Comenzó la temporada 2016/17 en el hemisferio norte. Se hace difícil elegir qué hacer esta temporada en Londres en términos de danza. La oferta es tan rica que se podría ver algo distinto cada día.  Y no se trata solamente de espectáculos

 

Experiencia directa

Uno puede tomar contacto directo con los hacedores pagando una entrada o ver online los tradicionales Insights (charlas y ensayos con público) del Royal Ballet, los del English National Ballet, o eventos como las Conversaciones con… del emprendimiento digital Crystal Ballet que empezó esta temporada con Steven McRae, principal del Royal a la que Balletin Dance fue invitada.

Este australiano venido del tap y graduado en negocios, nunca vio un ballet completo hasta que se unió a la compañía real. McRae sostiene que el éxito de un bailarín se basa en el trabajo duro, gente sabia alrededor y algo de suerte. “Ser un buen partenaire es lo más difícil de todo porque es una habilidad que se desarrolla lenta y orgánicamente. Mientras más uno cuida a la bailarina mejor partenaire es y llega un punto en que uno siente lo que necesitan casi sin mirar”, dijo. Normalmente baila con Natalia Osipova, Sarah Lamb o Iana Salenko. Si fuese director, una aspiración que no oculta, intentaría “dar a los bailarines más tiempo de recuperación entre función y el día siguiente”, afirmó.

Otra despedida

Al mismo tiempo, en octubre, tenían lugar cuatro emocionantes galas de despedida de Carlos Acosta (del ballet clásico), en el Royal Albert Hall: A Classic Farewell, que tuvo sala llena con cinco mil espectadores cada noche. Balletin Dance estuvo presente en la última.

Acosta bailó Don Quijote, Winter Dreams y Apollo con la siempre espectacular Marianela Núñez, y otras primeras figuras completaron el programa. Se dio el gusto de hacer sus piezas favoritas con orquesta en vivo y la magnífica participación del Coro Pegasus para las obras Gloria (MacMillan-Poulenc) y Requiem (MacMillan-Fauré), raro en una gala, pero demostrativo del poder y estatus artístico que Acosta tiene en la ciudad. Esta gala fue además un nuevo comienzo, ya que bailó un contemporáneo y simbólico solo final: Memoria (Miguel Altunaga-Murcof), estilo que encarará de aquí en más. Y presentó también a los excepcionales bailarines Gabriela Lugo y Luis Valle, estrellas de su compañía cubana Acosta Danza que brillaron en Sheherezade (Fokine-Rimsky Korsakov) y Anadromous (Reinoso-Tiersen y Bosso).

El cubano agradeció y dijo emocionado: “ustedes me hicieron, yo salí de la nada y vine aquí donde hice mi carrera y familia. Jamás los tomé por algo seguro. Ustedes me dieron la oportunidad de crecer como artista y vienen conmigo donde vaya, porque son parte de mí”. Luego, pidió que lo apoyen con donaciones a la Carlos Acosta International Foundation (www.carlosacostafoundation.org) que apunta a desarrollar el centro de danza en La Habana para talentos de bajo recursos y renovar la escuela de ballet. Fue ovacionado.

 

El evento más esperado

Pero lo más comentado fue la propuesta del English National Ballet que comenzó su gira nacional con una nueva versión de Giselle, adaptada por el coreógrafo Akram Khan, con un twist de política global actual: las willis son trabajadores inmigrantes. Vincenzo Lamagna creó música sobre el original de Adam y los diseños son de Tim Yip (Oscar por Crouching Tiger Hidden Dragon). Esta apuesta de la directora Tamara Rojo, se presenta en noviembre en Londres, con entradas ya agotadas, luego de excelentes críticas. En enero harán contrapunto con la versión clásica de Giselle (ballet.org.uk).

Núñez non Stop

Un día importante fue el World Ballet Day o Día Mundial de la Danza (4 de octubre), con cinco horas de live streamings de clases, ensayos y entrevistas desde el Royal Ballet y en los que su principal, la argentina Marianela Núñez, fue número central. Ensayó La Fille Mal Gardée con su nuevo partenaire Vadim Muntagirov, obra que considera “especial porque marcó una época”. Por su parte, Muntagirov dijo: “Fille es matador porque es un ballet muy lúdico pero debe verse como si no requiriese esfuerzo” (www.worldballetday.com).

Marianela Núñez, no paró desde su llegada de Argentina. Pasó de los ensayos de Fille…, a los de la reposición del ballet Anastasia (MacMillan-Tchaikovsky-Martinú) en el que debutará como Tschessinska, y a los de la nueva obra con la que Wayne McGregor celebra diez años de coreógrafo residente del Royal Ballet en noviembre. Entre medio, Núñez,  viajó a Moscú para hacer La Bayadera con el Ballet del Kremlin. Su temporada 19 en el Royal incluye además El Cascanueces, After the Rain (C. Wheeldon), La Bella Durmiente, producción que cumple 70 años en la compañía y Woolf Works de McGregor, que contará también con Alessandra Ferri en algunas funciones (www.roh.org.uk). 

Navidad

La capital británica festeja la temporada navideña hasta mitad de enero con El Cascanueces en la Royal Opera House y con el English National Ballet haciéndolo (producción de W. Eagling) en el London Coliseum.  Se suma The Snowman (El Muñeco de Nieve), un clásico infantil navideño hace 19 años, en el Peacock Theatre, parte de Sadlers Wells, con tres funciones diarias desde fines de noviembre (sadlerswells.com).

Un festín para balletómanos.

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Fátima Nollén escribe sobre ballet y danza desde 1991. Profesora de Danzas y Becaria del Fondo Nacional de las Artes, fue jurado en concursos como Joinville-Brasil. Desde 1997 colabora con Balletin Dance desde Río de Janeiro, Nueva York, Miami y Londres. Paralelamente, trabajó para Radio Universidad Nac. del Litoral (Congreso de la Nación), Clarín, Gente, Crónica TV, ATC (Buenos Aires y Brasil), Radio Unica Nueva York, Telemundo y MTV. Ganó tres premios Emmy por la Cobertura de las Olimpíadas de Londres 2012 con NBC-Deportes Telemundo.