En su tercera edición consecutiva desarrollada en la ciudad de Buenos Aires, del 14 al 18 de febrero, esta propuesta creada, producida y dirigida por el bailarín argentino Francisco Forquera va más allá de un espectáculo coreográfico-musical. Es el punto de partida para lo que será un trabajo interdisciplinario que se verá en Shanghai, en abril próximo
El vertiginoso ritmo que recobran las calles porteñas una vez finalizada la “tranquilidad” de enero no hace mella en el fervor que el artista mendocino Francisco Forquera dedica a cada detalle de un nuevo desafío. De sus constantes actuaciones y una intensa labor docente en Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina, se radicó en China, país en el que dirige artísticamente la Asociación China de Tango Argentino, la Escuela Carlos Gardel, el Campeonato de Tango Argentino y Tango Esencia Club. Allí forjó una carrera de un crecimiento sostenido que hoy lo ubica como un referente ineludible del género.
Su concepto exhaustivo en la formación integral de la cultura del tango va más allá de la enseñanza de la danza misma. Seminarios, asignaturas referentes a su historia, la técnica, la contextualización y la preparación física son algunos de los pilares que conforman su sello personal en el incansable trabajo que lo llevó a Oriente con un proyecto que lo motiva, y de qué manera, día a día.
Y Buenos Aires tiene desde 2017 el Tango Esencia Festival. Su reciente edición incluyó un comienzo durante cuatro jornadas con clases maestras en el Centro Regional Leonesa. El sábado 16 tuvo lugar la gala en el emblemático y bello Palacio San Miguel, ámbito de una arquitectura señorial. Allí, una delicada y exquisita gastronomía acompañó un espectáculo de tintes que rememoraron las épocas de los grandes salones que cobijaban los años con impronta de esplendor tanguero.
Forquera supo construir un staff artístico a la altura de las circunstancias. Delineó una noche conformada por seis parejas de baile, la sólida orquesta Tango Ensamble y una voz autorizada en la materia como la de Guillermo Fernández. Con la dirección musical y arreglos de Cristian Zárate, salieron a escena los bailarines Gisela Natoli y el propio Forquera, Natalia Lavandeira y Roberto Reis, Julieta Cappiello y Álvaro Salas, Sol Cerquides y Fernando Gracia, Guillermina Quiroga y Mariano Loguidice y Ayelén Morando junto a Sebastián Martínez.
De performances de alto nivel, con técnicas impecables, cada pareja aportó una variada gama de recursos en los que se exhibió justeza, destreza y entrega. Se respiró y se bailó tango con creces. Sin dudas, la idea de retomar la esencia del género con un recorrido coreográfico profundo, estilista, puntilloso y refinado, tuvo un resultado magnífico. Las bondades de la amplitud y la espacialidad elegida para esta propuesta contribuyó a que el Palacio San Miguel fuera un marco escenográfico sin rivalidad.
La inclusión de dos coreografías de corte más neoclásico creadas por los maestros invitados Sergio Yanelli y Viviana Cochella y que llevaron adelante Esteban Schenone, Martínn Kabermater, Marcos Becerra, Frederic Campos, Belén Arce, Marina Sala y Rocío Prina, trajeron un toque innovador y una presencia que seguramente se intensificará y se trabajará en conjunto con Forquera en próximos compromisos.
Impecable la tarea de los músicos Pablo Agri (violín), Nicolás Enrich (bandoneón), Karmen Rencar (violoncello), Esteban Falabella (guitarra) y Roberto Tormo (contrabajo) en partituras que incluyeron a los autores Astor Piazzolla, Osvaldo Pugliese, Eduardo Rovira, Aníbal Troilo, Juan de Dios Filiberto, Osvaldo Belingieri, Juan Carlos Cobian y Gerardo Matos Rodríguez, entre otros.
El Tango Esencia Festival cerró su edición el lunes 18 en el Teatro Metropolitan de la calle Corrientes con un programa que si bien revivió la citada actuación, incorporó un repertorio mayor para la orquesta, los bailarines y el cantante Guillermo Fernández.
Esta propuesta se verá por primera vez en China en abril y mayo próximos, cuando en Shanghai se desarrolle lo que tanto el polifacético Francisco Forquera en su carácter de director, coreógrafo, bailarín y docente hace hincapié como “un trabajo interdisciplinario integral, anclado en la raíz de uno de los patrimonios culturales de Argentina, el tango. Allí habrá, además del espectáculo, exposiciones, charlas, proyecciones, seminarios y clases con prestigiosos maestros. El objetivo es ofrecer una formación profunda en la materia para toda la comunidad tanguera de China”.