La ambiciosa propuesta de cada noviembre, logró afianzar este año un trabajo de amplio corte federalista. La Universidad Nacional del Litoral ofreció ocho jornadas a puro teatro en el Argentino de las Artes Escénicas. Espectáculos de suma originalidad, charlas y una numerosa grilla de actividades renovaron este encuentro arraigado definitivamente en el dossier artístico santafesino
La ciudad de Santa Fe tiene por esos días una temperatura muy cálida, por momentos sofocante. De ritmo intenso por la mañana, la actividad del festival se refugia, como desde hace más de una década, hasta entrada la tarde y por las noches, hay teatro, mucho teatro. Los títulos se desarrollaron sin pausa de sábado a sábado durante una semana, con compañías que arribaron desde Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Entre Ríos, Mendoza, Río Negro y aquellas pertenecientes a la propia capital y a Rosario.
Así fue la nueva edición del Argentino de las Artes Escénicas que organiza la Secretaría de Cultura de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro (INT) y los gobiernos provincial y municipal santafesinos, entre otros. Un total de dieciséis funciones ocuparon los escenarios ya tradicionales, sumando charlas, talleres, muestras e intervenciones que potenciaron los objetivos diseñados en la celebración del décimo aniversario del Foro Cultural de la UNL y el proyecto Germina Cultura. Los lineamientos generales ideados por las autoridades para las dos convocatorias de Trayectoría 2017, fueron expuestos en una charla conjunta, abierta y de intercambio de conceptos en la que participaron los artistas involucrados, los responsables institucionales de llevar adelante la propuesta y los periodistas y críticos teatrales.
Dentro de la variada e intensa programación ofrecida, hubo trabajos que lograron un alto nivel de creatividad, en el desarrollo de sus textos y en la composición de sus personajes; mientras que en algunas performances no se llegó a alcanzar esa necesaria conexión entre lo que se plantea en la idea original y lo que finalmente recibe el espectador. De las citadas convocatorias de Trayectoría 2017, de la mano de la Comedia de la UNL abrió el festival La Jauría de las Damas (ganadora de Espacio de Representación), escrita y dirigida por Adrián Airala e interpretada por el Grupo África. De texto intenso y provisto de una marcada contextualización, imprime a sus cuatro protagonistas un perfil definido que las impulsa a la difícil tarea de abordar tanta información en apenas sesenta minutos, donde las gárgolas tejen y debaten sobre la valía de su existencia. Transmuteiyon (ganadora de El Cuerpo Todo, Cuerpo Disciplinado), intervención coreográfica en manos de Gastón del Porto, intentó ser un abordaje crítico a una serie de conductas sociales, que no terminó de impactar y sorprender a los transeúntes (Plazoleta Fragata Sarmiento, un domingo a las 18 hs). Tal vez, un día hábil, el efecto hubiese cambiado por completo. Fue muy atractivo el trabajo realizado en los instrumentos de viento y percusión creados para la oportunidad.
Eran Cinco Hermanos y Ella no Era Muy Santa llevó a Santa Fe el humor y ritmo cordobés en una puesta colorida de David Piccotto en manos de la Comedia Cordobesa. Ritmo, desparpajo y homenaje a su autor, Miguel Iriarte.
Con texto y dirección de Toto Castiñeiras desde Buenos Aires arribó Gurisa, inquietante planteo sobre el cuerpo humano. Despliegue de los intérpretes, correcto diseño sonoro y lumínico y una inventiva desafiante, concluyó siendo una de las iniciativas más seductoras de la semana.
El unipersonal El Mar de Noche de Santiago Loza sobre régie de Guillermo Cacace conquistó al público por el excelso trabajo de Luis Machín. Obra intimista, de rasgos poéticos, es el último aliento de una persona sumergida en la angustia del amor que no está y al lugar preponderante que le otorga a las cotidianeidades. Cada gesto y cada palabra cobraron aquí una significación infinita, profunda.
Laurita Tiene Muchas Cosas que Hacer (ficción autobiográfica) tuvo un destacado lugar en la grilla. Esta puesta rosarina de Ricardo Arias y Laura Copello, director y actriz respectivamente, trajo consigo imaginación, creatividad (realización escenográfica con elementos originales y bellos) y un desempeño increíble de la protagonista en un relato sentido, descriptivo, noble, idealista, soñador, acerca de su vida misma y el lugar que representa en el mundo, su universo.
