Marianela Núñez. Living the Dream

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Marianela Núñez, volverá a bailar este año ocn Alejandro Parente, un estreno de Julio López. En la foto de Máximo Parpagnoli, en Giselle

La Magia de lo Efímero

Vuelve Marianela Núñez como todos los agostos desde 2014, para bailar a beneficio de entidades de ayuda social en el partido de San Martín. Balletin Dance, aprovechó su visita para conversar sobre su presente y futuro. Considerada una de las mejores bailarinas del mundo de la actualidad, la argentina está en lo alto de su carrera

 

“Si uno puede ayudar haciendo lo que uno ama, ya está, sos feliz”, dice al hablar de este proyecto benéfico que la enorgullece, organizado por la Municipalidad de San Martín. “Nunca me imaginé que iba a pasar lo que pasó”, de aquella primera función cuando el público se quedó afuera del Club de Gimnasia de Villa Ballester atiborrado de espectadores, a las ocho mil personas que ingresarán gratuitamente este año para ver a su ídola (17 y 18 de agosto), “es increíble el entusiasmo y la curiosidad que se ha despertado en mi barrio”.

Pero hay más. Hace cinco años, “la escuela del municipio tenía 80 alumnas y ahora tienen más de mil y pico. Han construido una nueva sede, que no es solo danza, hay música, circo, un natatorio. Lo que ha hecho San Martín es realmente maravilloso”.

A Marianela se la ve espléndida. Su voz y sus gestos, bailan mientras conversa, con matices sumamente expresivos. Si bien el programa que realizará en Ballester iba a mantenerse en modo surprise la bailarina anticipó a los lectores de esta revista que bailará “dos creaciones: una de Julio López, a quien adoro, desde que llegamos a trabajar juntos con Kicho, hicimos un click instantáneo. Es una persona muy intelectual, me gusta la manera teatral que tiene de ver las cosas, y la visión que tiene de la danza en sí. Con mucha pasión por lo que hace. Te das cuenta en la manera en que dirige el ensayo”. Será un dúo súper sintetizado de Casa de Muñecas, que bailará con Alejandro Parente, su pareja en la vida real. “La idea que tiene es fantástica”. También hará el pas de deux de Don Quijote con Gustavo Carvalho del Sodre de Montevideo y una pequeña introducción para la gala creada por Parente.

Participarán en estas funciones representantes de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, la Compañía Juvenil del municipio de San Martín, el grupo Cadabra, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, la compañía de Circo de la UNSAM, Ballet del Teatro Argentino de La Plata, Ballet Nacional Eslovaco y Ballet Folklórico Nacional, según indicó Analía Domizzi a Balletin Dance, encargada de la dirección artística.

La genial bailarina siente “cierto orgullo” por su versatilidad. “Me siento cómoda en diferentes áreas, y amo todo lo que hago. Te juro, realmente me gustan desde los clásicos, las obras dramáticas, las coreografías de Balanchine y probar cosas contemporáneas que han sido creadas en mí”.

“Al principio de mi carrera -recuerda- yo llegué allá formada con una técnica muy fuerte. Me daban los roles con las variaciones más difíciles, con los personajes más fuertes, y yo sabía que todo lo otro estaba en mí, la Marianela más romántica, la más dramática, la más clásica”. La progresión en la carrera es algo de lo que asegura estar muy agradecida al Royal Ballet, “darme las cosas en su debido momento, fue lo que realmente me hizo crecer artísticamente y haber logrado que mi carrera se desarrolle como corresponde”. Asegura haber sido “muy bien dirigida desde que ingresé, y muy cuidada”.

Marianela Núñez lleva más de 20 años como bailarina profesional en el Royal Ballet de Londres, en este tiempo, ella observa que “quien sabe, si bien no se perdió del todo, de repente a veces miro y pienso, que podría llegar a perderse la teatralidad. Y no estoy hablando sólo de la parte actoral, sino de lo que es estar arriba del escenario y crear esa atmósfera y esa magia que va más allá de lo que uno pueda hacer con… la cantidad. Es difícil. No es culpa de nadie, sino que es como el mundo ha cambiado, ha avanzado, con tecnología”, dice, mientras gesticula, y aclara: “pero estoy hablando… [hace un gesto de hilar fino]”. Para un futuro lejano, Marianela sueña con que “la esencia de la danza esté ahí”.

 

¿Y qué es la esencia de la danza?

“Cuando ves a un bailarín arriba del escenario [sus brazos indican aspectos de grandeza] y no sabés cómo es. Es un magnetismo, esos grandes como…”, prefiere no dar nombres, aclara que no se trata solamente de una persona, que a veces es “un grupo de personas”, que crean “la magia de ese momento, en ese lugar”. Ante la insistencia, confiesa: “tengo dos bailarinas que las miro y son “la” magia y lo que es “la” danza para mi. Natalia Makarova y Ulyana Lopatkina. Son dos personas que son “bailarinas”, y si me preguntás el por qué, te puedo decir cien mil cualidades que tienen, pero va más allá de esas cualidades, es un aura que tienen. A Lopatkina, nunca me lo olvido, la primera vez que la vi en persona, fue en una gala que se hizo en Covent Garden, y estaba haciendo La Muerte del Cisne. Entró al ensayo, con los auriculares y estaba caminando, no estaba haciendo nada ¿eh? Pero enseguida te dabas cuenta que la mujer era de otro mundo. Sí”.

