Un viaje a la costa de la utopía

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Hábitos saludables: alimentación, hidratación, descanso, higiene y ocio o ‘tiempo libre’. Ilustración: Kharlamova Lv

La salud en la danza es un viaje arduo. Con certezas e incertidumbres. Es posible pensar la utopía como ruptura con lo establecido, repleta de oportunidades, necesaria y posible

 

Desde el fondo de los tiempos, una imagen de un médico primitivo emerge de las brumas que la rodea. Tallada en un asta de reno por las toscas manos de un neandarthaliense, esta figura muestra a un hombre vestido con pieles de animales, con guantes con garras, que para reforzar su conjunto, baila ritualmente frente a un enfermo. Así pues, la unión entre la danza y la medicina se demuestra intrínseca en los comienzos prehistóricos.

¿Por qué ante situaciones límites como la enfermedad o la muerte, el hombre se expresa con la danza? Se puede inferir que al ser la danza una manifestación de las emociones resulte obvio que la salud de una persona pueda modificarse a través de ella. Tal vez la interpretación de este hecho pueda codificarse dentro de la palabra sugestión (el enfermo cree firmemente que la danza de aquel hechicero lo va a beneficiar), de relativa aceptación entre los cánones científicos, pero lo cierto es que aquella danza prehistórica le acercaba al enfermo algo de lo más primitivo de la medicina: la compañía y la esperanza de estar mejor. Curar es primordialmente acompañar, y posibilitar así que una secuencia de procesos metabólicos inicien su acción. Señales intracelulares se activarán desde el cerebro como una cascada. El ser humano tiene mecanismos de autorreparación que no deben ser interrumpidos por tratamientos inadecuados, medicamentos innecesarios o falsas expectativas.

Hay que decirlo, parece mentira, como si fuera la primera verdad: un individuo sano, baila mejor. La salud entendida como calidad de vida.

El sufrimiento y la felicidad, con muy distintos matices y etapas, acompañan a cualquiera de los humanos durante sus vidas. En los artistas pueden ser herramientas de composición para la interpretación de un rol determinado. Pero por momentos, en algunas enseñanzas de la danza, da la impresión que se busca individuos atormentados. Darwin, y la lineal interpretación de la ley del más fuerte, pareciera haber dejado una huella profunda entre algunos maestros: la búsqueda de la perfección por caminos equivocados los ha extraviado, y en ese camino se han llevado puestas a la salud y a la felicidad de muchos de sus alumnos.

Si la excelencia es una pirámide, deberá contar con una base amplia en los inicios de una carrera en danza, que deberá tener mayoritariamente varios elementos: preparación física, correcto aprendizaje de la técnica, enseñanza basada en la pedagogía y hábitos saludables siempre (alimentación, hidratación, descanso, higiene y ocio o ‘tiempo libre’).

Por otra parte, he visto en mis décadas estudiando a alumnos de danza, la actual dicotomía entre un cuerpo atlético y la capacidad de manifestar emociones: el valor artístico de un intérprete, también juega un rol importante en esta disociación entre la salud y la danza. Las coreografías modernas demandan cada vez más cualidades físicas, capacidad aeróbica, potencia anaeróbica, fuerza, flexibilidad y coordinación neuromuscular. Algo que abunda en estas tierras, lo innato, el talento artístico, la belleza de la gestualidad, la destreza física, la psicomotricidad, deberían alimentarse y potenciarse con esas cualidades físicas, que son modificables (entrenables), si se realiza una buena planificación metodológica.

Con esta introducción, comienza una nueva sección en Balletin Dance, destinada a la salud en la danza. Es un hecho, que la credibilidad de los bailarines hacia el equipo médico es relativamente baja, si bien ha ido creciendo a lo largo del tiempo, al compararla con otras actividades en donde el cuerpo es la herramienta de trabajo, es marcadamente diferente. Múltiples factores intervienen para que esto ocurra, entre los primeros, se señala la falta de preparación médica y del personal de salud, a la hora de conversar con ellos. Esta incomprensión mutua, que promueve fallas en la comunicación, hará que raramente se busque otros tratamientos (más probablemente ninguno).

