Chile: Luis Ortigoza es el nuevo Director del Ballet de Santiago

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Luis Ortigoza: nueva dirección en Chile. Foto: Patricio Melo

Una buena noticia llegó desde el otro lado de la Cordillera de los Andes, la designación de nuestro compatriota Luis Ortigoza, al frente del Ballet del Teatro Municipal de Santiago.

El destacado ex Primer Bailarín Estrella de la Compañía, había recibido la ciudadanía chilena por gracia en 2014 (por su aporte a la cultura en el país) y luego de realizar toda su carrera en el elenco, llevaba años como asistente de dirección (desde 2007). Ostentará el nuevo cargo desde enero de 2021, como sucesor de la inigualable Marcia Haydeé (directora en 1993 y 1994 y desde 2004 hasta hoy), una de las más destacadas exponentes de la danza del siglo XX, quien el próximo año se radicará en Alemania, pero seguirá estrechamente vinculada al Ballet de Santiago como asesora internacional.

Luis Ortigoza

Nacido en Buenos Aires, Luis Ortigoza se formó con el maestro Mario Galizzi y en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires. Ingresó al Ballet del Teatro Argentino de La Plata en 1988 y ese mismo año emigró a Chile para integrarse al Ballet del Municipal. Su pulida técnica y gran versatilidad artística no sólo lo llevaron a abordar un repertorio de grandes coreógrafos, bailar con figuras internacionales y presentarse en diversos escenarios del mundo, sino que lo consagró como el Primer Bailarín Estrella de la historia de la Compañía (de 2007 a 2016).

Quienes tuvimos el placer de verlo bailar en vivo, podemos sin lugar a dudas considerarlo entre los mejores bailarines argentinos de su tiempo.

Se retiró de los escenarios en 2016 y al año siguiente estrenaba su propia versión de ‘La Bayadera’, continuó como creador con ‘Raymonda’ (2017), aunque ya antes había coreografiado el pas de deux de ‘Sylvia’ para la celebración de los 150 años del Teatro Municipal de Santiago (2008) y ‘Paquita Grand Pas Classique’ para la Gala Bicentenario (2010). 

“Me hace muy feliz que Luis asuma como nuevo director de esta prestigiosa Compañía, a la que ha estado ligada y comprometida por más de 30 años. Él no sólo tiene un pasado brillante en el ballet, sino que es un profesional que se ha preparado para esta responsabilidad y ha consolidado una nueva visión para el Ballet de Santiago”, señaló Marcia Haydée.

Se trata de una decisión que Haydée venía meditando desde hace años y que ahora se pudo concretar de la manera que esperaba, “bajo el liderazgo de la directora general de Teatro Municipal, Carmen Gloria Larenas”, confirmó.

“Quiero agradecer muy sinceramente a Marcia Haydée, por haber recorrido generosamente este proceso de transición, en un año complejo, para llegar a esta nueva etapa. Y al mismo tiempo, quiero felicitar a Luis Ortigoza por su decisión y fuerza para embarcarse en este desafío en estos momentos. Estoy segura de que el conocimiento que tiene de la Compañía, de su historia, repertorio y de sus retos pendientes, orientarán una visión que guiará al Ballet de Santiago y a sus artistas para los próximos años”, afirmó Carmen Gloria Larenas.

Por su parte, Luis Ortigoza agradeció la designación y señaló que espera seguir contribuyendo desde este nuevo rol al desarrollo de las futuras generaciones en la danza. “Estoy muy honrado de asumir esta nueva responsabilidad artística en la Compañía a la que pertenezco ininterrumpidamente desde 1988 y que respeto en su historia y tradición, inspirados en los legados de Cintolesi, Nagy y Haydée. En los tiempos actuales es importante también innovar incorporando nuevos coreógrafos contemporáneos. La unión de ese legado con el futuro orientarán mi dirección”, afirmó Ortigoza.

El Ballet de Santiago

Fundado en 1959, el Ballet de Santiago es la única compañía de ballet y danza clásica profesional de Chile y una de las más importantes de América Latina. Gran parte de su prestigio se lo debe a tres grandes pilares: su fundador Octavio Cintolesi, a Iván Nagy que la consolidó nacional e internacionalmente y a Marcia Haydeé, que puso el foco en desarrollar nuevos talentos, nuevos públicos y la individualidad artística de los bailarines.