Qué lindo es terminar el año viendo un buen espectáculo de danza. La Compañía de Danza de las Trincheras dirigida por Rubén Suáres, realizó la última función del año en el Teatro de la Uocra de Buenos Aires en diciembre
La Compañía de Danza de las Trincheras, suele presentar espectáculos muy bien armados, sin baches y con una mezcla de ritmos y situaciones que si por momentos se alejan del folklore argentino no desentonan, ni molestan, ni chocan. Justamente son las trincheras los lugares donde se lucha para ganar la batalla, y este grupo lo logra.
Los cuadros que presentaron fueron Volver en Coplas, donde el coreógrafo se encuentra con aquellas músicas que alguna vez lo acompañaron y lo hicieron soñar. Continuó un fragmento de A Dos Aguas, en el que recreó un viaje de elementos culturales, elaborando a través de la danza un puente de conexión entre el folklore argentino y el flamenco. Participaron como invitados especiales dos malambistas: Mauro Dellac, aspirante a campeón nacional de malambo norteño en Laborde 2017 cuando representó a la provincia de Buenos Aires, y Ariel Pérez, Campeón Nacional de Malambo sureño.
La noche terminó con El Baile, un cuadro que ya conocía, que combina valses y rancheras, muy bien logrado, que esa noche, además, fue excelentemente bailado. Aquí es donde se vio una mayor expresión y juego interpretativo entre los bailarines, sobre todo en las mujeres.
Luego del espectáculo, Rubén Suáres explicó a Balletin Dance detalles de la agrupación que representa al teatro de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra). La historia se remonta al año 2007 cuando la Compañía de Danza de las Trincheras presentó allí Bailecitos de la Tierra. “A través de una propuesta de Gastón Barral (director de la sala en ese momento), el grupo comenzó a trabajar en ese ámbito teatral, ensayando y produciendo sus espectáculos”. El director aseguró que esto se debió a que “Barral, era un admirador de nuestra estética y búsqueda creativa. Además, su proyecto era tener un elenco de danza, una orquesta y un coro que representara a la Uocra, y con el tiempo los tres elencos se concretaron. Pero después de su muerte, solamente continúan el coro y la compañía de danza”.
En realidad las agrupaciones no tienen una vinculación económica con el sindicato, ni sueldos, ni pasantías, ni un subsidio. “El programa Uocra Cultura y la gestión que lleva adelante el actual director Lisandro Vera, nos brinda toda la logística y estructura, que se traduce en prensa, difusión, técnicos de fotografía y video”, afirmó Suáres. “Nuestro convenio es trabajar (ensayar) en las instalaciones del teatro, hacer allí ciclos de danza y representar al Sindicato en alguna producción especial que éste genere. Cada vez que hacemos funciones, somos contratados, cobramos nuestro cachet de la misma manera que lo hacen los demás artistas que se presentan en la sala”.
Es decir, que en su concepción, “la compañía sigue siendo independiente, pero con el apoyo y acompañamiento de Uocra Cultura, lo que significa tener una ‘casa’ donde producir y mostrar nuestro trabajo. Nos interesa ser parte y acompañar el proyecto de una institución que lleva adelante una gestión cultural, donde la danza, la música, y el teatro de carácter nacional, es su principal eje de promoción y programación”.
La Compañía
Bailarines: Priscila López, Yanina del Arco, Daiana Gonzalez, Ayelén Cantero y Aldana Cerrano. Matías Rodogno, Manuel Pacheco, Walter Barrios, Lucas Echeverría, Emiliano Luna y Facundo Lencina. Coreografía y dirección: Rubén Suáres. Vestuario: Marta Albertinazzi. Iluminación: Sergio Prolicht y Rodrigo Parise. Fotografía: Cristian Paita. Asistente de escenario: David Pundan.
Balance
Si hubiera que hacer un balance, 2016 fue muy positivo para el baile folklórico. Tuve la suerte de ver varios elencos, y de todos pude rescatar nuevas propuestas. En grupos que ya conocía, observé avances creativos y en todos, una calidad de bailarines, realmente destacable. Pero insisto, a casi todos todavía les falta transmitir más, expresar lo que sienten, cada día los bailarines son más técnicos, bailan muy parejos, pero no llegan a notarse los cambios de clima o de temática de un cuadro a otro. Como decía un amigo mío a sus bailarines: “aflojen los rostros”.
En relación a la Compañía de Danza de las Trincheras, sería bueno que las autoridades de la Uocra, un sindicato que siempre ha generado cuantiosas actividades culturales, en todos los ámbitos que posee, destacando la labor artística nacional, vieran la posibilidad de que los elencos tuvieran una remuneración mensual, para seguridad de los integrantes. De esta forma las agrupaciones podrían representar a la institución en actos, festivales u otros eventos, en forma permanente y se podría incluir mediante material de difusión o audiovisual, su labor, para mostrar todas las actividades que realiza el gremio en su totalidad, que son muchas y muy importantes. Serían los pioneros dentro de los sindicatos, y podrían ser replicados por otros, generando fuentes de trabajo en un área tan importante como es la cultura.