El sábado 30 de diciembre no fue un día más en la vida de Carla Vincelli. Con la última producción del año, el Teatro Colón rindió un cálido homenaje a esta chispeante artista, que interpretó a Medora, del ballet El Corsario.
Ya van quedando pocas bailarinas en la compañía que puedan realizar roles protagónicos en nuestro primer coliseo. Carla Vincelli se despidió del escenario del Colón con un rol que no le demandó esfuerzo alguno, ni en el aspecto técnico ni en el interpretativo.
En esta última función, su noble partenaire fue Juan Pablo Ledo como Conrad, quien acompañó a Vincelli en su última aventura de piratas. Ambos conformaron una excelente dupla durante todos los pasajes de la velada.
Yosmer Carreño como Ali, supo hipnotizar al espectador con sus grandes saltos y piruetas. Un bailarín que finaliza la temporada en ascenso.
Entre los destaques de la noche se pudieron disfrutar de Jiva Velázquez (Lankendem), Beatriz Boos que fue de menor a mayor en su Gulnara, Emanuel Abruzzo con la energía que lo caracteriza como Birbanto y las tres odaliscas: Caterina Struz, Paula Cassano y Ludmila Galaverna que se lucieron en sus variaciones.
El cuerpo de baile se mostró solido en cada pasaje de la obra y una vez finalizado el ballet se sumó a los festejos emotivos de despedida de su compañera.
Como es costumbre desde hace pocos años atrás, los pétalos de flores cayeron lentamente sobre Carla Vincelli, mientras el público aplaudía de pie y muchos de sus compañeros la despedían amorosamente.