Gaucho al cuadrado

0
202
Gaucho al cuadrado por Nehuén Zogbe. Ph: Adso Piñerúa

Por Paula Lena

Malambo, unipersonal de Nehuén Zogbe ubica el folclor en otro territorio.

Esto no es un Gaucho. Es un post gaucho. Es un gaucho queer.  Nehuén Zogbe en su estética post moderna re significada, declara que esto, no es malambo. Esto no es un espectáculo, es una “operación performática”.

El artista deconstruye la imagen de un hombre que baila malambo, usa un vestuario que podría ser un outfit urbano común y corriente. Está pensado al detalle, desde las uñas a las medias y a los diferentes calzados o descalzados con los que baila. No crean que en Malambo van a encontrarse con poncho, bombacha, bota de potro, chiripá, bota fuerte, rastra, facón, pañuelo y otras insignias gauchescas. El peinado, la abundancia de piercings, las “llantas” son parte de una declaración, de una intención, de una estética simple, pero definida en negro y poco blanco. Igualmente el espacio es negro y las luces blancas.

Esta es una puesta económica. Desde lo material hasta la propuesta esencial: de transformación de un lenguaje sin por eso vilipendiarlo. Hay un cuadrado dentro de un cuadrado. La platea está en dos de los lados y eso le da a la danza de Zogbeuna dinámica única y vertiginosa de a ratos. El intérprete y director juega con las luces a cargo de Paula Fraga. Aparece, desaparece, se multiplica en cuatro sombras, en dos, en ocho, se agranda, se achica, desaparece otra vez, y reaparece transformado. Se va a una disco en 1989 y al potrero pampeano luego.

Esto no es folclore. Es “un comienzo post-folclórico”. La artista experimental Laurie Anderson a finales de los ‘80 sorprendió y encantó con sus micrófonos dentro de un holgado traje masculino donde percutía mientras cantaba y bailaba. Nehúen hace lo suyo desde el zapateo argentino con los avances tecnológicos correspondientes al tiempo transcurrido, la composición sonora de Rocío Morgenstern y el diálogo con el performer sonoro Tuki Martinez. Generan un sonido actualísimo con reminiscencias post modernas y minimalistas.

Esto no es un Gaucho. Es un post gaucho. Es un gaucho queer. Ph: Adso Piñerúa

Esto no es tradición. Es una deconstrucción de una danza, de un tipo de masculinidad, de una pauta folclórica. Es una obra de autor. El bailarín, con clarísima formación contemporánea y en danzas nativas, más allá del virtuosismo, traza un camino en tangentes que llevan a una desfragmentación del movimiento percusivo de los pies, de la espalda recta que se curva, de la cabeza que se yergue y gira enérgicamente.

Este es un gaucho al cuadrado. Cual toro encerrado, seduce a su captor a ver si le abre la tranquera. Al siguiente minuto; su porte, orgullo y la conciencia de su fuerza y poderío se develan intimidantes. Este no es un bailarín folclórico. Es un creador de mundos.

p.s. hay bonus track, quédense un poquito más después del aplauso.

Malambo está los lunes de septiembre, a las 20.30 hs, en Sala Física, Inclán 2661 de Parque Patricios en CABA.