Los bailaores Yamil Rabaj y Yanina Martínez ponen sus Vivencias en escena, en un ciclo que se extenderá hasta el 22 de septiembre en el Teatro El Vitral de Buenos Aires. Un espectáculo dónde compartirán su sentir del flamenco cada noche de viernes, con distintos colegas locales
En entrevista exclusiva con Balletin Dance Yamil Rabaj detalló el ciclo Vivencias, que busca generar un vínculo entre distintos artistas de la misma actividad, para mantener viva la llama del flamenco. “Estamos muy contentos de encarar este proyecto, que veníamos planificando hace tiempo”, señaló el bailaor, al comenzar la conversación. “Vamos a contar con artistas locales muy reconocidos como invitados en cada función y nos da mucha alegría”.
¿Cómo fue la convocatoria para participar del ciclo?
“La convocatoria de los artistas fue difícil porque teníamos ganas de trabajar con todos los flamencos de Buenos Aires. Pero vamos a comenzar y abrir el abanico para generar otros encuentros después con los otros artistas que quedaron fuera. Pensamos este ciclo desde el lugar de compartir con los colegas, poder crear cosas distintas en cada encuentro y que cada función tenga una impronta diferente. Por eso se llama Vivencias, lo pensamos en función de las vivencias que tuvimos con Yanina Martínez como pareja de baile, las nuestras propias y también las vivencias que tuvimos y vamos a tener con nuestros queridos colegas”.
Este año participarán Diego Ferreira, Luciana Garoni, Silvana Perdomo, Daniela Ojeda, Guadalupe Aramburu, Lorena Di Prinzio, Vico Zapata, Inés López, Mónica Romero, Daniel Corres, Carito Etchegaray, Andrea Defelice, Carmen Mesa, Claudio Arias, Gastón Stazzone y Macarena Castaño. Junto a un gran equipo de músicos: Fernanda de Córdoba y Esteban Gonda en guitarras y Álvaro González en cante.
Usted viaja mucho a España para formarse ¿cómo ve el flamenco que se hace en Buenos Aires?
“Tengo la posibilidad cada tanto de ir a España a estudiar, como tantos otros colegas, pero también, cada vez más, vienen maestros de España a nuestro país. Con lo que se hace más cercano este arte para los que no tienen posibilidad de viajar. Yo siento que el flamenco en Buenos Aires ha crecido a pasos agigantados. Hay nuevos talentos, colegas que están haciendo una carrera estupenda y como dicen la mayoría de los maestros “aquí en Argentina hay un buen nivel”, hay mucha afición y somos, porque me incluyo, muy respetuosos con este arte que tanto nos gusta hacer. El flamenco ha evolucionado en todos los lugares y Buenos Aires no se queda afuera”.
En los últimos tiempos cerraron algunos lugares donde circulaba el flamenco ¿Cree que el flamenco no es rentable?
“Lamentablemente sí cerraron lugares muy importantes en los que todos trabajábamos. Influye la situación del país, que hoy en día es un poco inestable. Pero el carácter de los argentinos también es generar cosas y de eso se trata no quedarse en el camino e incentivar el arte y la cultura, así que eso generó que se abran otros espacios, que no son típicos flamencos, para seguir en la marcha. Buenos Aires tiene una gran diversidad cultural y así como el tango y otras expresiones el flamenco también ocupa un lugar primordial en la cartelera porteña. El flamenco es rentable dependiendo de la propuesta que hagas, no te haces millonario, pero podes trabajar creando proyectos como este, en los que se ponen en juego muchas cosas, porque es autogestión, pero creo que se sale adelante”.
¿Cree que el flamenco es para los flamencos?
“Creo y siento que el flamenco a través de los años se ha vuelto popular. Cada vez más. Las personas se interesan por ver espectáculos del género, asistir a los tablaos y por supuesto eso deviene que esa gente después lo estudia y así se van generando las nuevas generaciones y aficionados. No siento que hoy el flamenco sea para flamencos. La atracción del hecho en vivo (cante, guitarra y baile) captura a un público en general, que elije ver propuestas grandes y pequeñas”.
Trabajo compartido
“Como pasa en otros sectores, el flamenco también tiene algunos circuitos o lugares en donde se concentran determinados artistas. Pero cada vez más, se abre la posibilidad de trabajar en equipo compartiendo. Así como lo pensamos con Yanina en nuestro ciclo, se han generado otros similares y peñas flamencas en los que participamos todos. Esa es la idea, poder compartir y no cerrar, para poder expandir. Los flamencos somos una familia chica y si se sigue en este plan, las cosas van a cambiar. Con Vivencias nuestro propósito es vincularnos, aprender de nuestros colegas, de los músicos, y que este proyecto que está naciendo sirva para abrir puertas, así que invitamos a todo el público, colegas y lectores a presenciarlo”.