El Baile de la Ópera de Viena y el C0VID-19

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Despedida de Manuel Legris en el Baile de la Opera de 2020

Hoy, 11 de febrero, hubiera tenido lugar el Baile de la Ópera de Viena (el jueves anterior al miércoles de ceniza, según lo establecido). Como tantos otros eventos multitudinales ha sido suspendido. También los otros bailes (más de cien) que se realizan en Viena en el “Faschingzeit” (tiempo de carnaval), un período que va desde el 7 de enero hasta el comienzo de la Cuaresma.

Así que, no son solamente “cuatro días locos que vamos a vivir”. En otras épocas en Austria, era el entretenimiento para las clases ociosas durante el crudo invierno, hoy la costumbre continúa, en este país de tradiciones, a veces inamovibles, pero las han ido adoptando nuevos sectores sociales y nuevos públicos.

La concurrencia del Baile de la Ópera es de unas cinco mil quinientas personas. En la platea (donde fueron retiradas las butacas) se baila el vals, allí participan no menos de tres mil, mientras el resto se pasea por los corredores, las mujeres chusmean los vestidos desde los palcos y los hombres hablan de política y negocios (a veces son verdaderas negociaciones). De modo que esto sería un caldo de cultivo sensacional para las minúsculas pelotitas pinchudas que se supone son verdes (para el Coronavirus).

El Baile de la Ópera es el último de la temporada, salvo el Concordia Ball, que es baile de los periodistas, en el mes de junio.

Algunos bailes son de máscaras, en cuyo caso se llaman “Redoute”, otros son regionales, o de los gremios, o de las profesiones. Está el Baile de los Filarmónicos (y su público), el baile de la gente “dududu”, “Jägerball” o baile de los cazadores, el baile de los cafeteros, el Bombon Ball, en el que se elige una reina y se le regala una enorme cantidad de golosinas.

Además del de la Ópera, los primeros cancelados fueron: el baile de los médicos, (además del eventual contagio este año no está para que los médicos salgan de fiesta), de los Juristas, de los oficiales del ejército, de los “dududu”: el Jägerball o baile de los cazadores, de los farmacéuticos…y ni el Concordiaball de junio se salva. El baile de los residentes de la provincia de Estiria (capital Graz), del 7 de enero se realizó de manera virtual.

Aunque parezca una frivolidad innecesaria, la temporada de diversiones bailables tiene su rédito económico: además de la entrada que se paga, hay otros efectos económicos que los economistas llaman “de encadenamiento”: días de hotel de los que vienen de afuera, comidas en restaurant, compra o alquiler de vestidos, ídem de fracs, zapatos y etcéteras de las señoras, peluquería!, para damas y caballeros y algún etcétera. Se ha calculado que en la temporada anterior hubo en total 520.000 participantes en bailes, que generaron un monto de 150 millones de euros.

No es poca cosa.

Hay esperanzas para el año que viene y ya se empiezan a vender entradas, así que, a prepararse.

Todos queremos que la expectativa se vuelva realidad.

Algunos números referidos al Baile de la Ópera

  • 5.150 Participantes
  • 144  Parejas de debutantes.
  • 150  Músicos hombres y mujeres
  • 171  Arreglos florales
  • 480  Ramos de flores
  • 52.600 (circa) Vasos y copas
  • 9.200 Cubiertos
  • 1.000 Baldes de hielo para el champagne
  • 320 (circa) Personal de servicio y mantenimiento
  • 2.500.000 (circa) de telespectadores en la transmisión por TV
  • 30 Horas para armar los palcos portátiles simétricos a la herradura de la sala.
  • 21 Horas para desarmarlos
  • 350 Trabajadores y 150 asistentes en el armado y desarmado
  • 80 Camiones para transportar los palcos portátiles y otros elementos.
  • 50 firmas implicadas en el armado y desarmado

El costo de esta operación es de 1.500.000 euros.

Datos de la Ópera de Viena.