Después de “Romeo y Julieta”, que agotó localidades en la apertura de temporada, la Compañía GDBdanza estrena su segundo título del año: “Giselle, El Amor Trasciende lo Imposible”. El 27 y 28 de junio en el Teatro Avenida, Guido De Benedetti presenta una nueva lectura de la obra maestra del ballet romántico, adaptando la coreografía tradicional a los recursos técnicos actuales de la danza clásica.
La Deconstrucción de un Mito Fundacional
La decisión de abordar la obra maestra de Théophile Gautier —inspirada en la leyenda de Heinrich Heine y musicalizada por Adolphe Adam— no responde a una lógica conservadora de repertorio, sino a una necesidad expresiva que encuentra en el ballet romántico un vehículo para la reflexión social contemporánea. De Benedetti no se limita a reproducir los códigos coreográficos tradicionales, sino que los actualiza mediante “los recursos técnicos de la danza clásica actual”, generando una síntesis que honra el pasado mientras interpela el presente.
La utilización completa de la partitura de Adam —frecuentemente recortada en otras versiones— revela una ambición musical que se corresponde con la amplitud dramatúrgica de la propuesta. Esta decisión no es meramente estética: implica una reivindicación del ballet como forma artística integral, donde música, drama y danza confluyen en un discurso escénico coherente.
Una Lectura Sociológica del Conflicto Romántico
La sinopsis elaborada por De Benedetti revela una comprensión profunda de las implicancias sociológicas del argumento original. Lejos de la romantización superficial que suele caracterizar las aproximaciones al ballet decimonónico, esta “Giselle” se presenta como un análisis de las estructuras de poder, los condicionamientos de clase y la transgresión como acto de libertad individual.
La caracterización de los personajes trasciende los estereotipos: Albrecht no es el seductor frívolo sino el joven atravesado por las contradicciones de su clase; Hilarión se revela como víctima de un sistema que instrumentaliza el matrimonio como herramienta de ascenso social; Berthe encarna la soledad de la mujer en una sociedad patriarcal. Esta densidad psicológica exige de los intérpretes un compromiso actoral que va más allá de la excelencia técnica.
El Elenco: Entre la Tradición y la Renovación
La convocatoria artística refleja la búsqueda de un equilibrio entre experiencia y juventud. Txaro Manen, Laura Rauber, Paloma Ramírez y Eva Racioppi conforman un cuarteto femenino de notable versatilidad, capaz de transitar desde la ingenuidad aldeana hasta la dimensión sobrenatural de las Willis. En el sector masculino, Vinicius Vasconcellos, Luciano García, Mario Navarro y Rodrigo Malpezzi aportan el rigor técnico necesario para los desafíos virtuosísticos de la partitura coreográfica.
La participación especial de Norma Molina como Berthe constituye un acierto dramatúrgico: su experiencia escénica y su comprensión del lenguaje clásico garantizan la credibilidad de un personaje que funciona como eje moral de la narración.
Las Willis Como Metáfora de la Resistencia Femenina
Particularmente reveladora resulta la interpretación que De Benedetti propone sobre las Willis, esos “blancos fantasmas” que tradicionalmente han sido leídos como mera fantasía gótica. La lectura del coreógrafo las resignifica como “una de las primeras manifestaciones de autodefensa por parte de la mujer luego de la Revolución Francesa”, conectando el ballet romántico con las luchas contemporáneas por la igualdad de género.
Esta perspectiva transforma el segundo acto —habitualmente resuelto como espectáculo de virtuosismo técnico— en un alegato sobre la justicia poética y la reparación histórica. Myrtha, “espíritu antiguo e implacable”, deja de ser la villana sobrenatural para convertirse en la representante de una memoria colectiva que exige reparación.
El Desafío de la Actualización
La propuesta de GDBdanza plantea interrogantes que trascienden lo estrictamente artístico: ¿es posible actualizar los grandes títulos del repertorio clásico sin traicionar su esencia? ¿Cómo dialoga la sensibilidad contemporánea con los códigos dramáticos del romanticismo? La respuesta de De Benedetti parece apuntar hacia una síntesis que preserve la arquitectura musical y coreográfica original mientras ilumina sus resonancias contemporáneas.
El equipo técnico —con Norma Molina y Ángel Gómez como asistentes de dirección, Victor Miró en el diseño de imagen y Carlos Villamayor en la fotografía escénica— sugiere una puesta en escena que privilegiará la coherencia estilística por sobre los efectismos.
Una Apuesta por la Inteligencia del Público
“Giselle, El Amor Trasciende lo Imposible” se presenta como una obra que confía en la madurez de su audiencia. Lejos de las concesiones al público masivo, De Benedetti propone un espectáculo que exige participación intelectual y emocional. En un panorama teatral frecuentemente dominado por el entretenimiento superficial, esta “Giselle” reivindica el ballet como forma de pensamiento escénico.
Viernes 27 y sábado 28 de junio a las 20:00 hs en el Teatro Avenida, Avenida de Mayo 1222, CABA.
Entradas por sistema Ticketek o en boletería del Teatro Avenida: https://www.ticketek.com.ar/giselle/teatro-avenida
Guido De Benedetti
Primera figura del Ballet Estable del Teatro Colón durante 22 años (1977-1999), inició su carrera a los 15 años como refuerzo del Cuerpo de Baile, debutando como solista en “Bolero” de Béjart junto a Maya Plisetskaya. En 1977 fue declarado “Artista Revelación” por La Nación y Revista Arte.
A lo largo de su trayectoria como intérprete fue partenaire de las principales figuras internacionales, incluyendo a Eleonora Cassano, Liliana Belfiore, Gabriela Pucci, Silvia Bazilis, Alicia Quadri, Maya Plisetskaya, Cinthya Gregory, Eva Evdokimova, Ludmila Semenyaka, Elisabetta Terabust y Alessandra Ferri entre otras. Compartió escenario como co-protagonista con Vladimir Vasiliev, Ekatherina Maximova, Julio Bocca, Nadieshna Pavlova y Maximiliano Guerra.
Participó en hitos históricos como la reapertura del Teatro Colón bailando “El Lago de los Cisnes” (1989) y la función oficial por los 10 años de la democracia junto a Eleonora Cassano (1993). Incursionó en televisión protagonizando “Locos de los Pies a la Cabeza” (1992) y en cine participando en “Tango Bar” con Raúl Julia.
Como director artístico, lideró el Ballet Estable del Teatro Colón en dos períodos significativos: los festejos del Cambio de Siglo (2000-2001) y el centenario del teatro (2008-2009). Coreografió para los festejos del Bicentenario de la Patria con transmisión internacional (2016).
En 2010 recibió el premio UNESCO/París como Mejor Director y Productor de Espectáculos Coreográficos de Latinoamérica, y en 2012 fue declarado “Vecino Destacado de la Cultura” por la Provincia de Buenos Aires.
Desde 2000 preside la Asociación Arte XXI y desde 2019 integra como vocal la Asociación Danzar por la Paz (UNICEF). Actualmente dirige GDBdanza, compañía que fundó en 2012, habiendo dirigido previamente Ballet Concierto, Ballet Neoclásico de Buenos Aires, el Ballet del Teatro Argentino de La Plata y CDA.
