Coreografiar lo invisible

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Imágenes del libro

Danza, arte y esoterismo en los albores del siglo XX

Sans Soleil Ediciones ha lanzado el libro “Coreografiar lo invisible. Danza, arte y esoterismo en los albores del siglo XX”, que compila trece trabajos que analizan la historia de la danza desde una perspectiva diferente a la hasta ahora difundida, firmados por investigadores de lo más versátiles.

Cómo se han vinculado los creadores de la danza de comienzos del siglo XX con el esoterismo, la alquimia, el espiritismo, la magia, el psicoanálisis, el tarot, el magnetismo, el ocultismo, la hipnosis, la teosofía. Y cómo trasladaron esas inquietudes al escenario, a sus discípulos, a sus escritos y a sus creaciones, y más aún, cómo las vivieron en sus propias vidas.

Los investigadores fueron reunidos en el Seminario Internacional Danza, estoresimo y vanguardias, celebrado en el Museo Picasso de Málaga a fines de 2021, coorganizado por el propio museo junto a los proyectos “La creatividad en la sombra. Relatos mestizos del arte en la sociedad contemporánea” y “Tras los Pasos de la Sílfide. Una historia de danza en España, 1836-1936” cobijados en la Universidad Complutense de Madrid y en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.

Lógicamente, ciertos nombres y obras se mencionan recurrentemente a lo largo de todo el libro, siguiendo las conexiones personales a comienzo del siglo pasado, de quienes impulsados por su curiosidad, abrazaban los mismos interrogantes: François Delsarte, Rudolf von Laban, Isadora Duncan, Vaslav Nijinsky, Mary Wigman, y también Pablo Picasso, Joan Miro, Wassily Kandinsky, Sigmund Freud, Carl Gustav Jung o George Gurdjieff.

Espíritus

El libro se ha estructurado en tres partes. En la primera titulada “Médiums y otras posesiones; inconsciente, espíritus e hipnosis en danza” Pascal Rousseau analiza la Danza Serpentina de Loïe Fuller y sus vínculos con la práctica hipnótica (Universidad Paris 1 Panthéon Sorbonne, París); Raquel López Fernández estudia la relación de Vicente Escudero con tres arcanos del tarot de Marsella (realizado en el marco de un proyecto de Generación de Conocimiento y Fortalecimiento Científico de España); Javier Cuevas Barrio detalla la relación a la líbido del cuerpo danzado y el cuerpo de madera en las marionetas de la dadaísta Sophie Taeuber-Arp (Universidad de Málaga); desde Francia, Adrien Sina, arquitecto, bailarín y curador, se remonta a los orígenes esotéricos de la abstracción en la danza a través del análisis de Valentine de Saint-Point+Auguste Rodin; mientras que Pilar Bonet Julve encuentra en la Danza de los Planetas de Hilma af Klint el vínculo con el esoterismo y el feminismo (Universidad de Barcelona).

Cuerpos

En la segunda parte del libro “La liberación de los cuerpos, Conjurar la naturaleza”, Eva Fernández del Campo estudia el rol de la mujer y su búsqueda emancipatoria, en la colonia del Monte Veritá de Ascona, la influencia de prácticas orientales, misticismo, magia y anarquía (Universidad Complutense de Madrid, Grupo Trama); simultáneamente desde Italia, Elisa Guzzo Vaccarino analiza (con cantidad de referencias que pueden encontrarse online para los lectores más curiosos), la historia del mismo Monte Veritá dedicando especial atención a la presencia de Émile Jaques-Dalcroze, Rudolf von Laban y Mary Wigman, y de la transmisión que ellos hicieron del mismo proyecto a otras geografías; Alicia Navarro vincula los cuerpos danzantes con arquetipos mágico-esotéricos, como la bruja, relacionando a Laban, Nietzsche, Isadora, Dalcroze, Wigman y su creación/utilización de los gestos; la argentina Paulina Liliana Antacli por su parte, realiza una simbiosis entre el ballet La Consagración de la Primavera de Nijinsy-Stravinsky y las ideas de Aby Warburg, desde una interpretación mágica/racional y pagana valiéndose para ello de la reconstrucción del Joffrey Ballet (1987), y de palabras de la propia Bronislava Nijinska acerca del montaje de la obra (Universidad Nacional de La Rioja, Universidad nacional de Córdoba).

Esoterismo

Por último, “Danzas mística y rituales, Estoresimo y transculturalidad”, reúne investigaciones en torno a lo místico y sagrado del acto creador. Así desde Suecia Per Faxneld, se centra en las ideas ocultistas de Tyra Kleen y su interés por las danzas de Java, Bali y el Antiguo Egipto (Universidad de Södertön); Carole M. Cusack investiga los movimientos de Gurdjieff y la Euritmia de Rudolf Steiner por su transformación espiritual (Universidad de Sidney); Tiziana Leucci conecta el esoterismo en las danzas de vanguardia de Europa, América, Rusia e India, de la época, analizando el sistema Delsarte a través de Genevieve Stebbins (Centre d’Études de l’Inde et de l’Asie du Sud (CNRS-EHESS, París), Conservatorio de Música y Danza Gabriel Faure, Les Liles); y para finalizar este libro, Irene López Arnaiz mira hacia los círculos creativos, danzas sagradas y ritmos cósmicos, centrándose en las mujeres y el parisino Teatro Esotérico, y las influencias de la Sociedad Teosófica creada en 1875 (Universidad Complutense de Madrid).

En síntesis

La historia, revisada una y otra vez desde diferentes puntos de vista, desvela esta nueva información, que no hace más que permitirnos comprender mejor de dónde venimos. Ojalá estos nuevos conocimientos, unidos en este volumen, sirvan para ayudarnos a crear un futuro rico en propuestas amalgamadas.

Para quienes nos movemos a través de la curiosidad y para quienes estos temas puedan provocarles nuevas inquietudes, la lectura del libro en su totalidad, resulta atrapadora. Conocer estas relaciones y vínculos, querer saber más, imaginar cuál será el siguiente artista a quien vamos a re-descubrir, me ha hecho trasnochar en más de una ocasión. Me ha entusiasmado tanto leerlo que todavía sigo mirando los videos recomendados, y las nuevas fuentes de conocimiento señaladas como referencia on-line.

Es que solamente al reunir las diferentes experiencias y miradas del pasado (con la información lo más completa posible) es que podemos evolucionar, también fusionados, hacia un porvenir relevante.