Lluvia de Festivales

Casi sin intervalo se sucedieron dos de los Festivales más relevantes en relación a las artes escénicas en nuestro país: La Bienal de Arte Joven Buenos Aires (del 25 de septiembre al 1º de octubre) y el Festival Internacional de Buenos Aires (del 5 al 21 de octubre). Sin embargo, esto no amedrentó al colectivo artístico Cobai, que decidió celebrar en simultáneo la 17ª edición de su Festival El Cruce, una tradición en Rosario

Frente a la llamativa superposición de fechas, Yerutí García en nombre de Cobai (Asociación Independiente de Bailarines, Coreógrafos e Investigadores del Movimiento y Expresión Corporal) confesó que si bien uno de sus objetivos tiene que ver con la colaboración entre festivales, nunca fue posible articular algo con el Fiba. Por otro lado, la razón de la división de semanas de esta edición del Festival de Artes Escénicas Contemporáneas El Cruce, tuvo que ver con la presencia de un grupo español, que venía al Festival Prisma (Panamá) y a Danza al Borde (Chile). “De esa triangulación resultó que no podían venir hasta la primera semana de noviembre. De modo que el Festival se dividió en dos partes con una pausa entre el 15 de octubre y el 1 de noviembre”.

Una de las características del festival, es precisamente su cruce con la ciudad; así se programó Asuelto de la compañía HURyCANE (España) en la explanada del Centro de Expresiones Contemporáneas, a la vera del río Paraná. En el mismo espacio que durante la sección de octubre se llevaron a cabo las celebraciones del Festival Crack Bang Boom (evento de convocatoria multitudinaria dedicado a las historietas, que confirió un atractivo novedoso al paisaje costanero, a la vez de requerir la reprogramación de las intervenciones urbanas de danza).

La edición de éste año contó, como siempre, con artistas locales y foráneos, proyección de los trabajos ganadores del Festival Internacional de Video Danza BA (con la presencia de su directora Silvina Szperling), espacios de conversación, performances, seminarios, fiestas y la presentación del número 13 de la Revista Inquieta, el otro proyecto identitario del colectivo artístico.

Como representantes locales, se presentaron, El Inmóvil Vacío Rojo de la compañía Cuerpo Tomado, La Distancia Animal de Stocco & Tuttolomondo y La Esclava a cargo de Lisi Estarás y Ayelén Parolin, dos Argentinas que han desarrollado gran parte de su producción en Bélgica. En cuanto a los elencos extranjeros, además de la ya mencionada HURyCANES, el festival contó con la presencia de Momentum de Cocoondance (Alemania), Devolve 2 Horas da Minha Vida de Proyecto Mov_ola (Brasil) y Cualquier Mañana de Laura Aris & Álvaro Esteban (España). Quien escribe presenció estos dos últimos espectáculos de los que vale la pena mencionar algunas cuestiones.

Mov_ola presentó un proyecto singular que invitaba a vivir la experiencia teatral a través del uso de una aplicación que debía ser descargada en el teléfono celular de cada espectador. Tal vez debido a que la conexión wifi no resultó adecuada, o que los textos en portugués no fueron traducidos, lo cierto es que el público en general salió de la experiencia levemente decepcionado. Si la obra operaba con una dramaturgia del movimiento que por momentos parecía más preocupada por la expresividad, restándole al trabajo kinético, también presentó algunas propuestas estéticas exquisitas como la presencia de los hermanos Átila e Ícaro Freire. Ellos lograron un dúo inquietante jugando, por momentos con su parecido físico, así como con la neutralidad de sus cuerpos cubierto de pies a cabeza, es decir, volviendo a poner el acento en el movimiento. Una divertida y bien lograda referencia a La Ventana Indiscreta de Alfred Hitchcock y una inevitable y cruda pregunta en relación al modo en que la tecnología comunicacional nos interpela junto a la posición que tomamos al respecto.

En cuanto a Cualquier Mañana, la presentación estuvo compuesta por dos solos y un dúo final, que no necesariamente guardaban relación estética o dramática entre sí, sin que esto represente un problema. Talentoso, Álvaro Esteban ya había bailado la noche anterior con Cocoondance, mientras que una versátil Laura Aris despertó gran curiosidad en la platea por haber dictado un seminario entre muchos de los asistentes, y por ser una ex bailarina del reconocido Wim Vandekeybus (que dicho sea de paso, estuvo presente en esta edición del Fiba y del Festival Internacional de Teatro que sucedía en Rosario paralelamente a El Cruce).

YG: Nos contactamos con Laura Aris, porque nos interesa como artista y por su forma de trabajar. Ella se abrió de la compañía de Wim Vandekeybus y trabaja de manera independiente, igual que Ayelén Parolin: creadoras, mujeres, autónomas, que nos llevaron a pensar el lugar de lo femenino en la creación de danza; ¿Qué tienen ganas de decir las mujeres desde nuestro lenguaje? No tiene que ver con una temática feminista, sino más bien con un criterio que aunaba dar relevancia a obras de artistas locales que fueron referentes años atrás. Así se conformaron los dos ejes de esta edición de El Cruce.

El Colectivo adelantó a Balletin Dance que el año próximo el Festival se va a hacer también en dos partes: además de la tradicional de octubre, se agregará un fragmento en febrero, con el objetivo de instalar una propuesta estival que no se superponga con los calendarios institucionales. La programación rondará en torno a la pregunta ¿Qué rasgos de identidad e historia están presentes en el lenguaje de la danza contemporánea latinoamericana?