Si te gusta La Consagración de la Primavera, ballet de Igor Stravinsky que revolucionó el ballet en el siglo XX, te gusta la tarantela: https://www.youtube.com/watch?v=58nWPKIcvgY
¿¡Qué?!
Si. La tarantela es una música que inspiró al baile de Pulcinella interpretado originalmente por Vaslav Nijinsky y que tanto escándalo generó el día de su estreno en 1913.
La tarantela es una danza italiana a la que vulgarmente se le atribuyen cualidades terapéuticas.
¡¿Whaaat?!
Si. Aún hoy está muy extendida la creencia de que la tarantela cura ciertas enfermedades.
La base de la tarantela son tres pequeños saltos, decía el cantautor francés George Brassens (https://www.brassensenespanol.es/il_suffit_passer_le_pont.html).
El nombre de la danza, tarantela, evoca a la ciudad de Taranto en el sur de Italia, y también las regiones de Puglia, Calabria y Campania, donde se baila desde hace siglos.
Pero a su vez, este nombre evoca algo mucho menos simpático: la tarántula. En el medioevo se le atribuía a esta araña venenosa unos poderes particularmente nocivos. En particular se creía que la picadura de este insecto volvía locas e histéricas a sus víctimas. Por eso para luchar contra esta patología llamada tarantismo o tarantulismo, en el sur de Italia habían encontrado una solución bastante original y artística: bailar hasta la extenuación y trance sobre el ritmo trepidante… de la tarantela.
Esta creencia popular indicaba que bailar frenéticamente a ritmos rápidos tenía el poder de evacuar el veneno del cuerpo y disminuir el dolor de la picadura.
Creer o reventar.