Gurumbé: el eterno fouetté de África

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Documental: ‘Gurumbé, canciones de tu memoria negra’

Verde que te quiero verde (…)

En un coche de agua negra (…)

Federico García Lorca

El multipremiado documental ‘Gurumbé, canciones de tu memoria negra’, del realizador español Miguel Ángel Rosales, da un giro de 180° a toda la noción que tenemos sobre la danza.

2500 documentos patentan la huella invisibilizada de África en la península Ibérica, desde el siglo XV al XIX. Las seculares fiestas callejeras, germen del fandango y el flamenco, tienen un aporte africano, muy superior al vagamente aceptado.

Estrenado en 2016, el film resignifica el rol de la etnomusicología, la arqueomusicología y la antropología del siglo XXI. Ya a las puertas del año 2022, pudo verse en la ‘Muestra de Cine de la Vera en Jarandilla’, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León y en el 34º Festival Flamenco de Alburquerque, en Estados Unidos. Entre otros, fue laureado en la Muestra Internacional de Cine de Sao Paulo, en el Festival de la Diáspora Africana en New York y en el Festival de Cine Africano de Londres.

En franco diálogo vía zoom, con Miguel Ángel Rosales y varios especialistas en folklore regional, Balletin Dance supo del proyecto independiente que rodará durante este año. Tendrá al Caribe como eje de tensiones socioculturales, dramáticos mestizajes y origen de complejos genéricos musicales y de danza determinantes en el surgimiento del propio folklore y la música popular de España, Portugal y el resto de Latinoamérica.

El realizador expresó: “La infinita madeja de la diáspora africana forzada durante la colonización de América, posee una trama caótica, no lineal y trágica en sí, que es analizada por eminencias de la academia europea en la cinta, con rigor historiográfico, etnocultural y geopolítico. A su vez, mostramos la urdimbre intangible, de síncopas y contratiempos, que se introduce en la música barroca y, en paralelo, zigzaguea rizomáticamente entre los universos sonoros y dancísticos que prefigurarán al folklore y a la música popular desde el siglo de oro español. Cuya cadencia polirrítmica fue registrada como ‘venida de las Indias occidentales’, refiriéndose a América. Hubo africanos esclavizados en España, y la influencia de los negros de Andalucía que, a la par, fueron llevados como domésticos y libertos a La Habana (Cuba), es un fenómeno parcialmente estudiado desde la academia, pero marginalmente divulgado, estigmatizado e invisibilizado por nuestra edulcorada construcción cultural colonialista. El sabio Fernando Ortíz lo trata en su ensayo ‘Los negros curros’. Junto a los gitanos, los negros fueron el alma de las fiestas y los bailes públicos por varios siglos, en casi toda Andalucía y gran parte de la península Ibérica. Comparten un idéntico sentimiento telúrico, de trance espiritual, de resiliencia”.

Agregó Rosales: “Un simple proyecto de reportaje, entre Sevilla y la Universidad Autónoma de México, nos puso en contacto con los etnomusicólogos Lénica Reyes y José Miguel Hernández. Ellos catalogaron antiguas partituras halladas en Inglaterra, Estados Unidos, otras regiones de España y el “Caribe veracruzano”, como cita el músico y antropólogo Raúl Rodríguez. Así se abrió el abanico hasta el espectro artístico e investigativo que aportan Fahmi Alqhai, violagambista español, director y fundador del conjunto de música antigua Accademia del Piacere, el Conjunto de música antigua Ars Longa de Cuba, Joaquín el Zambo y la Fiesta Flamenca Zambomba de la Peña Tío José de Paula en Cádiz, la Fiesta Serer de la Asociación de mujeres de Joal en Senegal, la cantaora Toñi Fernández, el guitarrista José M. Tudela, la bailaora afroinglesa Yinka Esi Graves, el cantante afroportugués Timóteo Tiny (NBC), los músicos senegaleses Sirifo y Sakar Kouyate, el laudista y luthier mexicano Julio César Corro y los artistas del flamenco Ana García Caro y Javier Tárrega”.

A continuación, Miguel Ángel Rosales, aseguró: “La cadencia y la polirritmia de los tambores africanos, junto a los compases compuestos y de amalgama, pasaron a nuestras palmas y a nuestro zapateo. La impronta gitana es mundialmente reconocida, pero se excluyó al continente olvidado y su proverbial gracejo, su histrionismo y la estilizada disociación corporal, legado tan evidente en nuestras danzas. Fandango, zarabanda y chacona nutrirán a la jota y la seguidilla. Sones de la Sevilla del siglo XVIII, delinearán géneros, o los mal llamados palos (de ida y vuelta) del flamenco, como la petenera, la guajira, los canarios, el zorongo, la zarabanda, la soleá, las bulerías, la rumba, entre otros. Creo que serán un verdadero patrimonio cultural de la humanidad, cuando reconozcan el gran aporte africano, pues este goza de total vigencia y plena contemporaneidad”.

Según demuestra ‘Gurumbé’, podría seguírsele el rastro a la huella africana en la música académica. Ubicado en el barroco, quizá, evade el formalismo del período clásico para manifestarse en el romántico con la ópera ‘Carmen’ del francés Georges Bizet, y la sinfonía ‘A Night in The Tropics’ del norteamericano Louis Moreau Gottschalk.

Asimismo, las contradanzas, en el propio siglo XIX de los citados autores, abrazarán la célula rítmica A (Tango) de cadencia bantú, como registran los musicólogos Oneyda Alvarenga y Alejo Carpentier (ver: https://balletindance.com/2021/06/15/negro-blanco-flamenco/).

Ya en el siglo XX George Gershwin, Eliseo Grenet, Leonard Bernstein, Ástor Piazzola y Maurice Ravel (con su ‘Bolero’, por citar una muestra genial, parecen anunciar al trascendental ‘Concierto de Lieja’ de Leo Brower, obra para guitarra, reina por antonomasia del flamenco, donde el leit motiv es un suyere, o canto litúrgico, para Shangó (orisha y deidad suprema del tambor y la danza de la cultura yoruba).

Aparecen en el documental:

Aurelia Martín Casares, José Antonio Piqueras, Arturo Morgado, Elena Morán, Catarina Coelho, Sofía Wasterlain, Alberto del Campo, Rocío Periáñez, Isidoro Moreno, Abuy Nfubea y Christiane Stallaert.

El encuentro por zoom con el realizador fue facilitado por la compositora Julieta Szewach, coordinadora de la Maestría en Creación Musical, Nuevas Tecnologías y Artes tradicionales, de la Universidad Tres de Febrero, para la reciente edición de URCA-Académica (ver: https://balletindance.com/2020/08/07/eusebio-leal-ernesto-lecuona-y-la-fiesta-del-fuego/). En ese momento quien escribe pudo ver el documental completo, por cortesía de Intermedia Producciones.

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Toni Más (La Habana) Instructor de arte, Narrador Oral Escénico e investigador de la música popular cubana. Ha publicado los poemarios Tono Menor, Editorial Letras Cubanas (2002), premio del concurso Pinos Nuevos y Los fantasmas del circo, edición bilingüe inglés-español, Editorial Lugus Publications en Ontario, Canadá (1996). Textos suyos aparecen en diversas antologías y publicaciones periódicas en Cuba, España, México y Argentina.

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