El Hombre que Perdió su Sombra

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Universo onĆ­rico propio del imaginario de la infancia feliz. Foto: Gustavo Gorrini

El teatro infantil del Teatro Nacional Cervantes establece estƔndares de excelencia que deberƭan ser referencia para el resto de las producciones teatrales del paƭs

 

Para botones de muestra, el Cirano de Emiliano Dionisi del año pasado y El Hombre que Perdió su Sombra, dirigida por la coreógrafa Eleonora Comelli y Johanna Wilhelm que estarÔ en cartel hasta el 18 de agosto.

La concepción sorprende con elementos originales, como la acertada oposición de proyecciones y actuaciones ā€œpresencialesā€. El juego de luces y sombras no sólo refuerza sentidos. Conduce la acción dramĆ”tica, gestiona climas.

Lo virtual se vuelve real. El universo onƭrico (mƔgico) tan propio del imaginario de la infancia feliz, estƔ excelentemente recreado en el escenario.

Que Axel Krigier y Alejandro TerÔn (asociación creativa de mÔs de 30 años) sean parte activa y presente en la pieza, es un gran acierto.

Debe señalarse, sí, que por esas cosas misteriosas que gobiernan el universo infantil, la pieza fascina mÔs a los de 8/9 años y un poco menos a los querubines, que pueden llegar a desconectar la atención en el medio de la obra.

En El Hombre… todo estĆ” cuidado y las partes coreografiadas (ā€œen colaboración con los intĆ©rpretesā€) resultan muy eficaces.

Nuevamente desde estas pÔginas reclamamos mÔs funciones y giras para estas piezas. Merece la pena que este capital cultural sea compartido con mÔs público para sacarle provecho pleno.


La visión de una espectadora

Miranda Elinger (9 aƱos)

ā€œLa obra me pareció muy buena, muy entretenida y me sĆŗper divirtió. La sala es muy linda y eso tambiĆ©n influye. La mĆŗsica es acorde a la obra. El inicio con ellos (los actores) haciendo esas piruetas es Ā”huau!

Me reĆ­ mucho. Es sorprendente cuando Ć©l [Peter, el protagonista] aparece y le ofrecen un trato tan extraƱo. Me encantaron las partes en que los personajes se presentan y en especial cuando canta Fanny. Es genial que los mĆŗsicos sean parte de la actuación tambiĆ©n. Muy buena idea… y buenos mĆŗsicos.

El final es muy emocionante, aunque es un poco rĆ”pido. Ɖl recupera su sombra, saludan y se van. Me hubiera gustado saludarlos a la salidaā€.