Coronda No Solo Tiene Frutillas

Del 13 al 16 de octubre, se realizó la 22° edición del Encuentro Nacional e Internacional de Danzas Folklóricas de Coronda, Santa Fe, en el Club de Leones, con organización de la Academia de Danzas Folklóricas Argentinas que dirigen María Gabriela y María Alejandra López Fragnito

A principios del mes de mayo, el Ministerio de Cultura de la Nación realizó la selección de Fiestas Populares del segundo semestre del año, para darles apoyo desde el Programa Festejar. De las 430 propuestas que se presentaron, uno de los eventos seleccionados fue el Festival de Coronda. Quien escribe viajó para presentar la muestra fotográfica en homenaje a Santiago Ayala “El Chúcaro” y dictar un taller de danzas folklóricas de proyección, auspiciado por la cartera nacional, dentro del Programa Festejar.

El encuentro santafesino comenzó el viernes 13 con una peña en la que participaron Matías Vera, Darío Morante, Marino Oliva, Taller de Canto Central Coronda, Viviana Barrios y los Diableros. Al día siguiente, se realizó una misa, el desfile de las delegaciones invitadas y el Gran Fogón de la Amistad, en la avenida costanera. Al anochecer se inauguraron las muestras de fotografía y una exposición de cuadros del reconocido artista plástico santafecino Juan Arancio, para finalizar la jornada con la primera gran noche de espectáculos a cargo del Ballet Renacer dirigido por las hermanas López Fragnito, el Taller de Jazz de Betina Amiccone y Malambos y Bombos de Leonardo Freyre.

Las siguientes dos noches fueron participando grupos de distintas localidades: Ballet Ashpa Sumaj (Salsipuedes, Córdoba), Ballet Mailén (Moreno, Buenos Aires), Ballet Martín Fierro (Río Ceballos, Córdoba), Ballet Juana Azurduy (Villa Minetti, Santa Fe), Ballet Caricias del Alma (Córdoba), Ballet Ensamble Fusión (U.P.C.N., Santa Fe), Ballet Sentir Entrerriano (Paraná, Entre Ríos), Ballet Sangre de Chúcaro (Villa General Belgrano, Córdoba), Ballet Ailén (Buenos Aires), Ballet Yanasu Angel Muñoz (Clodomira, Santiago del Estero), Academia de Danzas Folklóricas Los Hijos de mi Tierra (Coronda, Santa Fe), Agrupación Arisco Serrizuela. También actuaron enviados por el Programa Festejar la pareja Cáseres-Gorosito ganadora del Festival de Laborde (Córdoba) y la Fiesta Nacional del Chamamé (Corrientes). Como atracción especial participaron los Potros del Malambo dirigidos por los hermanos Gardella (José C. Paz, Buenos Aires).

Desde el exterior llegaron el Ballet Ori Ori Cueca (Puerto Mont, Chile) y el Ballet Municipal J. Augusto Saldivar (Paraguay), excelentes delegaciones en su baile, vestuario y confraternidad, que mostraron espectáculos distintos cada uno de los dos días. El público disfrutó su entrega y valoró el esfuerzo de la gran distancia recorrida para llegar a Coronda.

El encuentro terminó el lunes con una reunión de profesores, almuerzo de despedida y entrega de certificados. La organización fue impecable. Realmente hay que destacar el trabajo, el tesón y la fuerza de las productoras por la tarea que realizan con la academia y el encuentro con muy escaso apoyo oficial. Es una lástima que las autoridades locales, regionales y provinciales, no apoyen mucho más este tipo de eventos, que además de brindar participación a mucha gente, posicionan altamente a la localidad.

Si bien Coronda es conocida por ser la Capital Nacional de la Frutilla, también es valorada y reconocida dentro del ambiente de la danza folklórica por este festival, que se viene realizando desde hace 22 años en forma consecutiva.

Una Caída Con Suerte

Cuando estaba mediando el espectáculo de la tercera jornada del Encuentro, María Alejandra López Fragnito, directora del Ballet Renacer, cayó del escenario de casi 1,60 m de altura de espaldas, con tanta mala suerte que golpeó primero en un anvil, donde estaba colocada la pachera de los micrófonos, y luego al piso.

Aunque el Club estaba repleto, el silencio que se produjo fue inmediato. Quedó inmóvil, hasta la llegada de la ambulancia que la llevó al hospital local y enseguida fue derivada a Santa Fe, donde quedó internada durante cinco días. Ya en su hogar, la maestra debe continuar realizando diferentes estudios para determinar posibles daños producidos por la caída.