Cielos Lejanos: una usinas de ganas Foto . Nicolás Tramontana

Provincias | Buenos Aires

Novedosa Propuesta

Por Stella Salomón

Cielos Lejanos Desde la Ventana (De Aquí 40.000 Años) surgió a propósito de un hecho que tuvo lugar en 1977: el científico Carl Sagan envío al cosmos un disco de oro portando variado material de la humanidad. Básicamente es la escenificación de la reacción y actitudes de los posibles receptores del disco en otro tiempo y otro espacio

El mes pasado Cielos Lejanos subió a escena en Factor C de la ciudad de Bahía Blanca. Araceli Márquez, Elena Fuster, Alexis Mondelo, Pablo Whol y Sebastián Saez al mando de Natalia Martirena, se encargaron de teatralizar las ideas, con sonido e iluminación a cargo de Eugenio Tramontana. La puesta resultó muy ecléctica: mímica y pantomima, expresión corporal, rasgos de danza contemporánea, baile popular de salón y hasta destreza. El exiguo espacio de la escena no fue obstáculo, dado el lenguaje empleado y la labor de adaptación coreográfica.

“Había dos ejes fundamentales para esta puesta: el deseo de bailar de los bailarines, y mi propio desafío de volver a crear una coreografía”, indicó Natalia Martirena a Balletin Dance.

Sobre Cielos Lejanos, la directora señaló: “Una obra es una imagen, un deseo, un recuerdo, una necesidad; una usina de ganas. Es también un proceso: investigación, acumulación de materiales, ensayos y por último la presentación. Finalmente, una obra es lo que ve el público con toda la complejidad que ello implica. El tema es intentar creer que nada es conocido, familiar, normal, y así, la obra se pregunta: ¿qué es ser humano?”.

La puesta en escena incluyó diferentes lenguajes artísticos, para dialogar “con un presente espacial y temporal que tienen un adentro y un afuera. El adentro son restos de imágenes y sonidos del disco de oro, bombardeos, respiraciones, cantos de pájaros, fragmentos de voces. Todo eso viene del pasado. El afuera es nuestro potencial, hacia donde salimos tomando lo que hoy está a nuestro alcance.”

 

Sobre los Proyectos

Martirena adelantó algunas particulares de la creación coreográfica en Bahía Blanca. “En nuestra ciudad ya hay una cultura particular en torno a la danza contemporánea. De la formación a la producción, y a la gestión, aprendimos todos a la vez, docentes y alumnos. Y eso es una marca registrada por acá”.

Con su compañía lleva 25 años de “trabajar intensamente” pero todavía queda el deseo sin concretarse de poder actuar en diferentes latitudes, “nos gustaría ir a festivales, salir de la ciudad”. Para finalizar, la directora reflexionó en torno al trabajo en conjunto: “Tenemos que pensar que todo lo que nos pasa es una construcción colectiva, los bailarines tenemos que aprender a trabajar en comunidad”.

 

Ilusiones y optimismo:

Los deseos y oportunidades se van concretando, en la medida en que este colectivo de artistas desarrolla el pensamiento. “Por suerte hay mucha gente que piensa”, dijo Martinera al referirse a los grupos propios del medio de la danza, que se han reunido para redactar el proyecto de la Ley Nacional de Danza, o que se encuentran en festivales, al que se suma “el trabajo continuo institucional de formación estatal y gratuita, o en espacios independientes, brillantes”.

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Profesora de Danza Clásica egresada de la Escuela de Danza Clásica de Bahía Blanca. Estudió también la licenciatura en Letras en UNS, idiomas inglés y francés. Fue bailarina del Ballet del Sur de la provincia de Buenos Aires durante 22 años. Docente de Técnica de la Danza y Práctica Escénica, Regente de Estudios Escuela de Danza Clásica, Vicedirectora Escuela de Danza Clásica y Profesora a cargo del Ballet Infantil (1968 a 1972). Co-Autora del libro “La Danza a través del talento creador de Alba Lutecia”. Como crítica de ballet se desempeña en Diario La Nueva, Periódico Ático y la Revista Balletin Dance.