La finalidad de esta sección será acercar conceptos y conocimientos que desde el área de la salud, fueron adquiriéndose por la labor especializada con aquellos que practican danza, e intentar mejorar la fluidez de la comunicación, para poder así acompañarlos, y tal vez permitirles evitar, reparar -o en su defecto paliar- alguna patología. Que encuentren explicaciones a tendinopatías, lesiones de cadera, o para comprender la “calidad del dolor” que les permita diferenciar entre una contractura, una distensión o un desgarro muscular. Entender también, que una lesión que pudo haberse originado a los 2 años de edad en caso de existir un deseje, pueda quedar incubada hasta dar síntomas recién a los 14 años.

Pero fundamentalmente, esta sección buscará dejar asentado, tanto para docentes como para estudiantes, que el control y el seguimiento médico es vital para poder alcanzar el máximo potencial. Para lograr tener la claridad que permita anticiparse y enfrentar un “súbito” trastorno alimentario y todo lo que hay detrás suyo. Utilizar bases de la fisiología humana para comprender cómo el organismo transforma los alimentos en energía y cuáles son los ideales para un bailarín, para que puedan incorporarlos como hábito, conocer sus cantidades y tiempos nutricionales, destacar la sustancial diferencia entre las calorías y los nutrientes que aportan y dar solución a momentáneos episodios de bajo peso, o sobrepeso.

Comprender los mecanismos neuronales, las complejas relaciones fisicoquímicas y las interacciones de las emociones con el ambiente social, que puedan revelar, entre otras cuestiones, las adicciones.

Por supuesto, esta columna, tendrá como objetivo generar espacios de discusión y provocar una disrupción del pensamiento, para salir de la zona de confort que adormece a la creatividad, a la innovación y a la capacidad de imaginación. La educación en la danza no debe ser tarea de un programador de software, no se trata de insertar un código, sino, más bien, de dotar al alumno de herramientas que les permitan expresar con libertad lo que su cuerpo quiere decir. La felicidad de ver a un gran artista también provee salud al ocasional espectador.

Aquel médico primitivo, que para curar se expresaba con la danza, seguramente no pudo imaginar que la agricultura iba a modificar drásticamente la vida del ser humano en la tierra. Hace 200 años no pensaban en la existencia de las máquinas y hace 100 años nadie suponía que la presencia de las computadoras sería un hecho cotidiano en la mitad de la población mundial. Ocurren transformaciones y en ese empujar hacia adelante, habrá que confiar en el aporte bien intencionado que las ciencias de la educación y de la salud pueden dar, para cuidar y proteger a los artistas… hacia otro futuro, del cual estamos enamorados.


Jornadas salud en danza

Hasta agosto de este año, se realizarán las jornadas Salud en Danza en la ciudad de Buenos Aires, con inscripción gratuita, destinadas a profesores, estudiantes y profesionales de la danza. Organizadas por Eidan (Equipo de Investigación en Danza, ver Balletin Dance Nº 242, mayo de 2015) y Balletin Dance, con el auspicio del Área Programática del Hospital Ramos Mejía, del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires.

Dirección: Marcelo Ghioldi (Médico especialista en Medicina del Deporte, Coordinador del equipo Eidan, Médico de la Sección Medicina del Deporte del Hospital Ramos Mejía de la ciudad de Buenos) y Claudia Valenti (Médica Pediatra, especialista en Medicina del Deporte y Nutrición, Directora del Curso de Postgrado Actividad Física y Salud del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires).

Temario: Nutrición saludable en danza, Lesiones prevención y rehabilitación, Aspectos Psicológicos en la danza y Fisiología de la Actividad Física.

Lugar: Auditorio Montpellier (México 3411, ciudad de Buenos Aires)

Fechas: miércoles de 9 a 12 hs (estricta puntualidad). 10 de mayo CUPOS AGOTADOS / 21 de junio CUPOS AGOTADOS / 12 de julio / 9 de agosto.

Inscripción gratuita: (obligatoria: cupos limitados) Enviar nombre y apellido, DNI y fecha a la cual asistirá, a: saludendanza@balletindance.com.

Se entregan certificados de asistencia

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Marcelo Ghioldi
Médico especialista en Medicina del Deporte, Coordinador del equipo Eidan (Equipo de Investigación en Danza), Médico de la Sección Medicina del Deporte del Hospital Ramos Mejía de la ciudad de Buenos

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