La compañía mendocina Atacados por el Arte ofreció No Quiero Morir Desnudo de César Brie y Jorge Onofri, con dirección del propio Brie. Relato fuerte, veraz y reflexivo acerca de la ancianidad, los recuerdos, el desgaste en esos cuerpos agotados y en el transcurrir de las horas finales. Una puesta detallista, certera y reflexiva que tuvo en manos de los actores cuatro muñecos maravillosos que dieron vida y muerte a la historia.
Osqui Guzmán y Leticia González De Lellis le pusieron humor, desfachatez e ingenio a Fuga. Pura comedia improvisada, un trabajo en el que se arrojaron al vacío durante más de una hora en interacción directa con el público. Aportaron frescura, capacidad innata al chiste inmediato, sano y de mucha actualidad.
En escena se vieron también durante la semana Relato de Fiel Simetría (Mendoza), Amar Amando (Tucumán), El Cruce (Entre Ríos), El Arbolito Rojo (Rosario), Empleados y El Amor es un Bien (Buenos Aires) y Alimaña (La Rioja).
La Danza
La danza tuvo su lugar a través de dos propuestas muy específicas sobre el escenario y fuera de él. En una charla con el público y la prensa, la coreógrafa, investigadora y directora teatral Beatriz Lábatte presentó su libro Racionalidad Técnica y Cuerpo Danzante. Devenires Escénico Teatrales. En un ida y vuelta de sumo interés con los presentes explicó su trabajo. El mismo, aporta una herramienta fundamental a problemáticas de la danza, el teatro y las artes del movimiento, visto desde las epistemologías de las ciencias del arte y una filosofía de práctica artística. Converge una reflexión acerca de las corporalidades escénicas, entre la visión de Marcel Mauss y el enfoque de Michel Foucault, Antonin Artaud e Isadora Duncan, entre otros temas. La autora dijo que “el libro hace pie en las prácticas docentes y en las escénicas. Es un esfuerzo por pensar las prácticas. Porque no es un texto que nazca en una pura especulación teórica, no tiene alguna aspiración de erudición. Es una miscelánea con artículos que fui escribiendo desde 2006 a 2015. Tiene la investigación sobre teatro-danza y notas que fui publicando en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, donde integro un grupo de investigación. Asimismo, posee un análisis del movimiento de la danza hacia el teatro y viceversa. Trabajo con la idea que nosotros nos movemos históricamente con modelos de cuerpo, dispositivos pedagógicos y formatos escénicos”.
La última jornada tuvo dos propuestas y una de ellas fue Tierra de Nadie (Pasos Inciertos en Dominios Ajenos) de la compañía cordobesa Danza Viva dirigida por la destacada coreógrafa Cristina Gómez Comini, quien en diversas oportunidades había intervenido en El Argentino. Obra simétrica y refinada, musical y coreográficamente precisa, estuvo entre los puntos más altos de la semana programada. Cinco intérpretes, amplia sincronía de movimientos y una labor extraordinaria de la bailarina Natalia Bazán constituyeron los pilares de esta propuesta. Erik Sánchez (bailarín), Gastón Palermo (actor) y los músicos Javier Mazzuchelli y Franco Moroso llevaron adelante una performance impecable que tuvo el vestuario de Carolina Figueroa, a Raúl Rodríguez en iluminación y César de Medeiros en el diseño sonoro.
La propia Comini argumentó que “la obra toma como eje temático el concepto básico de frontera y desterritorialización. Gira alrededor del encuentro de los artistas provenientes de la danza, la música y el teatro, dispuestos a transitar una experiencia creativa que los impulsa a ir más allá de sus disciplinas específicas, con la intención de encontrar un territorio común, por ejemplo, la respiración, el ritmo, la marcha, el gesto y la palabra”. Posteriormente agregó que “la música, Theatric Nº 10, es de un joven compositor norteamericano, Casey Cangelosi, un exponente de lo que se llama percusión visual. La partitura, al desplegarse, es una maravilla de pequeños territorios, ya que está escrita con triángulos, cuadrados, rectángulos, líneas rectas, horizontales y verticales. Es un auténtico mapa, son territorios de distintos formatos. Ello completó la idea de pararse en el territorio del otro desde una idea más gráfica”.
Para finalizar subrayó que “tengo una relación muy especial con el Argentino de las Artes Escénicas en el que participo desde 2008, con lazos fuertes con la UNL. Para mí es un placer trabajar aquí con una universidad que invierte en proyectos y que sostiene una continuidad artística sin precedentes”.