando una huella profunda en los principales escenarios de América Latina y Europa.