
La temporada 2026 del Ballet Estable del Teatro Colón se organiza a lo largo de seis programas que atraviesan distintas tradiciones y estéticas, desde los grandes títulos del repertorio clásico hasta obras del siglo XX y XXI, con estrenos en el país y una creación especialmente comisionada para la compañía.
El año se abrirá en marzo con El lago de los cisnes, en la versión coreográfica de Raúl Candal, la misma que Julio Bocca eligió para su despedida de los escenarios en 2007. La obra, emblema del repertorio académico, marcará el inicio de un recorrido que volverá a dialogar con los grandes clásicos de Tchaikovsky.

En mayo llegará un programa mixto que propone un cruce temporal y estilístico. Études, de Harald Lander, se presentará junto a Aftermath, del coreógrafo argentino Demis Volpi, y Come in, de la canadiense Aszure Barton. Las tres obras, representativas de distintas miradas del ballet moderno y contemporáneo, tendrán su estreno en suelo argentino y ofrecerán al elenco la posibilidad de transitar lenguajes diversos.
El mes de julio estará dedicado a Alicia en el país de las maravillas, creación de Christopher Wheeldon, con producción del Ballet Real de Dinamarca y la participación de la Filarmónica de Buenos Aires. La obra, de gran despliegue visual y narrativa reconocible, ampliará la propuesta hacia el público familiar sin resignar complejidad coreográfica.

Uno de los puntos centrales de la temporada llegará en septiembre con el estreno mundial de Borges, obra comisionada a Goyo Montero. Con música de Gustavo Santaolalla y Owen Belton, la creación propone un abordaje coreográfico del universo literario del autor argentino, en un proyecto que pone en primer plano el vínculo entre danza, música y pensamiento.
En noviembre será el turno de Manon, de Kenneth MacMillan, producción de los Talleres del Teatro Colón con acompañamiento de la Filarmónica de Buenos Aires. El drama coreográfico regresará a la sala mayor tras varios años de ausencia, reafirmando su lugar dentro del repertorio narrativo del siglo XX.
El cierre de la temporada llegará en diciembre con El cascanueces, en la versión coreográfica de Silvia Bazilis, junto a la Orquesta Académica y el Coro de Niños del Teatro Colón. La obra, asociada al tiempo de las fiestas, volverá a convocar a públicos diversos y a sellar el año con un título de fuerte arraigo en la tradición.

Con esta programación, el Ballet Estable del Teatro Colón propone para 2026 un trayecto equilibrado entre herencia y exploración, donde el repertorio clásico convive con nuevas escrituras coreográficas, en un proceso que continúa delineándose bajo la actual dirección artística.





