Koki y Pajarín Saavedra presentaron con su compañía Nuevo Arte Nativo, su nuevo espectáculo Raíz y Flechas, durante agosto y septiembre, en el Centro Cultural Borges

 

La nueva propuesta de los hermanos Saavedra -hijos de un grande como fue Carlos Saavedra-, a quienes me une el mayor de los afectos y respeto, no tuvo aquello que caracterizaba a todas sus anteriores puestas, en las que mantenían un clima de principio a fin, sin baches de ningún tipo. La noche a la que asistí, hubo grandes problemas de sonido (no se entendían la letras de las canciones) y de iluminación (si bien deben existir diferentes atmósferas, en la danza se tiene que poder ver todo para no perder detalles). Ese día, faltó el fuego que ellos suelen irradiar.

Quien va a ver un espectáculo de Los Saavedra, sus seguidores, gustan de la danza, y en Raíz y Flechas, prevalecieron los temas cantados y musicales sin coreografías, produciendo demasiados desniveles en el espectáculo.

Entre los cuadros mejor logrados, menciono la danza boliviana Tusuy (baila) interpretada por cinco excelentes bailarinas, y la combinación de dos poemas de Atahualpa Yupanqui La Vidalita Riojana y el dedicado a la luna (que el maestro Santiago Ayala “El Chúcaro” recitaba previo a la chacarera Vieja Danza Querida, una joya coreográfica, inolvidable).

También se destacó la Zamba Sol, a cargo de Koki y cinco mujeres, con movimientos cadenciosos sin caer en la locura brusca que estamos viendo en los últimos tiempos; en este caso, no fue como dijo la gran pianista argentina Hilda Herrera: “le hicieron perder el pudor a la zamba”. Y un excelente solo de Pajarín Saavedra, como ya lo conocemos.

Otros de los momentos descollantes, fueron Bomboleadoras, acompañados por Pajarín en percusión y canto, y la Chacarera del Chilalo, en la que los bailarines aparecen con bombos ‘de verdad’ (hechos con troncos de árbol y parches de cuero con pelo; muy distintos a los de madera terciada y parches de redoblante), que visualmente crearon un ambiente cálido por la diversidad de los instrumentos, y sus colores.

La Compañía Nuevo Arte Nativo está formada por Ávalos, Tamara Perayre, Macarena Masegosa, Bárbara Belén Ibarra, Daniela Longo, Victoria Echeverría, Carla Chiesa, Martín Orellana y Matías Alarcón Ruiz. Integrándose participaron: Valeria García, Adriana Sánchez, Juan Sotelo, Daniela Martín, Rocío Cáceres, Sofía Marcó, Yamila Sotelo, Lucía Sayos, Anabel Lenzi, María Laura Fuego Simondet.

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Juan Cruz Guillén «Fierro», nació el 19 de junio de 1948 en Buenos Aires. Es Maestro Normal Nacional. Se formó en el Instituto Folklórico Argentino con Froilán Guzmán y José Manuel Moreno. Desarrolló su carrera profesional junto a Santiago Ayala «El Chúcaro» y Norma Viola en el Ballet Folklórico Argentino donde se desempeñó como bailarín y como secretario de compañía. Fue Subsecretario de Cultura de la provincia de Santiago del Estero. Dicta las cátedras de Bailes Populares y Danzas Nativas en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), en la Municipalidad de Olavarría y en el Banco Central de la República Argentina. Fue coordinador de Radio Nacional Folklórica y es integrante de la Sociedad de Bibliófilos de la República Argentina.