El pasado 21 de diciembre, el Consejo Argentino de la Danza (CAD), bajo la presidencia de Natalia Álvarez, organizó una cena de despedida del año que será recordada por la calidez y excelencia de cada detalle. En el Centro Cultural “Partido de la Estrada”, en la emblemática calle México 2849, más de un centenar de bailarines, coreógrafos, fotógrafos, profesores y figuras destacadas de la danza se reunieron para celebrar un año de logros y sueños compartidos.
La velada estuvo marcada por momentos de gran emotividad. Durante la ceremonia, el CAD entregó distinciones especiales a figuras cuya trayectoria y dedicación enriquecen el arte de la danza. Jorge Tabares, Eleonora Ferraro y Violeta Bianchi recibieron reconocimientos por sus contribuciones al mundo de la danza, en un momento que emocionó profundamente a los presentes y reflejó el espíritu de gratitud que impregnó toda la celebración.
La ambientación del espacio, cuidadosamente preparada, irradiaba cercanía y elegancia, invitando a los presentes a disfrutar de una noche inolvidable. Un menú exquisito diseñado por los chefs Leo Guiñazú y Gonzalo Ramírez, con la colaboración de Bartolomé Villafañe, ofreció sabores que trasladaron a los invitados desde las bruschettas de jamón crudo, roquefort y rúcula, hasta una paella magistralmente preparada, transportando a todos a los campos de Uribelarrea, de donde llegaron los encargados de la cocina.
El encuentro no fue solo una celebración gastronómica, sino también artística. Dividido en dos partes, el espectáculo comenzó con la magia del bandoneón de Pablo Zapata, cuyas interpretaciones de tangos llenaron el salón de nostalgia. Vidala Barbosa y Omar Cáceres, con su entrega apasionada, dieron vida a piezas emblemáticas como “Gallo Ciego”. Sasha Lizzi Aquino, por su parte, cautivó con una versión neoclásica de “La Cumparsita”.
La segunda parte trajo un momento de unión colectiva: Zapata, esta vez con su guitarra, invitó a todos a cantar clásicos como “Zamba de mi esperanza”. La danza siguió siendo protagonista, con Matías Somoza y Gabriela Ávalos interpretando una zamba con la delicadeza de otra época, y Zoe Centeno y Pablo Sandoval llevando al escenario “Equilibrio”, una pieza contemporánea de gran profundidad.
Las voces de Liliana Vigo Lima y Víctor Bettinotti resonaron en el corazón de los asistentes con “Habanera”, “Nessun Dorma” y el icónico “Brindis” de La Traviata, momento que marcó el brindis colectivo con copas en alto y una torta digna del evento.
Para cerrar, el flamenco irrumpió con la fuerza de la farruca interpretada por Néstor Spada, y una sevillana grupal que desbordó energía y pasión. El final fue una explosión de alegría con chacareras y zambas que llenaron la pista, convirtiendo la despedida en una verdadera fiesta popular.
Agradecemos a Natalia Álvarez, la Comisión Directiva del CAD y a Beba González Toledo por regalarnos una noche mágica que permanecerá viva en nuestras memorias. Una celebración que no solo honró la danza en todas sus formas, sino también el esfuerzo y la dedicación de quienes hacen del arte su vida.