Ludmila Pagliero: Entrevista
“Construcción”. Ludmila Pagliero recurre a la palabra una y otra vez. Construcción y también “trabajo”. Es curiosa su opción por esa metáfora que toma prestada a la arquitectura (o más bien al oficio del obrero de la construcción)
Acaba de regresar de Taiwán. Cuatro días tan cortos como intensos que dejan trazo en su voz. Tiempo de disfrute en el escenario y fuera. De tres “latinas” estruendosas, junto a Marianela Núñez (etoile argentina del Royal Ballet) y Alicia Amatriain (Stuttgart Ballet) que llamaron la atención de sus colegas eslavos a pura carcajada. “Calor humano, muy latino”, dijo entre risitas desde la cafetería del Palacio Garnier, la principal sala teatral de Francia.
“Es la primera vez que pude charlar, cenar y ver a Marianela detenidamente en el escenario” contó Pagliero a Balletin Dance.
La estrella de l’Opéra National de Paris bailará en la gala Evolution en el Teatro Coliseo de Buenos Aires (28 y 29 de julio) y en El Círculo de Rosario (1° de agosto). Estará acompañada por primeras figuras internacionales (ver recuadro aparte) en un espectáculo con piezas de Hans Van Manen, John Neumeier, Annabelle López-Ochoa, Bob Fosse y Oscar Araiz.
En no pocos sentidos el término “evolución” se emparenta con su otro favorito, “construcción”.
En la gala de fin de junio en Taipei, pudo compartir ese tipo de experiencias construccionistas con Nuñez (quién visitará también la Argentina en agosto). “Tenemos muchas cosas en común: vivencias, habernos ido lejos de casa, vivir otra cultura, otro país, asumir nuevas costumbres de muy pequeñas”, explicó.
“Pertenecemos a dos tradiciones de ballet muy ricas y muy diferentes. Tenemos vivencias de distintos repertorios. Sin embargo tenemos visiones muy similares de la danza: la misma pasión, esfuerzo y coraje”, destacó.
Pagliero desarrolló una carrera maratónica en l’Opéra, luego de cinco años de formación en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y de haber iniciado su carrera profesional en el Ballet del Teatro Municipal de Santiago de Chile.
Hoy, la bailarina intuye un horizonte muy distinto del que imaginó a los 10 años, cuando ingresó a la escuela del Colón. “Creo que me voy deslizando cómodamente hacia un repertorio más contemporáneo” afirmó.
Por eso será que se sintió artística y humanamente tan cerca de Crystal Pite, la coreógrafa canadiense con quien trabajó The Seasons Canon (ver Balletin Dance Nº 264, mayo de 2017).
“Es una de las creadoras con la que me gustaría volver a trabajar pronto”, sostuvo. “Tiene su propio lenguaje, es híper pro, sabe lo que quiere, está en cada detalle. Sus temas son psicológicos, fuertes. Pero abordados con una dulzura y suavidad que hace muy placentero el trabajo con ella”.
En la lista de sus preferidos, coreógrafos de una generación brillante cuya actividad la mueve a viajar para ver sus obras en distintas ciudades de Europa, se encuentran Marco Goecke, Ohad Naharin, Paul Lightfoot, Sidi Larbi Cherkaoui…
“Me interesa el trabajo teatral en profundidad que crea una nueva visión de la danza”, enfatizó. Ese camino incluye las piezas de coreógrafos como Mats Ek, con quien espera volver a trabajar en su próximo programa en l’Opéra. Y un colectivo de “otros” proyectos, por ahora misteriosos, que incluyen ser instrumento de creaciones nuevas.
Evolution
“Actuar frente al público argentino es siempre algo… intenso” indicó. “Cuando estoy interpretando, me entrego al momento de belleza sin medir en qué país estoy, pero afuera está un público con el que comparto un ADN”.
“Contruir esa unión con la Argentina es siempre difícil, porque la distancia es de muchos miles de kilómetros y muchos años de ausencia”. A la experiencia de estudiante en nuestro país se agregan vivencias, explicó, un aprendizaje permanente hasta llegar al presente. “Ver cómo Marianela interpretó en el Asia remota roles que yo también hago, es también parte de ese proceso de construcción” ejemplificó.
Lo que viene será, más contemporáneo, reconoce ante la insistencia del cronista. Su derrotero pasa por el repertorio de l’Opera pero también por esos proyectos que ya está tramando junto a Sacha Waltz, Iván Pérez, su compatriota Daniel Proietto, entre otros.
“Son proyectos que están llegando en su momento justo”. El momento, se diría, de montaje laborioso del techo de una construcción que los argentinos tendremos la oportunidad infrecuente de compartir a fines de julio.
EVOLUTION
Por Ludmila Pagliero y Thomas Bieszka
Trois Gnossiennes (estreno en Argentina)
Coreografía: Hans Van Manen
Música: Erick Satie
In The Middle
Coreografía: William Forsythe
Música: Thom Willems
Por Florencia Chinellato y Matias Oberlin
Adagietto
Coreografía: John Neumeier
Música: Gustav Mahler
La Dama de las Camelias
Coreografía: John Neumeier
Música: Frederic Chopin
Por Lucas Segovia
Vendetta (estreno Mundial)
Coreografía: Annabelle López-Ochoa
Música: Hauschka / Elizabeth Bay
Percussion 4
Coreografía: Bob Fosse
Música: G. Harrell
Esta obra es presentada con el permiso y cortesía de The Verdon Fosse Legacy Llc
Las tres primeras figuras argentinas realizarán la obra Las Euménides:
Julieta Paul del Ballet del Teatro Argentino de La Plata,
Paula Cassano del Ballet del Teatro Colón y
Carolina Basualdo del Ballet del Sur.
Coreografía: Bernard Courtot de Bouteiller
Música: Dead Can Dance
Los Ballets de Araiz harán dos obras con toda la Compañía Pulsos y Cante Jondo, del propio director
Poco antes de realizarse el espectáculo, se informaron algunos cambios debido a una lesión sufrida por Ludmila Pagliero que impedirá sus presentaciones en la Argentina. https://balletindance.com/2018/07/16/cambios-en-el-espectaculo-evolution/