El taller de Danza Contemporánea del Teatro General San Martín expuso su labor anual bajo la dirección de la reconocida maestra, Norma Binaghi y su codirector Damián Malvacio. Los alumnos de segundo y tercer año demostraron su talento y potencial con tres piezas coreográficas. Un gran número de espectadores abarcaron el espacio del Hall Alfredo Alcón del Teatro.
La apertura estuvo a cargo de Mammam, una creación de Jean Claude Gallota. Con esencia de libertad, la coreografíaconmueve y traspasa la barrera de lo visual. A través de esta composición, los estudiantes del tercer año trabajaron el repertorio a cargo de la maestra Sol Rourich.
Los bailarines crean lazos, hay vínculos y parejas, además de algunos solos atemporales, dentro y fuera de la sincronía que marca la cadencia. La interpretación permite que el espectador sea parte del mundo creado en escena. Transcurren relaciones lúdicas y alegres; seductoras y provocadoras; pero todo en el contexto de una danza distendida (aunque no en la técnica presente y el cuidado de cada movimiento).
Mammam fue creado en 1985 para el Centro Coreográfico Nacional de Grenoble y estrenado por el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín en 2001. En aquel momento cautivó a todos los presentes – incluso a aquellos que acostumbraban a una danza con una estructura más rígida -, pasaron más de dos décadas y el efecto no pierde vigencia. La danza clásica genera algunos bosquejos de estructura en ocasiones: la línea de los brazos, los jeté perfectamente marcados y los pasos de vals que se entrecruzan a la contemporaneidad.
En el cuadro resuenan palabras como protección, Pamplona y en una historia muy bien contada, parece ser un día de ensayo. Los intérpretes pasan de a uno, marcan una diagonal de secuencias y se aplauden entre ellos. El clima convive entre el drama, las carcajadas exacerbadas -hasta irónicas-, delicadas sonrisas, gritos y murmullos.
Travesías fue el fragmento de repertorio con el que se lucieron los alumnos del segundo año a cargo de Sol Rourich. La coreografía de Mauricio Wainrot -ex director del ballet de este teatro-es una demostración de energía y potencia que atraviesa un viaje por distintas emociones con ritmo de Bollywood.
Las grupalidades hacen a la festividad del instante. Si bien el estilo se asocia con una fusión oriental, el ambiente del allegro está presente en la marcación de los tiempos. Este conjunto de festividades es interrumpido por un adagio en soledad que modifica el contexto con delicadeza. Aunque pronto retorna la festividad, entre una gama de colores tierra.
A continuación, el acto grupal demuestra diversas aristas, pero una imagen queda estática, como detenida en el tiempo y a mitad del movimiento: un attitude arriere sostenido mientras todo fluye alrededor. La bailarina está rodeada por un ritual de saltos y sonrisas que no dan respiro. En Travesías cabe destacar la interpretaciónque se supera año tras año.
La presentaciónconcluyó con un apartado de Revelation de Alvin Ailey, que destacó la técnica Graham de los estudiantes de tercer año, a cargo de la docente Inés Armas. La fuerza, el ritmo y la musicalidad fueron protagonistas del último tramo. Al compás de Rocka my soul (una de las canciones icónicas de la pieza), vestidos amarillos y elementos fácilmente reconocibles del cuadro que se busca interpretar, el escenario se modifica de manera estructural.
Fiel al estilo de Ailey, la música Gospel – jazz generó el ambiente propicio para reivindicar a quién fue la mentora del coreógrafo estadounidense, Martha Graham. La grupalidad comprende su punto cúlmine y con un desborde enérgico, la funciónllega a su fin. El aplauso es unísono, desde las personas sentadas en el piso, las escaleras y alrededor ovacionan al elenco.
Un trabajo emotivo, con energía arrolladora que se transmite en todo el espacio.