 

La preparación física del bailarín

“Sobre todo yo, que no paro -son años y años que no tengo vacaciones- soy muy consciente de mi cuerpo. Me cuido muchísimo. Por suerte no me gusta fumar, no tomo y más allá de todo eso, físicamente, hago mucho Pilates, termino esta entrevista y voy a ver al pedicuro, después tengo un turno con el masajista, hago yoga. Allá tenemos adentro del teatro una mini-clínica con los fisioterapeutas, con doctores, con maestra de Pilates, personal trainer. Estamos sumamente cuidados desde todos los ángulos. Clase todos los días y ensayar conscientemente, saber cómo manejar el cuerpo”.

¿Cómo es un ensayo consciente?

Una habilidad que la bailarina maneja desde pequeña. “Es raro. Realmente me puedo conectar con mi cuerpo, no sólo puedo absorber las cosas rápidamente, sino que se, si el cuerpo… por ejemplo, si algo me cuesta, siempre busqué la forma de encontrarle la vuelta de una manera saludable. De pensar ‘cómo es. Por qué no puedo. Por qué no estoy consiguiendo hacer tal cosa’. Pero nunca reventar el cuerpo. Eso me ha ayudado mucho a mantenerlo”. Y aunque uno no sea siempre el mismo, porque va cambiando, “la esencia de lo que uno es, está. Pero vas creciendo, madurando, aprendiendo. Sí, evolucionando”.

El ensayo

“Estoy aprendiendo más y más, que uno no puede controlar nada. Que la única persona que tiene el poder de controlar todo es la persona que está tomando el ensayo. Lo que está viendo es completamente diferente a lo que uno puede sentir”. Gracias a ellos, que son “millones” a lo largo de toda su carrera, ella puede seguir aprendiendo “y tengo ganas. Ellos me van abriendo los ojos y me van inspirando”.

 

Futuro

“Quiero alargar mi carrera lo que más pueda. Lo primero que una bailarina empieza a dejar de hacer son los clásicos, pero yo quiero seguir haciéndolos hasta lo que más pueda. Pero siempre voy a estar conectada con la danza, por siempre”. ¿Después vendrá la dirección? “Ahhhh. Es algo que me gustaría. Pero me gustaría prepararme realmente bien y poder brindar todo lo que he aprendido, no solo en mi vida como bailarina, sino como institución”.

Llegará la maternidad, “sí”, dice entusiasmada, pero no por ahora, “estoy en el medio de living the dream, así que no. Pero en algún momento, me gustaría only one y si es un niño mejor.

 

Ayer, hoy y mañana

Otra de las cosas que Marianela quisiera replicar el día de mañana si le toca dirigir una compañía de ballet, es la forma de trabajo del Royal Ballet en cuanto a las diferentes generaciones. Dentro de sus primeros bailarines, que manejan el mismo schedule, se cuentan los nuevos talentos, quienes están “en el momento boom de su carrera y los senior”, los mayores, “súper importantes, es lo que las nuevas generaciones necesitan tener”. Se trata de “bellezas completamente diferentes, todas relevantes. Es importantísimo tener ese balance, para el público, para la compañía y para los mismos bailarines. Como todo en la vida”.

El Pasado

“Eso es algo que he aprendido mucho estando allá en Inglaterra, sobre todo en mi compañía, aunque creo que el inglés en general es así”. En este mundo vertiginoso, donde las cosas cambian tan rápido, “proyectar el futuro, construirlo, es súper importante, pero el futuro se construye si uno realmente respeta el pasado. Aprende del pasado, de lo bueno y de lo malo, con sus grandes figuras, con la historia de un lugar”. Y en el Royal Ballet tienen un equilibrio perfecto, “para mí es un ejemplo”.

¿Si pudieras elegir bailar con un partenaire con el que no coincidiste en la época, quién sería?

Manuel Legris. Me hubiera gustado mucho. Seguramente sean muchos, pero Manuel seguro. Y the one and only Mikhail Baryshnikov.


Agenda

A fin de año Marianela volverá a Sudamérica, para bailar Manón en el Sodre de Montevideo (27 y 28 de diciembre). Su agenda toca los cinco continentes, es inmensa y apretada “tengo hasta el 2021” confirmado. Pero “Londres es casa”. Allí, “y gracias a que mi jefe (my boss) Kevin O’Hare es un amor, mi ángel guardián, hablamos de la temporada con un año de anticipación. Vemos todas las obras que voy a estar haciendo [señala la mesa como si hubiera un papel], elegimos las fechas de todas mis funciones, y así en el medio yo puedo mechar todos los viajes que tengo. La generosidad que tiene es increíble. No lo vas a encontrar muy seguido”.


Consejo

Si uno realmente descubre su pasión, su vocación, debe entregarse al cien por ciento, y siempre ponerse en el rol de aprendiz. Uno no es la misma persona, ni el mismo artista que fue ayer, eso es lo lindo de esta carrera.

Además no olvidarse de la magia de la danza. Cuando trabajas con gente como… voy a nombrar algunos pero tengo millones: con Makarova (ahora cuando trabajé en La Bayadera), con Sir Anthony Dowell (acabo de hacer con él A Month in the Country), con mis directores Kevin O’Hare, Monica Mason (que trabajaron directo con MacMillan), constantemente me están recordando, cuando los veo, con los consejos, con las correcciones que me dan, la magia. La magia de lo que es la danza, y cuando se abre el telón, uno necesita crear eso.


Las redes sociales

Luego de una breve risa, muy frecuente a lo largo de toda la charla, Marianela asegura que al principio no tenía interés en las redes sociales. Pero luego de que mucho le insistieron empezó a usarlas. “Y ahora es un boom!!!! Me gusta”. El contacto directo con sus admiradores “es realmente fabuloso. Entre eso, las transmisiones en directo en los cines y todos los dvd que han salido desde la Opera House (desde casa), me han ayudado muchísimo a donde vaya. Es increíble. Estoy súper agradecida”.