El argentino Daniel Uribe fue uno de los diecisiete miembros que integraron el jurado internacional de Danza Sin Fronteras, Festival Folklórico celebrado del 25 al 29 de octubre en la ciudad de Puebla
El multitudinario evento incluyó desfiles y espectáculos con la representación de Bulgaria, Polonia, Eslovaquia, Letonia, Panamá, Perú, Bolivia e Indonesia. El viernes 28 se efectuó la instancia semifinal y el sábado 29 se ofrecieron dos funciones de gala como cierre del certamen internacional con sede en el Auditorio Metropolitano Puebla. El primer lugar lo obtuvo la Compañía Folk Dance Ensemble Sofía-6 (Bulgaria), el segundo lo ganó el Centro Folklórico Atenay Batista (Panamá) y el tercero la Compañía Roztocze (Polonia).
Balletin Dance recibió el testimonio a dos voces, de los gestores de esta fiesta del folklore, vía Skype, Enrique López (productor y director general) y Aranza Zu López (directora artística e ideóloga del evento); precisamente la Escuela Nacional y Compañía Arte y Folklore México que ella dirige fue la institución convocante.
Enrique López confesó la difícil situación del folklore, que los obliga a implementar fórmulas novedosas para contrarrestar criterios espurios, pero establecidos, que lo ven como un arte menor en nuestras regiones. “Urge habilitar estrategias que hagan a nuestras tradiciones folklóricas mucho más atractivas tanto para las nuevas generaciones, como para las entidades gubernamentales”, afirmó. Danza sin Fronteras existe desde hace cincuentaidós años como una red de concursos locales en los que participan “más de mil quinientas compañías folklóricas, y otro tanto de escuelas, que circulan por el país, con ocasional presencia de invitados extranjeros”. En esta edición por primera vez compitieron agrupaciones extranjeras netamente profesionales, “y se involucraron cantidad de instituciones estatales y particulares para dar su apoyo”.
Por su parte la bailarina y coreógrafa Aranza Zu López planteó que las nuevas tecnologías son una herramienta imprescindible para sumar público de jóvenes y niños, aún por educar. Para posicionar el folklore, caratulado durante siglos como subcultura, dentro de un mundo atravesado por las comunicaciones, la realidad virtual y flujos infinitos de información “es vital incluir ese nuevo lenguaje en nuestros proyectos. Así lo hicimos al convocar y exhortar al uso de multimedia en las obras”. En nuestra compañía, que como representante del país anfitrión no competía, usamos tecnología digital en la concepción de La Leyenda de Quetzalcóatl, nuestro mito azteca más enraizado”.
El folklorista, bailarín y coreógrafo argentino Daniel Uribe, conformó el jurado junto a personalidades como Emil Dimitrov (presidente de Folk World International), Julio Quintero (director de la Escuela Nacional de Danza Folklórica) y Francisco Bravo Puebla (director del Ballet Folklórico de México), además de impartir un ciclo de clases magistrales en la Escuela Nacional de Danza Folklórica del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de ciudad de México, como actividad colateral del festival. Uribe dirige el Grupo Folklórico General Las Heras y actuaba en México por quinta vez, esta vez como jurado, en su segunda visita al Auditorio Metropolitano Puebla, en el cual se presentó años atrás con su compañía (con capacidad para más de 5000 personas). En diálogo con Balletin Dance, anticipó su regreso a México en junio del próximo año, para montar una obra de folklore argentino, por encargo de la Escuela Nacional de Danza Folklórica del INBA.