Con el anuncio de su elenco infantil, Charlie y la Fábrica de Chocolate – El Show comienza a escribir su historia argentina mucho antes del estreno. La superproducción internacional, que llegará al Teatro Gran Rex en el invierno de 2026 con Agustín “Rada” Aristarán en el rol de Willy Wonka, reveló los nombres de los veinte niños y niñas que darán vida a los inolvidables ganadores del Ticket Dorado. Pero, más allá de los nombres, lo que emerge es un mapa de emociones, viajes y sueños compartidos.
De la mano de los productores de La Sirenita, Matilda y School of Rock —espectáculos que convocaron a más de 500.000 espectadores—, el proyecto desplegó una búsqueda federal sin precedentes. Familias enteras atravesaron rutas, madrugadas y kilómetros con un mismo objetivo: acompañar a sus hijos en la posibilidad de habitar, por primera vez, un gran escenario.

El anuncio del elenco fue registrado en un video que captura ese instante suspendido en el tiempo en el que la noticia se vuelve cuerpo: abrazos, lágrimas, risas y la certeza de que algo cambia para siempre. La magia, aquí, comienza mucho antes del telón.
El elenco infantil estará conformado por cuatro grupos de cinco intérpretes que alternarán funciones, encarnando a Charlie Bucket y a los excéntricos niños ganadores del billete dorado: Augustus Gloop, Veruca Salt, Violet Beauregarde y Mike Teavee. Los seleccionados son Francesco Testa, Pedro Gallagher, Eugenio Páez Irrazabal, Reyna Luisina Camarasa, Mateo Argibay Tomé, Félix Antón, Romeo Valentino Russo, Benjamín Pintos Salgado, Olivia Staffolani, Dante Barbera, Catalina Sol Giorgi Vázquez, Ariadna Zeballos Sobrino, Olivia Neu, Camilo Aizenberg Cacciutto, Juan Martín Flores Arizmendi, Victoria Ribeiro, Joaquín Fornaciar, Guadalupe Landrein, Eugenia Castañeira y Derek Domínguez.
Detrás de cada nombre, una historia. Guadalupe Landrein viajó dos veces desde su ciudad junto a su madre, saliendo de madrugada, regresando de noche, sosteniendo la ilusión entre mates, nervios y cansancio. Eugenia Castañeira llegó desde Rosario acompañada por sus padres, transformando la audición en un recuerdo familiar imborrable. Derek Domínguez viajó dos veces desde Mar del Plata, viviendo el casting como una aventura compartida, donde el arte se volvió excusa para el encuentro. Joaquín Fornaciar, desde San Nicolás, desafió horarios inciertos y presupuestos ajustados para llegar igual, convencido de que lo importante era estar.
Estas historias —y tantas otras que se irán conociendo— revelan que el fenómeno de Charlie y la Fábrica de Chocolate – El Show no se limita al escenario: es un acto colectivo de confianza en la imaginación, en el trabajo y en la infancia como territorio creativo.
Basado en la novela de Roald Dahl y en la icónica versión cinematográfica, el musical recorrió el West End londinense, Broadway y las principales plazas internacionales desde su estreno en 2013, bajo la dirección original de Sam Mendes. La versión argentina, producida por Ozono, MP y Los Rottemberg, bajo licencia de Music Theatre International (MTI), promete convertirse en uno de los grandes acontecimientos teatrales familiares de 2026.
“Cada temporada es más que un espectáculo: es una experiencia”, expresaron los productores. Y en este caso, esa experiencia comienza en el momento exacto en que un niño escucha su nombre y entiende que el escenario, por fin, también puede ser suyo.






