Amor a no quedarse

Por el Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martín

Andrea Chinetti y Diego Poblete crearon esta obra muy descontracturada, que destila humor y que al decir de sus autores  “es una mirada sobre las decisiones cotidianas y sobre cómo los dispositivos impactan en las nuevas verdades existenciales que construyen un futuro apocalíptico”. Un humor que por momentos se vuelve sarcástico.

Hay cuadros donde la sonrisa del espectador se transforma en risa no solo por el desarrollo coreográfico sino también por la actuación de los intérpretes.

Los trazados presentan distintas situaciones sobre las que sobresalen “siete gestos corporales que causan deseos incontrolable” y que son: “La posición de ataque, Hacerte un chongo o una coleta de caballo, El labio ligeramente mordido, La mirada de dos puntos, La sonrisa coqueta, Enséñame el cuello y síguete arreglando aunque ya estés arreglada y Besos brujos”. La obra finaliza con una canción interpretada por Vicente Manzoni, también pianista, en las voces de Jade Gorosito y Martín de Victoria Travela, con el resto del elenco.

En algunos momentos los bailarines utilizan dispositivos móviles con imágenes de un corazón o fragmentos de una cara sonriendo,  que fueron muy bien desarrollados por Diego Poblete.

Un trabajo bien estructurado para un grupo de bailarines que además de un excelente nivel técnico demostraron un alto nivel interpretativo: Camila Arechavaleta, que realizó en forma brillante, un solo  técnicamente difícil, Martín de Victoria Travela, Joel Dylan Fernández, Valentina Gauthier, María Jade Gorosito Satué, Carla He, Rosina Heldner, Nicolás Agustín Hernández, Ludmila Insaurralde, Luca Octavio Loza Pérez, Luz Aylén Mariani, Shaiel Abigail Ponce de León, Federica Salinas Wankiewicz, Abril Trinidad Vázquez, Vicente Manzoni, Giuliana Stagnani y Franco Martinetti. 

A partir de 2022, el Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martín comenzó una nueva dinámica en el ciclo de formación: invitó a coreógrafos a crear un repertorio propio de obras para que los estudiantes de tercer año transiten el aprendizaje de ser intérpretes. La participación de un montaje en un ámbito de contención les da así el puntapié inicial e impulsa su camino profesional.

No podemos dejar de felicitar a Norma Binaghi, la directora del taller, y al equipo de profesores, por su tarea evidenciada en estos egresados que podrían integrar cualquier compañía importante de danza.