Del 21 de octubre al 20 de noviembre se llevó a cabo la segunda edición del ciclo El Borde de Sí Mismo en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) del gobierno de la ciudad. La danza, el teatro y el cine dialogaron con las obras de su patrimonio
La segunda edición del ciclo El Borde de Sí Mismo se realizó en el marco del 60º aniversario del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA). Una vez más los curadores del evento, Alejandro Tantanian, Sofía Dourron y Javier Villa convocaron a directores de distintas disciplinas para que trabajaran con ellas desde los límites de sí mismas, descubriendo otros territorios artísticos. Entre ellos, la coreógrafa y bailarina Diana Szeinblum quien presentó su pieza Mi Contundente Situación (con la asistencia de dirección de Eugenia Estévez y de producción de Amalia Di Gregorio). El nombre surgió de la obra de Guillermo Iuso, que pertenece al patrimonio del museo. Además, su creación dialogó con creaciones de Alessandra Sanguinetti, Carlos Herrera, Diego Gravinese y Flavia Da Rin (todas propiedades del MAMBA).
“En lo que respecta a trabajar en un museo, realmente lo deseo, lo festejo, me da la posibilidad de imaginar de otra manera. El público tiene otra relación con el trabajo”, manifestó Szeinblum a Balletin Dance, quien a lo largo de su carrera bailó bajo la dirección de grandes personalidades de la danza contemporánea como Pina Bausch y Oscar Araiz. La creadora, que abrió el ciclo, también se inspiró en esta ocasión en un libro del filósofo argentino León Rozitchner. “[La publicación] hablaba de volver, de alguna manera, a recuperar la relación originaria de los cuerpos”, comentó la coreógrafa, “ese ensueño extraordinario de pura percepción que nosotros luego olvidamos absolutamente”. Por otra parte, dijo que había ido a ver danzar a Natalia Tencer (una de las intérpretes) y quedó “muy capturada” al advertir la relación del padre mirándola, desde el público. Todo ello conjugado, la llevó a pensar en que podía realizar para este evento, encuentros entre familiares y bailarines.
“Mi mamá y yo”, expresó Lucas Condró antes de comenzar la performance con su progenitora. Esa frase está escrita con marcador en la fotografía de Iuso, que estuvo presente en el lugar (como las otras obras con las que dialogó el trabajo de Szeinblum). También bailó Natalia Tencer y su papá, Matthieu Perpoint y su hijo, y Florencia Vecino y su hermana. Con ropa de calle y en un gran cuadrado blanco, que era la sala de exhibiciones del subsuelo, los bailarines desnudaron sus sentimientos en escena: algunos descargaron bronca y también tristeza, otros emanaron felicidad. El elemento unificador, presente en todos los dúos, fue el contacto entre los cuerpos ya sea mediante un abrazo, una caricia o a través de golpes. Cada pareja tuvo su momento de exposición, en el que combinó movimientos delicados y lentos con otros más rápidos de acuerdo a la cadencia de la música (en vivo, a cargo de Ulises Conti). Los espectadores, como si estuvieran observando por el ojo de una cerradura, presenciaron el encuentro íntimo entre los integrantes de cada dupla. La complicidad propia de una relación de parentesco quedó reflejada en los rostros de los intérpretes. Por cierto, el parecido físico fue muy notorio en la mayoría de los casos.
En lo que respecta al trabajo de cada dúo, Szeinblum reveló que “en el de Matthieu es pura improvisación. Todos los demás están bastante marcados, salvo momentos”. El bailarín francés realizó la performance con su hijo de tres años. “La brillantez es de Matthieu que logra transformar lo que hace el niño en algo genial”, celebró la artista. “Primero tenía que entender lo que yo podía hacer con él y lo que él podía hacer”, declaró Perpoint a esta revista. Asimismo, hizo hincapié en que no quería que el pequeño padeciera la situación ni que la pasara mal. En escena, el niño transmitió ternura y causó risas en el público.
La propuesta provocó emoción y comicidad. El reflejo de los diversos vínculos entre seres queridos estuvo plasmado en Mi Contundente Situación. Las semanas siguientes se presentaron las obras de los artistas invitados provenientes de otras disciplinas, el cineasta y escritor de televisión y teatro Santiago Loza (Empiecen Sin Mí), la actriz y directora teatral Analía Couceyro (Voraz) y el director de teatro y dramaturgo Mariano Tenconi Blanco (Walsh Artista Contemporáneo). Así, enlazando las diversas disciplinas con su patrimonio, el MAMBA festejó sus seis décadas.