Marianela Núñez: Brillo Singular en “La Bella Durmiente” del Teatro Colón

El 23 de junio, la argentina Marianela Núñez deslumbró como la princesa Aurora, elevando a todo el elenco con su dominio técnico y emotivo en una interpretación única.

La Bella Durmiente es uno de los ballets más emblemáticos del repertorio clásico tradicional, con música de Piotr Iliich Tchaicovsky y coreografía original de Marius Petipa (1890) es un pilar fundamental en las compañías de ballet de todo el mundo. En el Teatro Colón se presentó la versión coreográfica de Mario Galizzi, director del elenco estable.

“La Bella Durmiente” fue protagonizada el 23 de junio por la argentina Marianela Núñez (Royal Ballet de Inglaterra) en el rol de la princesa Aurora. Ella es una de las pocas bailarinas a nivel mundial, sino la única, que no muestra su gran dominio técnico sino que lo utiliza para expresar y desarrollar el sentir del personaje.

Verla bailar es como leer un libro donde se expresan todos los matices, dando luz no solo a su papel sino a todo el resto de los bailarines. Se observó esta diferencia en las funciones de los días 18 y 23 de junio, a las que asistió quien escribe: aunque se trató de la misma compañía de ballet, con los mismos bailarines, todos adquirieron mayor compenetración y eficacia, cuando bailó Marianela Núñez con ellos.

Federico Fernández en su rol de Desireée, se lució como príncipe (técnica y actuación), acompañando eficientemente como partenaire tanto de Marianela Núñez (23) como a Camila Bocca (el día 18) quién realizó una exelente actuación como princesa Aurora.

Ayelén Sánchez como el Hada Lila (reemplazó a la anunciada Camila Bocca en la función del 23) brilló con luz propia a lo largo de toda la obra, mientras que Rocío Agüero como Carabosse, incorporó fuerza y convicción a su Hada maléfica.

Julián Galván fue certero en su rol de maestro de ceremonias, en el personaje de Catalabutte. Compenetrado con su personaje; Alejo Cano Maldonado como caballero del Hada Lila; Igor Vallone lo hizo como compañero de Carabosse; Jiva Velazquez como Oro lució sus saltos y liviandad y Yosmer Carreño realizó un Pájaro Azul vivaz, ágil y expresivo. 

Hubo algunos cambios de reparto que no alcanzaron a informarse correctamente a la audiencia. Las Hadas estuvieron muy bien representadas por Ludmila Galaverna como Hada del jardín encantado (Generosidad), Paula Cassano como Hada del claro del bosque (Encanto), Stephanie Kessel en el Hada del canto de los pájaros (Alegría), Beatriz Boos-Mora Capasso en el Hada de la montaña nevada (Elocuencia) y Eliana Figueroa en Hada del bosque de pinos (Temperamento). Al igual que sus caballeros: Paulo Marcilio, Alan Pereyra, Emiliano Falcone, Sebastián Bustos y Vinicius Fernández Vasconcellos.

En el tercer acto Caterina Stutz, encaró a Amatista con brío y expresividad al igual que Julieta Lerda en su rol de Diamante y Beatriz Boos como Princesa Florisse.

Fue una hermosa función donde todo el elenco estuvo a la altura de esta gran artista. Se destaca también el diseño de escenografía de Christian Prego, el vestuario de Aníbal Lápiz, la iluminación de Rubén Conde y la música a cargo de la Orquesta Estable del Teatro Colón bajo la precisa batuta de Carlos Calleja, que contribuyeron a dar el marco necesario para hacer de este ballet, un gran espectáculo.

Al finalizar la función, Marianela Núñez ovacionada por todo el teatro, ofreció una muestra más de su humildad, al desplazarse hacia un costado del escenario para realizar una reverencia a todo el elenco y aplaudirlo como agradecimiento por esa noche, que quedará guardada en la memoria eterna y el sentir de todos los que estuvieron presentes.