Folklore
La Compañía de Danzas Folklóricas Ancestral, dirigida por Manuel Labarraz, busca diseñar una estructura coreográfica con complejidad cuidando que la danza autóctona no pierda su propia autenticidad
Todos los bailarines y coreógrafos saben lo que significa formar y mantener una compañía de danza, no solamente desde el punto de vista económico, sino también en cuanto a la creatividad, la rigurosidad de los ensayos, en saber mantener la armonía y el compañerismo, y a veces también, en dejar de ser director para oficiar de psicólogo. La República Argentina está llena de elencos folklóricos en toda su inmensa geografía, en esta entrega, Manuel Labarraz explica los pormenores que hacen a su propia compañía.
Labarraz, joven de 30 años nacido en General Pico, provincia de La Pampa, fundó en 2014 la Compañía de Danzas Folklóricas Ancestral, en Buenos Aires, donde se radicó en 2004. “Decidí comenzar con este proyecto, para dar vida a las necesidades artísticas y espirituales que transitaba. Surgió después de muchos años de danza compartida con cantidad de colegas de todo el país. Venía trabajando en la asistencia de varios ballets de diferentes provincias”, aseguró el director. Secundado en su labor por Candelaria Torres, quien “gracias a Dios, la vida me puso en su camino”, explicó, ella es la encargada de gestionar “muchos caminos que abarco a la hora de trabajar con bailarinas, en cuanto al mapa de movimiento y la interpretación de la danza en el ámbito escénico para mujeres folklóricas”.
Ancestral trabaja como toda compañía independiente (autogestionada) “con fines netamente artísticos” y está conformada por diez bailarines y diez bailarinas de distintos puntos del país, que ensayan siete horas semanales. “Para ser parte del elenco, el bailarín/a tiene que elegir pertenecer al grupo, y no al revés”, explicó Labarraz en esta conversación. “Con el tiempo comprendí que necesito gente que elija de verdad este proyecto, que tenga interés, compromiso y predisposición para sumarse a este camino. Soy muy exigente en todo, desde la puntualidad hasta la entrega de cada uno de ellos en cada ensayo”.
Una vez seleccionados los objetivos a corto y mediano plazo, Manuel Labarraz se enfoca inmediatamente “en el trabajo, el ensayo, el gran ritual para un bailarín. Siempre fue para mí de mucho interés trabajar al servicio de los bailarines desde el lugar creativo y motivacional. Encuentro allí un espacio de mucha paz y fluidez a la hora de trabajar e intentar potenciar el desarrollo y la superación de ellos mismos”.
Ancestral ha montado dos espectáculos desde su creación, Coplera y Reivindicación, que buscan “llevar a los escenarios obras de danza con temática absolutamente folklórica. Puesto que cuento con bailarines y bailarinas que son folklóricos mucho antes de ser bailarines, mi gran intento es allanar los caminos, optimizar los recursos, diseñar una estructura coreográfica con complejidad y cuidar que nuestra danza no pierda autenticidad. Todo esto para que los intérpretes sean verdaderos protagonistas, para poder encontrarlos genuinos y espontáneos, y por sobre todas las cosas para que cada uno tenga las condiciones dadas para portar en su danza su propio ADN, su esencia, y ser verdaderos representantes de su idiosincrasia folklórica”.
Referentes
Algunos de los tantos que tengo son Rubén Suarez, Gabriela Avalos, Marcelo Urquiza, Mabel Palavecino, Adrián Verges, Facundo Mercado, Mechi Porcel y Jorge Caballero, en cuanto a la dirección y formación de bailarines. Pero sin dudas mis más inmensos referentes son Beatriz Garro (mi mamá), Hugo Labarraz (mi papá) y Agustín Labarraz (mi hermano); mucho de lo aprendido junto a ellos me ha llevado a lograr cosas muy importantes.
Estilo propio
Considero que Ancestral tiene una línea propia, con muchísimo por aprender y por crecer, pero cada día analizo cómo trabajar y hacia dónde ir. Soy una persona predispuesta a intentar ser perceptivo ante las situaciones que puedan emocionarme o identificarme, para poder ser creativo desde la vivencia constante. Cada una de las coreografías que plasmé en escena es el producto del conocimiento técnico, de lo creativo y del estado en el que vivía ese momento.
A futuro
Me gustaría mucho llevar la compañía al PreCosquín 2017. Pero siempre tengo un proyecto basado en ensayo tras ensayo.
Trayectoria
Manuel Labarraz comenzó su formación en el Ballet Alma de la Tierra en su ciudad natal, con el que participó en varios certámenes, y en 1999 comenzó su perfeccionamiento en danza clásica y contemporánea. En 2004 se trasladó a Buenos Aires, para comenzar una carrera profesional e ingresó al Ballet Folklórico del Instituto Universitario Nacional del Arte (hoy UNA) dirigido por Rubén Suarez y Jorge García. Integró la compañía De las Trincheras de Rubén Suarez (2005) y participa en el show Madero Tango (desde 2006 a la actualidad). En 2009 montó su primer espectáculo con la Compañía Aires en General Pico, y en 2011 dirigió su primera obra Tierrasabia.