El Teatro Colón

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El Teatro Colón de Buenos Aires, transformado en un centro de testeos de enfermos de Covid-19

Nuestro primer coliseo, a diferencia de otros teatros de ópera y ballet del mundo (incluso los de la región) pasó un 2020 inadvertido. El ballet en particular no tuvo actividad alguna, los propios bailarines señalan que han existido fallos de comunicación interna, que sumado a la incertidumbre general, ha resultado algo agobiante.

La oficina de prensa del teatro, dejó de enviar misivas en forma directa a los periodistas, centrando su comunicación externa en las redes sociales y en su página web, información que por cierto resulta un tanto confusa.

Se realizaron transmisiones por internet de obras grabadas en el escenario principal del teatro en años pasados y no se sabe mucho más. Es cierto que como todas las salas, tuvieron que dedicarse a implementar un sistema de devolución de entradas numerosas (tardaron todo el año) y seguramente a resolver contratos que no pudieron concretarse, pero más allá de esto pareciera que nada se ha hecho en virtud de retomar las actividades artísticas.

Para finalizar el año, la directora general del Teatro Colón escribió en una carta pública, que: “A pesar de todo, el Teatro Colón se mantuvo activo y cerca de su público a través de su página web y de las redes sociales”, llegando a millones de personas de todo el mundo “como nunca antes”. Allí agradece a “todos aquellos que han donado el valor de sus entradas. No solo por el gesto de reconocimiento al Teatro Colón, sino por la solidaria colaboración en un momento crítico”. Resulta interesante detenerse aquí en el dato publicado por Melisa Molina en la nota del diario Página 12 (copiamos link a continuación), “Para este año tiene asignado un presupuesto de más de 2 mil millones de pesos”, es decir: la municipalidad de la ciudad invertirá más de 20 millones de dólares en el Teatro, cuya misión es la producción de obras de arte.

Asegura María Victoria Alcaraz que “estamos trabajando para que todos podamos volver a disfrutar de los artistas en la sala. Sin embargo, la situación sanitaria aún no permitirá que 2021 sea un año habitual, como todos los que disfrutamos antes de la pandemia”. Y que continúan coordinando con el Ministerio de Salud de la Ciudad los protocolos específicos en línea con las disposiciones sanitarias vigentes. Recordemos que en Buenos Aires la actividad teatral ya comenzó, en varias salas, mucho más pequeñas que ‘el Colón’, y que además la ciudad dispone de escenarios al aire libre. Y en el caso puntual del ballet, disponen de pisos especiales portátiles tanto para el escenario como para las salas de ensayo, que pueden armarse fácilmente en diferentes ámbitos.

La carta de la directora continúa: La Temporada 2021 “tendrá un formato diferente. La tradicional planificación anual y a largo plazo es incompatible con las restricciones sanitarias que impone la pandemia arriba y detrás del escenario”. Por eso la programación se anunciará periódicamente, “por títulos, ciclos o programas”. El primer anuncio sería en febrero a través de los “canales electrónicos”.

“Tenemos por delante un gran desafío y una enorme responsabilidad para que el año que viene el Teatro Colón continúe su tarea como faro de producción cultural y promotor de cohesión para nuestra comunidad”.

Cierta vergüenza causa entonces, que esta semana se haya solicitado (también a través de e-mails) a todos los empleados del teatro (artistas, técnicos, administrativos) que se presenten a trabajar… en la campaña de detección de Covid-19 que se implementó velozmente en las instalaciones del Teatro Colón. Sería en calidad de ‘voluntarios’ tal como fue a comienzos de la pandemia, épocas en las que muchos artistas trabajaron sin la preparación necesaria con posibles contagiados de Covid-19.

¿Puede ser que sea menos peligroso participar en hisopados multitudinales que tomar clases de ballet al aire libre, con distanciamiento? Es que en este centro, se realizarán test a personas con síntomas y también a asintomáticos (que hayan estado en contacto estrecho con algún contagiado). La noticia fue publicada en: https://www.pagina12.com.ar/319901-el-gobierno-porteno-quiere-transformar-al-colon-en-un-centro y replicada los días siguientes en numerosos medios de difusión, todos ellos considerándolo… por lo menos curioso.

No está mal, por supuesto, que se presten las instalaciones para ayudar a la población, lo extraño es que durante más de un año, no se haya podido delinear un protocolo sanitario para retomar la actividad artística con seguridad, en una institución única en su tipo, con un edificio magistral de 58.000 m2. Es decir: la ciudad cuenta con muchísimos espacios que podrían servir para realizar testeos de Covid, pero en cambio, un solo espacio como el Teatro Colón.

Es difícil de entender cómo las autoridades del Teatro Colón se esfuerzan en realizar actividades ajenas a su destino. Para la población en general y para los amantes del teatro, sería mucho mejor si su comunicación fuera más fluida, para poder entender cuáles son las variables que marcan estas decisiones.

Queda entonces un interrogante: ¿Si la dirección general del Teatro Colón estuviera equivocada, el Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires (Enrique Avogadro) o la Legislatura porteña podrían revisar qué está sucediendo allí?