El Koi Ballet dirigido por Carina Odisio presentó una extensa gala en el teatro Fundación Astengo de Rosario el mes pasado
Chopiniana en versión de Franco Cadelago (director y ensayista en el Ballet del Parque del Conocimiento de Posadas, Misiones) protagonizada por Miguel Nguyen (de la misma compañía) y las bailarinas locales Donatella Nano, Laura Gramegna, Estefanía Ontanilla, Paula Bonet y Mariana Ravizinni, acompañados de un cuerpo de baile muy preciso, integrado por alumnas de diversas edades.
Después de un intervalo donde se ofreció champan al público, llegó Estancia con coreografía de León Ruiz sobre música de Alberto Ginastera. Una puesta que linda entre el neoclásico y el contemporáneo, porque si bien los movimientos mantienen la verticalidad con pasos de ballet, el concepto general de la pieza se asocia a lo contemporáneo, incluso en la utilización de los brazos y los esquemas coreográficos fragmentados. Las coreografías establecen el unísono y el canon como mayor herramienta compositiva.
La tercera parte incluyó tres solos de contemporáneo: Tarab de León Ruiz a cargo de Emanuel Talongo (becado por el Houston Ballet para incorporarse a sus filas por un año con todos los gastos pagos). Una pieza que muestra a un bailarín ágil, elástico y con mucha destreza técnica a pesar de su corta edad.
Move Me con coreografía e interpretación del propio Miguel Nguyen, quien mostró una amplia gama de movimientos, desde el contemporáneo atravesando momentos de danzas urbanas y el break dance, con saltos acrobáticos fusionados con grand jeté. Claramente hizo gala de una gran técnica con mayor lucimiento que en su participación clásica.
Donatella Nano interpretó la coreografía de Lucía Animendi, quién también creó la obra Conver[dan]sando, con un juego de contrastes estéticos en el movimiento y en la iluminación. La energía y felicidad que mostraron todos los bailarines logró transformarla en una de las más aplaudidas de la noche, con momentos de humor, incluso con cierto guiño a piezas de Pina Baush.
La noche fue emocionante por la despedida de Talongo, quien antes de comenzar la actuación recibió un Diploma de Honor otorgado por el Consejo Deliberante de la ciudad, en manos de la concejal Germana Figueroa Casas. La dirección general y puesta en escena estuvo a cargo de Carina Odisio quien desde hace varios años viene apostando por el ballet en Rosario.